Contador contra todos
El ciclista de Pinto es el gran favorito, pero hay un elenco de ciclistas que bien pueden amargarle el Tour
Hace un mes venci¨® el Giro de forma abrumadora, hasta el punto de que domin¨® la monta?a y los rivales a su antojo. Pero llega al Tour sin hab¨¦rselo preparado, sin el descanso necesario en las piernas. Poca cosa para Contador, que es el principal favorito para imponerse y revalidar el cetro de la ronda gala. Andy Schleck, su gran rival en el curso anterior, s¨ª que ha tenido entre ceja y ceja el Tour, el trofeo que le encumbrar¨ªa definitivamente. Es el rival m¨¢s fuerte, seguido por otros ciclistas de alto copete, como el gran escalador Gesink, el todoterreno Wiggins y el brillante Martin.
Contador. Como acaba de aclarar en el Giro, en el que mostr¨® un estado de forma cercano al del Tour de 2009, cuando est¨¢ en plena forma ning¨²n corredor puede aguantar su ritmo en la monta?a y, casi, en la contrarreloj. Aunque sobre el papel su equipo no es tan fuerte como el de algunos rivales, el escaso kilometraje de la contrarreloj por equipos y la experiencia al volante de Bjarne Riis, uno que conoce como nadie al gran rival, Andy Schleck, al que dirigi¨® en sus dos segundos puestos, compensan esa aparente debilidad. El d¨ªa de Luz Ardiden, la primera cima de los Pirineos, ser¨¢ decisivo.
Andy Schleck. Quiz¨¢s haya que convenir que el risue?o luxemburgu¨¦s dej¨® escapar su gran oportunidad de ganar el Tour en 2010, cuando Contador fue una sombra de su real ser. Oculto casi desde entonces (solo ha dejado ver su hermoso golpe de pedal en la Lieja-Bastogne-Lieja y en un par de etapas de la Vuelta a Suiza, donde hizo sus ¨²ltimos ensayos), sus progresos en monta?a y en contrarreloj, su punto d¨¦bil, son una inc¨®gnita. Cuenta a su favor con un equipo de viejos tipos duros, como Voigt, Cancellara, Fuglsang, su hermano Fr?nk, quienes, en los tiempos en que los dirig¨ªa Riis eran capaces de grandes maniobras conjuntas (como el d¨ªa de 2008 en los Pirineos en que eliminaron a Valverde, aunque a costa de una gran p¨¢jara de Andy...).
Gesink. De car¨¢cter obsesivo-compulsivo, el holand¨¦s es quiz¨¢s el escalador que m¨¢s se le puede acercar a Contador. Su preparaci¨®n, tan minuciosa como cuidada, ha estado enfocada desde enero hacia el Tour de Francia, a quien ha ofrecido en sacrificio toda su alma. Contar¨¢ con un equipo extraordinario, plagado de espa?oles (Barredo, G¨¢rate, Luis Le¨®n), a los que toda la fantas¨ªa les estar¨¢ prohibida. Intentar¨¢ romper la tendencia de los ¨²ltimos a?os que reduce las etapas de monta?a decisiva a un duelo entre los tenores en la ¨²ltima ascensi¨®n con un ataque lejano a dos o tres puertos de la meta, al estilo que tambi¨¦n le fue a Rasmussen, el dan¨¦s tambi¨¦n de Rabobank, en 2007.
Wiggins. La victoria en la reciente Dauphin¨¦ Lib¨¦r¨¦ ha convencido al veterano ingl¨¦s de que tras un a?o de crisis en el que sufri¨® las incertidumbres derivadas de la soberbia con que su equipo, el Sky, entr¨® en el pelot¨®n tradicional, vuelve a ser el mismo que en 2009 acab¨® cuarto, rozando el podio. Su receta es sencilla; resistir en la monta?a a su ritmo, ajenos a los ataques y cambios de los dem¨¢s, como esos caballos a los que ponen anteojeras para que no miren m¨¢s que adelante, e intentar adelantar lo m¨¢ximo posible en la contrarreloj, su ejercicio favorito (este a?o lleg¨® a derrotar a Cancellara en una, y todo). Su equipo, con Rigoberto Ur¨¢n como hombre clave en la monta?a, y Flecha como capit¨¢n de ruta, ha mejorado lo suficiente como para no perder los papeles en los momentos cr¨ªticos.
Martin. Despu¨¦s de su victoria en marzo en la Par¨ªs-Niza (conseguida como Leipheimer en Suiza y Wiggins en la Dauphin¨¦ gracias a su brillo contrarreloj), el alem¨¢n ha estado desaparecido o fuera de combate, lo que, para muchos, es s¨ªntoma de que por fin llegar¨¢ al Tour consciente de sus posibilidades. En la Par¨ªs-Niza mostr¨®, adem¨¢s, verdaderos progresos en la monta?a. Con ser sobre el papel uno de los mejores equipos del mundo, el HTC, sin embargo, no ser¨¢ el mejor sitio para estar durante el Tour para que alguien como Martin que aspire a la general: medio equipo estar¨¢ pendiente de las veleidades del sprinter Cavendish, y el otro medio buscando el brillo individual, la marca de la casa acentuada en esta ocasi¨®n por las dudas sobre la continuidad del proyecto.
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