Obradovic acaba con el Bar?a
El Panathinaikos desfigura al campe¨®n y le arrebata el billete para la Final Four en el Palau Sant Jordi (78-67)
S¨ª, Diamantidis fue una pesadilla. Tambi¨¦n Navarro tendr¨¢ alucinaciones con Calathes. Y Fotsis hizo de las suyas. Y hasta el menos conocido Vougioukas goz¨® de su buena raci¨®n de gloria. Pero, muy acorde con los tiempos que corren en este juego, el h¨¦roe del tremendo duelo librado por el Panathinaikos y el Barcelona en cuatro partidos y durante nueve d¨ªas no vest¨ªa de corto, sino con un impoluto traje negro. Se llama Zeljko Obradovic y logr¨® que su equipo plasmara en la cancha lo que dibuj¨® en su magistral pizarra, en el OAKA, una caldera, como ya se sab¨ªa de antemano.
El Panathinaikos jug¨® t¨¢cticamente como m¨¢s le convino y gan¨®. Los griegos estar¨¢n en la Final Four de Barcelona. El campe¨®n se qued¨® con la miel en los labios, no podr¨¢ defender el t¨ªtulo al amparo de su afici¨®n en el Palau Sant Jordi. En Atenas se esfum¨® el sue?o y tambi¨¦n qued¨® desfigurado el Bar?a, el equipo que llevaba un a?o y medio desplegaba un juego demoledor, reconocido y admirado en toda Europa. Poco rastro de ¨¦l hubo en el cuarto partido; de hecho, en muy pocos instantes de la serie dio se?ales de su real potencial.
PANATHINAIKOS 78 - BARCELONA 67
Panathinaikos (16+18+22+22): Diamantidis (11), Calathes (12), Sato (10), Tsartsaris (8), Vougioukas (10), -cinco inicial-, Nicholas (-), Batiste (8), Perperoglou (8), Fotsis (11), Tepic (-), Kaimakoglou (-).
Regal Barcelona (12+21+14+20): Ricky Rubio (3), Grimau (2), Anderson (13), Lorbek (9), Fran V¨¢zquez (14) -cinco inicial-, Navarro (7), N''Dong (7), Morris (5), Sada (-), Lakovic (5), Ingles (2).
?rbitros: L. Lamonica (ITA), V. Drabikovskyi (UCR) y B. Ryzhyk (UCR). Eliminado: Lakovic (m.40).
Incidencias: Asistieron al encuentro, seg¨²n la Euroliga, 19.000 espectadores en el cuarto encuentro de la serie de cuartos de final de la Euroliga disputado en el pabell¨®n OAKA.
Navarro no fue Navarro. Anderson estuvo err¨¢tico. Ricky Rubio y Sada no fueron capaces de imponer un ritmo de juego m¨¢s vivo, m¨¢s acorde al estilo de su equipo. Morris se conden¨® con tres faltas en un santiam¨¦n. Pero no fue culpa exclusivamente suya. El Bar?a volvi¨® a perder la batalla del rebote, volvi¨® a flojear en los triples y no supo c¨®mo defenderse del da?o que le hizo el Panathinaikos, que casi siempre sac¨® petr¨®leo cerca del aro. Solo despu¨¦s de unos minutos de inspiraci¨®n de V¨¢zquez, con ocho puntos consecutivos y tras la primera canasta de Navarro, dio alguna sensaci¨®n buena el Bar?a. de poder forzar el quinto partido.Pero No lo consigui¨®.el Panathinaikos jug¨® mejor, pese a que Diamantidis cometi¨® dos faltas en dos minutos, pese a que Nicholas se lesion¨® cuando solo hab¨ªan transcurrido siete minutos y pese a su fatal inicio desde la l¨ªnea de tiros libres y que a duras penas sum¨® cuatro triples.
Navarro, que no sali¨® de inicio, por lo que el Panathinaikos no pudo jugar tan de libro, marc¨¢ndole a ultranza, acumul¨® dos faltas en cinco minutos. Calathes volvi¨® a ponerle de los nervios. Pero esta vez Navarro aguant¨®. y, pese a que le cost¨® despegar, logr¨® una buena racha que estrech¨® la diferencia en el descanso.
Navarro porque no pod¨ªa, Sada y Grimau porque no ten¨ªan confianza, Morris porque no pudo decir ni p¨ªo sin que le se?alaran falta personal,
El Panathinaikos se encontr¨® un escenario plagado de espinas. Diamantidis cometi¨® dos faltas en dos minutos y tuvo que ser dosificado en el banquillo. Nicholas se lesion¨® en el minuto siete. Los tiros libres se convirtieron en una cruz para sus jugadores y el Barcelona, cosa rara a lo largo de la eliminatoria, lleg¨® a ir ventaja en el rebote.
La tensi¨®n fue enorme. Muchas jugadas transcurrieron y acabaron de manera embarullada. Pero el Panathinaikos busc¨® con astucia acciones bajo el aro. Le daba vueltas y m¨¢s vueltas hasta que encontraba un pase interior, incluso para algunos de sus jugadores exteriores que se iban bajo canasta, caso de Perperoglou. Y cuando no, Calathes o Diamantidis penetraban. El problema para el Bar?a era cerrar la puerta en el interior de la pintura pero al mismo tiempo evitar que el Panathinaikos, por fuera, consiguiera una circulaci¨®n de bal¨®n c¨®moda.
La inspiraci¨®n espor¨¢dica de algunos jugadores tuvo su peso en el desarrollo del juego. El Barcelona, por ejemplo, logr¨® su m¨¢xima ventaja, 20-24, tras ocho puntos consecutivos de V¨¢zquez, con lanzamientos desde la media distancia, y una penetraci¨®n de Lakovic. El Panathinaikos tom¨® altura con Calathes y explot¨® la veta de Batiste, Vougioukas y Perperoglou. Le sirvi¨® para lograr un parcial de 2-11 que le dio cinco puntos de ventaja, 31-26. Navarro, con siete puntos, todos los que logr¨® en el partido, volvi¨® a apretar el asunto. Pero el tercer cuarto fue demoledor. Perdi¨® balones el Bar?a y remont¨® la batalla por el rebote el Panathinaikos. La suerte qued¨® echada con sendas canastas de Diamantidis y Calathes que abrieron diferencias de 13 puntos a cinco minutos para el final. Obradovic se sali¨® con la suya y acab¨® con el campe¨®n.
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