La tolerada inestabilidad de la AFA

Ser tercero o cuarto en un campeonato continental de f¨²tbol no suele importar mucho, pero en esta rara edici¨®n de la Copa Am¨¦rica tiene su gracia porque quienes compiten no son selecciones estrella, como pudieran ser Brasil y Argentina, ni tan siquiera Chile, para las que esos lugares son casi inexistentes, sino dos equipos revelaci¨®n, dos selecciones por las que nadie daba un centavo al empezar la competici¨®n y que ahora se creen realmente que no es lo mismo ser tercero que cuarto. As¨ª que Per¨² y Venezuela se toman en serio la pelea y sus aficiones, sobre todo la peruana, una comunidad m¨¢s presente en Argentina, se han esforzado hasta el final por calentar el helado ambiente del estadio de La Plata.

Las cosas como son: a los aficionados argentinos no les importa un pimiento qui¨¦n sea tercero o cuarto. Ni tan siquiera les importa mucho si Uruguay gana el domingo a Paraguay en la final (aunque en este caso las grandes comunidades inmigrantes aseguran una final con mucho ambiente y cierto riesgo en el ya castigado estadio del River). Lo que los argentinos discuten es si el presidente de la Federaci¨®n, el incre¨ªble Julio Grondona, va a echar el lunes de una vez al seleccionador, Sergio Batista, y quien ser¨¢ el sucesor.

Los analistas pol¨ªticos argentinos, cercanos al oficialismo o a la oposici¨®n, suelen coincidir en un punto: los ciudadanos quedaron tan hartos de la crisis del corralito en 2001 y del caos pol¨ªtico que provocaron cinco presidentes que se fueron sustituyendo entre un 20 de diciembre (2001) y un 2 de enero (2002), que valoraron mucho la decisi¨®n que tuvo N¨¦stor Kirchner a la hora de recomponer el poder presidencial. Es decir, lo que les incomoda profundamente es la inestabilidad y la impresi¨®n de un poder d¨¦bil. La pesadilla de un argentino seria, por ejemplo, B¨¦lgica, que lleva m¨¢s de 400 d¨ªas sin formar gobierno sin que, en el fondo, pase nada.

En el ¨²nico lugar donde asombrosamente Argentina tolera la inestabilidad es en la direcci¨®n de la selecci¨®n nacional de futbol, donde ya van cinco t¨¦cnicos en 10 a?os y la lista contin¨²a aumentando, sin que el responsable, Grondona y su entorno, parezca sufrir desgaste. Ahora solo falta que la Sub 20 se estrelle en el Mundial que comienza el pr¨®ximo viernes en Colombia o que Argentina sufra para clasificarse para el Mundial de Brasil 2014 sin que pase nada (por ejemplo, sin que Grondona deba abandonar finalmente la Asociaci¨®n del F¨²tbol Argentino, AFA, en helic¨®ptero), para que todos los esquemas que manejan los analistas pol¨ªticos del pa¨ªs se resquebrajen.