Italia la toca, Espa?a padece
La selecci¨®n de Del Bosque, blanda y desconcertada ante un equipo que ensaya un nuevo ideario
Pocos pueblos han sido capaces de reinventarse ante las penurias con m¨¢s creatividad y aliento vital que el italiano. En todos los ¨¢mbitos. Tambi¨¦n en el f¨²tbol. Despu¨¦s del fracaso del Mundial de Sud¨¢frica, la selecci¨®n de Italia emprendi¨® una b¨²squeda. Nuevo entrenador, nueva generaci¨®n, y nuevas ideas. Por lo visto ayer en Bari, ante una l¨¢nguida Espa?a, el empe?o azzurro no va mal encaminado.
La historia ha dotado a la selecci¨®n italiana de una identidad que se relaciona menos con la vocaci¨®n defensiva que con una forma de cautela anal¨ªtica, en ocasiones est¨¦ril, a la hora de afrontar los partidos. A veces, esta tendencia a la precauci¨®n, con una dosis de orgullo nacionalista, ha distorsionado los sentimientos y las ideas que se formaron alrededor del f¨²tbol italiano. Muchos han olvidaron que el calcio ha producido algunos de los futbolistas m¨¢s finos que ha dado Europa, y que, en m¨¢s de una ocasi¨®n, cuando se reunieron fueron capaces de ofrecer momentos sublimes. Momentos sin los cuales Italia no habr¨ªa sido nunca una potencia. Prandelli, el nuevo seleccionador, ha advertido que el juego atraviesa una ¨¦poca que exige desaf¨ªos nuevos. Para afrontarlos ha puesto el ¨¦nfasis en el medio campo. En los int¨¦rpretes, antes que en los definidores puros. Ayer dibuj¨® un 4-3-2-1 para poblar la parte ancha del campo con jugadores m¨¢s capaces de asociarse que de marcar: Pirlo y De Rossi para iniciar, Motta para acompa?ar, y Montolivo para ejercer de enganche junto con Cassano. En punta, todo menos un habitante permanente del ¨¢rea: Giuseppe Rossi.
ITALIA 2 - ESPA?A 1
Italia: Buffon; Maggio, Ranocchia (Bonucci, m.77), Chiellini, Criscito; De Rossi (Aquilani, m.65), Pirlo, Motta (Marchisio, m.46); Montolivo (Nocerino, m.74); Rossi (Pazzini, m.59) y Cassano (Balotelli, m.59).
Espa?a: Casillas (Vald¨¦s, m.46); Iraola (Villa, m.46), Piqu¨¦ (Busquets, m.45), Ra¨²l Albiol, Arbeloa; Javi Mart¨ªnez, Xabi Alonso; Iniesta (Thiago, m.46), Cazorla (Mata, m.80), Silva; y Fernando Torres (Fernando Llorente, m.15).
Goles: 1-0, m.11: Montolivo. 1-1, m.37: Xabi Alonso de penalti. 2-1, m.83: Aquilani.
?rbitro: Felix Brych (GER). Amonest¨® a Chiellini (66) y a Balotelli (90) por Italia, y a Arbeloa (56) por Espa?a.
50.000 espectadores en el estadio San Nicola de Bari.
Espa?a empez¨® la noche con displicencia. Se tom¨® media hora para entrar al partido, inconsciente del cumplimiento de los deberes defensivos y con imprecisiones en la salida de la pelota. Lo pag¨® con sobresaltos. Montolivo y Cassano no tardaron en demostrarle al p¨²blico que se entend¨ªan de memoria. Cassano, resuelto a destacarse ante su gente, busc¨® a su colega casi exclusivamente con el tac¨®n. Montolivo supo anticiparse a los pases y oblig¨® a la defensa espa?ola a realizar movimientos inesperados, con prejuicio de los laterales. Cuando estos intercambios se orientaban hacia la derecha, aparec¨ªa Rossi, cuando iban hacia la izquierda, el que se asomaba era Criscito. Este lateral zurdo de botas fluorescentes y zancada el¨¦ctrica brind¨® a Italia un instrumento ofensivo del que Espa?a ayer no dispuso: un lateral profundo. Criscito aprovech¨® mejor que nadie la descolocaci¨®n en la zaga espa?ola y, sobre todo, el desconcierto de Iraola. Hab¨ªan transcurrido diez minutos cuando midi¨® el desmarque de Montolivo y le meti¨® un pase tenso y con freno a la espalda de Iraola. El media punta de la Fiorentina hizo un movimiento circular de adentro hacia afuera y cuando intercept¨® la pelota tir¨® la diagonal y la pic¨® por encima de Casillas sin que Piqu¨¦ pudiera hacer nada para cerrar.
