"No nos hemos jugado la vida"

94 d¨ªas, 21 horas, 17 minutos y 35 segundos sin pisar tierra. Los navegantes espa?oles Iker Mart¨ªnez y Xabi Fern¨¢ndez terminaron la prestigiosa regata alrededor del mundo sin escalas que comenz¨® el 31 de diciembre de 2010 y que termin¨®, para ellos, ayer en la capital catalana. Un d¨ªa antes llegaban los ¨²nicos que han podido superar a los campeones ol¨ªmpicos espa?oles en la Barcelona World Race, los franceses Jean-Pierre Dick y Lo?ck Peyron (Virbac-Paprec 3).

Despu¨¦s de la paliza f¨ªsica y mental, y tras pasar el reconocimiento m¨¦dico, el vasco Iker Mart¨ªnez comenta por tel¨¦fono las sensaciones de la vuelta tras conseguir con el Mapfre la mejor clasificaci¨®n de la historia de un barco espa?ol en una regata oce¨¢nica. "Ten¨ªamos ansias de llegar, hacer vida normal, ducharnos, dormir de un tir¨®n...", relata. Durante la regata, los dos navegantes se han ido turnando para dormir "cachitos de una hora y media, despu¨¦s a tope dos horas, otra cabezadita de una hora... Al d¨ªa, dorm¨ªamos entre tres y cuatro horas". Esta noche y aunque los m¨¦dicos no lo cre¨ªan posible, Mart¨ªnez no ha abierto los ojos en diez horas seguidas. El sue?o polif¨¢sico durante la aventura ha estado acompa?ado tambi¨¦n de "comida liofilizada, en sobres", cuenta Mart¨ªnez, que ha perdido durante la competici¨®n alrededor de diez kilos.

Los peores momentos de los tripulantes espa?oles, especialistas en vela ligera y que por primera vez se enfrentaban al mar a bordo de un monstruo como el IMOCA 60, un misil de vela en el agua de 18 metros, han sido la primera noche en el Atl¨¢ntico sur, "con velas volando, tuvimos miedo por el barco", y el paso por cabo de hornos con vientos de 50 nudos. Unas situaciones que salvaron gracias a la prudencia. "No nos hemos jugado la vida, hemos sido prudentes, no hemos hecho nada que pusiera en peligro el barco. En las situaciones muy dif¨ªciles, nos qued¨¢bamos en la ba?era, sin arriesgarnos absurdamente en alguna maniobra", ampl¨ªa. Pasados esos momentos, los espa?oles tuvieron claro que el Mapfre arribar¨ªa en Barcelona tras ver el Mediterr¨¢neo. "Al pasar el estrecho, en Gibraltar, fue uno de los momentos m¨¢s emocionantes. Est¨¢bamos en el Mediterr¨¢neo; era como estar en casa y sentimos que pod¨ªamos llegar", se?ala Mart¨ªnez. Lo consiguieron si hacer escalas, lo que provoc¨® que fuesen en algunas ocasiones muy despacio. Los franceses, con bastante m¨¢s experiencia que los espa?oles- Jean-Pierre Dick gan¨® la anterior y primera edici¨®n de la World Race-, pararon en Brasil y en Nueva Zelanda para reparar el barco. Algo que, seg¨²n Mart¨ªnez, "pese a perder muchas horas en tierra les permiti¨® volver al mar con el IMOCA 60 al 100%, con velocidad punta". El equipo espa?ol decidi¨® que no iba a parar si no era imprescindible pese a tener problemas en el m¨¢stil y en las velas. Lo consiguieron tres meses despu¨¦s, tras navegar 30.000 millas. Ya pisan tierra.