El ocaso del Arsenal

Se acab¨® lo que se daba. El Arsenal ha perdido la esperanza en dos semanas trufadas de fiascos y pifias, de debacles sin remisi¨®n ni vuelta de hoja. Solo le queda la Premier, toda vez que ya ha perdido la final de la Carling Cup ante el enclenque Birmingham, descabalgado de la Champions por el estiloso y contundente Bar?a, y apeado ayer de los cuartos de final de la FA Cup. Tres t¨ªtulos menos, otro a?o de sequ¨ªa que se suma a los cinco anteriores. Wenger y su apuesta en entredicho; el Arsenal en el ocaso. El Manchester United, que le ha vencido en los ¨²ltimos cuatro duelos directos, m¨¢s r¨¢cano que nunca pero igual de certero que siempre en la definici¨®n, le clav¨® la estocada, le hundi¨® por completo.

El Manchester United es un equipo grande que no tiene remilgo alguno en jugar como un peque?o, con las l¨ªneas retrasadas y al contragolpe, sin mayor gloria que el remate como finalidad y no como ali?o a una jugada de sal¨®n. La alineaci¨®n de Ferguson frente al Arsenal expres¨® la m¨¢xima, con siete defensas en el once titular, a excepci¨®n del portero Van der Sar, el medio Gibson, y los delanteros Chicharito y Rooney. No extra?¨® que los diablos rojos, m¨¢s m¨²sculo que talento, sin pie para el juego asociativo ni para la construcci¨®n, apenas hilvanaran tres pases seguidos. Pero ni les import¨® ni les hizo falta, excelentes en el remate final y frente a un Arsenal descosido, escaso en el ingenio y nulo en el punto y final del f¨²tbol colectivo.

Para Wenger cualquiera puede jugar de media punta antes que Nasri. O el franc¨¦s es mejor que cualquier extremo siempre y cuando Walcott no regrese de la enfermer¨ªa. Unos axiomas que desplazan al 8 al costado y que niegan al Arsenal el pase definitivo, hasta el punto de que no hay catapulta capaz de desarbolar las enmara?adas zagas rivales. En Old Trafford qued¨® patente: Diaby, de f¨ªsico imponente y zancada generosa, recuper¨® de maravilla pero no entendi¨® los desmarques de los compa?eros; Wilshere, atornillado como medio centro, no acert¨® con los desplazamientos de 40 metros porque, entre otras cosas, las l¨ªneas del Mufc no dejaban hueco a sus espaldas; y Arshavin y Rosicky est¨¢n hechos un harapos, est¨¦riles en lo ofensivo y an¨®nimos en todo lo dem¨¢s. Solo Nasri se rebel¨®, con diagonales al centro, con una asistencia sensacional al movimiento de Van Persie que Van der Sar, estirado a lo Boomer, despej¨® para salvar el gol, para los incesantes flashes. Tambi¨¦n prob¨® el disparo Nasri, capaz del desequilibrio con el quiebro y un zigzagueo. Pero las manoplas de Van de Sar, de nuevo, absorbieron el esf¨¦rico.

No padece los mismos males el Manchester United, que le alcanz¨® con bien poco para hacer mucho. Se plant¨® dos veces delante de Almunia y dos goles que le encorset¨® al Arsenal, terriblemente d¨¦bil en las ¨¢reas. Su maldici¨®n fue el contragolpe. Primero congeniaron los gemelos Da Silva. Fabio le dio un pase en profundidad a Rafael, que devolvi¨® el cuero al centro, donde su hermano la retras¨® para Rooney. Bal¨®n alto y a la carrera de Chicharito, que remat¨® de cabeza, bien cruzado y picado, para que Almunia desviara. El rechazo, d¨®cil, lo finiquit¨® Fabio. Una llegada, un gol. En el segundo acto, el propio Rafael caz¨® un bal¨®n en el v¨¦rtice del ¨¢rea y lanz¨® un centro que Djorou no supo repeler. Rooney, siempre al quite, puso la cabeza para firmar la segunda red. Dos embestidas, dos goles y un Arsenal para el arrastre.

Encerrado el Manchester United en su ¨¢rea, sin apuros en el juego a¨¦reo porque a los centros de Sagna, Nasri y Gibbs no ten¨ªan rematador que le pusiera el lazo, el duelo se difumin¨®. De poco sirvi¨® la treta del Arsenal de dar pases atr¨¢s para conectar disparos lejanos, con Van Persie, Whilshere, Diaby, Rosicky y Chamakh como ca?oneros. Van der Sar escupi¨® el peligro con los pu?os y los gunners, sin m¨¢s recursos ni aliento, bajaron la cabeza, se cobraron la desgracia completa con la lesi¨®n de Djorou -se dislosc¨® el hombro y podr¨ªa perderse lo que resta de curso-, y se despidieron de la tercera competici¨®n en dos semanas. Sigue el Manchester United, que se defendi¨® con todo y liquid¨® al rival, al flan, con dos remates y mucha fe. Algo de lo que careci¨®, desde el principio, el rival.