Nilmar da el golpe en Leverkusen
El Villarreal suepra al Bayer gracias a un gol del delantero brasile?o en el minuto 94 (2-3)
Un instante, un detalle, cambi¨® el curso del partido. Superado el Villarreal desde el principio hasta casi el final del primer acto, Marchena, imperial toda la noche, encontr¨® una veta por la que deslizar un pase a Rossi, invitado por los r¨ªgidos centrales del Bayer. Su destino era el gol y as¨ª fue. Y todo vari¨® para bien del Villarreal, que anul¨® la ventaja del Bayer y creci¨® en juego y convicci¨®n. Con un minuto en el terreno, Nilmar puso en ventaja al conjunto de Garrido, que escasos momentos despu¨¦s vio c¨®mo Gonzalo Castro, un espa?ol con coraz¨®n alem¨¢n, equilibraba el partido, un resultado que Nilmar, en el descuento, se neg¨® a aceptar con un contragolpe.
Limitado de fuerzas, Garrido decidi¨® refrescar al equipo ante un conjunto de poderoso f¨ªsico. El t¨¦cnico desnaturaliz¨® en parte a los suyos disponiendo un once de m¨¢s m¨²sculo y menos creatividad, la que dan Cazorla y Cani, ausentes de entrada y con demasiados minutos sobre sus piernas.
BAYER LEVERKUSEN 2 - VILLARREAL 3
Bayer Leverkusen: Adler; Vida, Schwaab, Reinhartz, Kadlec; Vidal, Rolfes (Bender, 89); Sam (J?rgensen, 76), Renato Augusto, Castro; y Derdiyok (Kiessling, 46).
3 - Villarreal: Diego L¨®pez; Mario, Gonzalo Rodr¨ªguez, Mussachio, Catal¨¢; Marchena, Bruno, Borja Valero, Wakaso (Cazorla, 62); Ruben (Oriol, 83) y Rossi (Nilmar, 69).
Goles: 1-0, min 33: Kadlec. 1-1, min 42: Rossi. 1-2, min 70: Nilmar. 2-2, min 72: Castro. 2-3, min 94: Nilmar.
Arbitro: Paolo Tagliavento (Italia). Mostr¨® tarjetas amarillas a Vidal, Mussachio, Wakaso y Catal¨¢. Incidencias: partido de ida de los octavos final de la Liga Europa disputado en la Bayer Arena ante 19.000 espectadores.
Marchena, con experiencia en el tema, se situ¨® de apagafuegos y asistente, compartiendo presencia en el eje con Bruno. La ausencia de Capdevila fue suplida, como viene siendo habitual, por Catal¨¢ mientras Nilmar dio paso a Marco Ruben. Lo m¨¢s sorprendente result¨® ser la apuesta por Wakaso en el costado izquierdo. El ghan¨¦s ha pasado en nada de ser despedido del Elche, en Segunda Divisi¨®n, a titular en unos octavos de final de la Liga Europa. Cosas del f¨²tbol.
El cambio de registro en el Villarreal alter¨® de primeras los planes del Bayer, un equipo concebido m¨¢s para contestar que para tomar la palabra. Los inicios din¨¢micos nunca son plato de buen gusto para el grupo de Garrido, que se maneja mejor en la pausa para dar velocidad en la finalizaci¨®n de las acciones. Los arrebatos de pasi¨®n le suelen abatir.
La presencia de Wakaso se justific¨® pronto. Las bandas del Bayer son dos cuchillos con filo. En la primera acci¨®n ofensiva del conjunto renano, al que no le qued¨® otra que dar un paso adelante, llevaron veneno. Por el costado derecho se infiltr¨®, poderoso, Sam, cuyo centro al coraz¨®n del ¨¢rea de Diego L¨®pez ten¨ªa como destino a Renato Augusto llegando desde la segunda l¨ªnea. Prodigioso en el cruce, Marchena evit¨® que el conjunto alem¨¢n se adelantara con prontitud. Posteriormente, Diego L¨®pez tuvo que aparecer para evitar que un lanzamiento de falta del propio Renato Augusto acabase en la red.
Fornidos y atl¨¦ticos los jugadores del cuadro alem¨¢n, el Villarreal quiso contraponer la misma medicina. A los castellonenses les cost¨® entender que sobrevivir corriendo hacia atr¨¢s no era suficiente, que en la carrera siempre quedar¨ªan un metro rezagados; en la disputa, un segundo tarde, y en el choque siempre desplazados. Solo la t¨¦cnica y el ingenio dar¨ªan posibilidades de anular a un rival m¨¢s fresco y reconocible. Y eso apareci¨® en la segunda mitad con la presencia de Cazorla y un brillante Nilmar.
As¨ª, pues, el Villarreal se conformaba con que no sucediera nada y con intentar sacar provecho de una acci¨®n aislada; con que Rossi tuviera un instante de inspiraci¨®n, que lo tuvo, y con que la defensa del Bayer, lo menos destacable de un conjunto con escasas fisuras, tuviera un mal momento, lo cual tambi¨¦n se dio.
Resistir era la consigna en el Villarreal y eso es lo que hizo durante media hora, sobrevivir y nada m¨¢s ante un adversario al que solo le faltaba precisi¨®n para abrir un partido decantado en la apariencia y en la pr¨¢ctica al principio y no al final. A los 32 minutos le lleg¨® su premio en un recurso de toda la vida utilizado por los alemanes y menospreciado en el Villarreal: el disparo desde fuera. Kadlec, el lateral izquierdo del Bayer, se adentr¨® por el flanco izquierdo y, en el v¨¦rtice del ¨¢rea, lanz¨® un zapatazo cruzado al que Diego L¨®pez no lleg¨®.
Asumido el golpe, lo que no ofrec¨ªa el Villarreal lo concedi¨® el Bayer. Tras un choque entre Wakaso y Arturo Vidal, se desquici¨® el equipo de la aspirina en una protesta injustificada. La defensa del Bayer no atendi¨® un desmarque por el centro de Rossi que vieron hasta los acomodadores. El italiano tuvo todo el tiempo del mundo para pensar y definir con tranquilidad y calidad. El Villarreal se encontr¨® un nuevo y esperanzador panorama, el punto de partida para la remontada.
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