El nuevo rumbo ideol¨®gico de Italia se reflej¨® con la ventaja. El equipo se repleg¨® unos metros pero no regal¨® ni un bal¨®n. Conscientes de que no contaban con ning¨²n jugador capaz de ganar f¨¢cil por arriba, ni 'tonis', ni 'vieris', ni 'chinaglias', los italianos elaboraron las jugadas desde atr¨¢s, buscando avanzar por afuera, retrasando y volviendo a empezar, casi siempre con Pirlo como primer distribuidor. Sin meter pelotazos, Italia manej¨® mejor el partido. Criscito mand¨® un tiro al travesa?o y Cassano estuvo a unos cent¨ªmetros de embocar un remate cruzado. Casillas resolvi¨® el mano a mano despejando con el pie.
Fue un partido vibrante, de un nivel excelente teniendo en cuenta que la mayor¨ªa de los jugadores no han acabado la pretemporada. Espa?a pag¨® su falta de solidaridad. La lesi¨®n de Torres no contribuy¨® a que sus compa?eros encontraran el destino de las jugadas. Esto no sucedi¨® hasta que Iniesta empez¨® a ofrecerse para darle mayor coherencia a los avances en campo contrario. Javi Mart¨ªnez, que ejerci¨® de 'ocho' improvisado por delante de Xabi Alonso, se mostr¨® inc¨®modo en esas posiciones avanzadas. Casi nunca se encontr¨® con Cazorla e Iniesta y por ah¨ª Espa?a perdi¨® fluidez.
La activaci¨®n de Iniesta en los minutos finales del primer tiempo alumbr¨® lo mejor del equipo espa?ol. Una apertura de Iniesta, que encontr¨® a Cazorla solo en la izquierda, propici¨® el centro que necesitaba Llorente. Acosado por Chiellini desde que entr¨® por Torres, el delantero del Athletic logr¨® ganar la posici¨®n pero su marcador se lo impidi¨® con un agarr¨®n. Al menos esto pit¨® el ¨¢rbitro. Xabi meti¨® el penalti y equilibr¨® el partido. Pero Espa?a se fue al descanso con muchas cuentas pendientes y m¨¢s dudas t¨¢cticas que su rival. Un tir¨®n invit¨® a Piqu¨¦ a pedir el cambio y puso a Del Bosque ante un problema. En el descanso el seleccionador sustituy¨® a Iraola por Busquets y retras¨® a Javi Mart¨ªnez al centro de la defensa para ocupar el espacio dejado por Piqu¨¦. En el medio campo, retir¨® a Iniesta e hizo debutar a Thiago.
Espa?a tampoco consigui¨® salvar los problemas que le plante¨® Italia en la segunda parte. Prevaleci¨® la intermitencia, los contragolpes impetuosos, casi siempre conducidos con decisi¨®n por Silva, que vuelve a parecerse al jugador excepcional de 2008. Precisamente Silva en una ocsi¨®n, y Llorente en otra, casi mandan sendos balones a la red. Espa?a intent¨® sacar partido del desorden t¨¢ctico generado en Italia por los cambios de la segunda parte. Pero le falt¨® claridad y pegada. Eso es lo que hizo Aquilani con un remate desde fuera del ¨¢rea que toc¨® en un defensa y confundi¨® a Vald¨¦s. El gol, producto de un hecho circunstancial como el rebote, sin embargo, premi¨® el coraje y la capacidad de Italia para reinventarse.
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