El Bar?a da la carta de libertad a Milito

Amag¨® en Navidad, cuando la ausencia de minutos y el tedio del banquillo comenzaban a consumirle, y ha hecho efectiva su marcha ahora, siete meses despu¨¦s, consciente de que volver¨ªa a disponer de muy pocas oportunidades en la retaguardia del Bar?a. El club azulgrana le concedi¨® ayer la carta de libertad al argentino Gabi Milito, que despu¨¦s de cuatro campa?as en el club azulgrana pondr¨¢ rumbo a Avellaneda, en Buenos Aires, para lucir de nuevo la camiseta del Independiente, aquella que llev¨® de ni?o y adulto, antes de dar el salto a Europa.

El Mariscal, que pese a su testimonial paso por el c¨¦sped del Camp Nou se convirti¨® en uno de los pesos pesados del vestuario, abandona la nave azulgrana en busca del protagonismo perdido en los ¨²ltimos ejercicios. A punto estuvo de hacerlo en el pasado mercado de invierno, cuando una profunda conversaci¨®n con Guardiola le fren¨®. "?l ha sido la clave para que me quede. Me ha dicho que soy importante", argument¨® entonces el jugador. "Estoy encantado con Gaby. Cuento, y mucho, con ¨¦l", expuso el t¨¦cnico, que, no obstante, apenas le dio carrete el resto del curso.

Pero por todos era sabido que la figura de Milito hac¨ªa bien a Messi, su amigo ¨ªntimo en el vestuario. Tambi¨¦n se lo deb¨ªa Milito a Guardiola, que ante de coger el equipo, en 2008, fue a visitarle al hospital cuando su ligamento volvi¨® a hacerse trizas en una semifinal de la Champions frente al Manchester United. Fue el 29 de abril de 2008. Los galenos intentaron recomponer la articulaci¨®n, pero la primera intervenci¨®n quir¨²rgica, muy compleja, no termin¨® con sus problemas y el futbolista se resinti¨®, por lo que tuvo que ser sometido posteriormente a una artroscopia.

Los seis meses augurados de inicio por los m¨¦dicos se prolongaron en siete m¨¢s, hasta los 13, cuando el zaguero pis¨® otra vez el c¨¦sped, 580 d¨ªas despu¨¦s, el 30 de noviembre de 2009. Tras una campa?a en blanco -algo que no impidi¨® que el grupo le agregase a los festejos de los t¨ªtulos-, El Mariscal regres¨® con fuerza y gan¨® peso en el once, como ya lo hiciese en su primer a?o a las ¨®rdenes de Frank Rijkaard. Pero su musculatura de cristal le torpede¨® durante el ¨²ltimo curso y qued¨® relegado a un segundo plano, con la misi¨®n de proteger a Messi y coordinar en la sombra el vestuario. "Es una de las personas que m¨¢s me ha ense?ado en el mundo del f¨²tbol", suele reconocer Piqu¨¦, tambi¨¦n central azulgrana.

Valladar de Argentina en la Copa Am¨¦rica, en la que la disput¨® todos los minutos hasta que cay¨® en cuartos de final ante Uruguay, ya por entonces se rumoreaba que estaba hecho su traspaso con el Independiente, su casa. Han sonado clubes como el M¨¢laga y el Zaragoza, pero el central regresa a Argentina tras su paso por el Camp Nou con un saco de t¨ªtulos, 75 partidos y dos goles en su expediente. Un rendimiento alejado del que ofreci¨® previamente en el Zaragoza, donde alz¨® dos cetros (la Copa del Rey y la Supercopa de Espa?a), pero donde su jerarqu¨ªa le otorg¨® el brazalete de capit¨¢n, con 172 encuentros a sus espaldas.