El Madrid acaba con su pesadilla

Cuando la euforia y las dudas se cruzan siempre suele triunfar la primera, aunque la teor¨ªa, los recursos y la estad¨ªstica discrepen de este pron¨®stico. Hay partidos que se explican desde la pizarra y otros que lo hacen desde las endorfinas. El Madrid alcanz¨® el jueves un cl¨ªmax que persegu¨ªa desde hace tres lustros, una meta parcial que le reconcilia con su her¨¢ldica y le libera de una losa emocional que hab¨ªa atenazado a varias generaciones. Ese impulso de adrenalina les hizo estirar las fuerzas para agarrar el triunfo en la pr¨®rroga ante un Bar?a sin Navarro, en un duelo donde el sudor y la brega se impusieron al academicismo y las pizarras.

Sin tiempo para paladear el orgasmo europeo, llegaba el enemigo azulgrana, un l¨¢tigo para los blancos en la historia reciente. Una sola victoria del Madrid en los 14 ¨²ltimos enfrentamientos sellaba la distancia entre ambos conjuntos.

Demasiadas cuentas pendientes como para que los blancos se entregaran a la autocomplacencia tras alcanzar la Final Four. El partido arranc¨® tenso y vibrante, el¨¦ctrico por momentos. Las primeras chispas saltaron entre Anderson y Su¨¢rez cuando apenas se llevaba minuto y medio. Una antideportiva del alero estadounidense unida al acierto desde el per¨ªmetro de Llull y del propio Su¨¢rez propiciaron un parcial de salida de 15-4 para los de Molin. De inmediato, Xavi Pascual ley¨® la cartilla a los suyos, apret¨® las tuercas en defensa con Sada y Grimau y le dio la batuta a Lakovic.

Los azulgrana lograron un parcial de 0-11 que coloc¨® el 15-15 en el marcador. Pero cuando el Bar?a hab¨ªa conseguido desactivar el per¨ªmetro blanco, Mirotic, Tomic y Velickovic tomaron el testigo y comenzaron a martillear en la pintura. Ni V¨¢zquez, junto a Morris primero, ni Perovic junto a Lorbek despu¨¦s, lograban dar r¨¦plica a los interiores blancos que volvieron a dar vuelo a la apuesta blanca 29-19 mediado el segundo cuarto. Ofuscados en ataque, con Ricky de nuevo desenfocado, y apocados ante el nervio de los madridistas, solo Lakovic manten¨ªa el tipo en el bando azulgrana.

Pero el conjunto de Pascual tiene, incluso sin Navarro, infinitos recursos para plantar cara hasta en las tardes que se tuercen. Confiando en que la fatiga pasara factura a los madridistas con el paso de los minutos, el Bar?a impuso un duelo f¨ªsico y al Madrid comenzaron a abr¨ªrsele las costuras y a v¨¦rsele las vendas. El primero en romperse fue Llull, que llegaba renqueante a la cita y apenas aguant¨® 25 minutos.

Se enfrentaban las dos mejores defensas de la ACB y cada canasta costaba un mundo y val¨ªa oro. Con Llull fuera, Tucker oposit¨® a ca?onero cargado de confianza tras su buen partido del jueves. Enfrente, un desdibujado Anderson evidenciaba las carencias ofensivas del Bar?a, que se sosten¨ªa en el partido a base de m¨²sculo. Un triple de Su¨¢rez volvi¨® a estirar la cuerda para los blancos casi al final del tercer cuarto (50-41). Pero los blancos no encontraban tregua ante un equipo que se agarraba a los rebotes de V¨¢zquez y a la mu?eca de Ingles. Un triple del alero australiano aboc¨® al partido a un desenlace ag¨®nico.

Mientras el Madrid estiraba sus bocanadas, Ingles afinaba su mu?eca. Y ah¨ª apareci¨® Tomic. Una captura del croata bajo su aro y dos puntos en la zona azulgrana otorgaron al Madrid el valioso margen de tres puntos (62-59) cuando quedaba un minuto. Pero Lorbek recibi¨® la falta de Reyes en la frontera del 6,75 y puso las tablas. Anderson y Tomic prologaron la agon¨ªa. Restaban 7,8s. V¨¢zquez tuvo el ¨²ltimo tiro, pero lo err¨®. Pr¨®rroga (64-64).

En el tiempo extra despert¨® Anderson. El verdugo de los blancos en la final de la Copa del Rey puso al Bar?a en la senda de la victoria con 5 puntos consecutivos, pero la quinta falta le llev¨® al banquillo. Los rebotes de Tomic y el pulso en los tiros libres de Su¨¢rez le dieron el triunfo al Madrid que en tres d¨ªas ha conquistado dos cimas largamente ansiadas.

ACB: Real Madrid 77-72 Barcelona