La jaula blanca
El Madrid ejerci¨® una presi¨®n adelantada que desmont¨® al Bar?a, pero no a Messi
Estratega como pocos, Mourinho exprimi¨® con un ejercicio posicional las virtudes de su equipo ante el Bar?a, con un expresivo retardo en el Bernab¨¦u, un tanto plomizo ante la efervescencia y el tono f¨ªsico del rival. Pero Messi, que genera p¨¢nico en cualquier parcela, no entiende de jaulas. Resulta que al Madrid, rodado -su once acumulaba 3.882 minutos en esta pretemporada por los 2.268 de los azulgrana- y con gazuza, le alcanzaron las piernas para presionar en campo ajeno. Algo que hiri¨® al equipo azulgrana, menguado de inicio sin Piqu¨¦, Xavi ni Busquets, la columna vertebral para jugar el bal¨®n. Pero apareci¨® Messi y se las ingeni¨® para explicar lo contrario. Al Madrid, al final, se le acab¨® la gasolina y ninguno de los suplentes fue capaz de revertir el duelo.
Casillas. Poco exigido durante todo el partido, no se signific¨® en los dos goles. En el de Villa nada pudo hacer; en el de Messi, poco.
Vald¨¦s. Mantuvo al Bar?a vivo, seguro bajo los palos, excepcional en un remate a contrapi¨¦ que ejecut¨® Benzema. No tuvo culpa en los goles, pero borde¨® un penalti infantil al sacar el brazo tras despejar el bal¨®n ante Ronaldo.
Alves y Adriano. Poco brasile?os. Alves no fue el carrilero que acostumbra, pendiente del retrovisor y de Ronaldo que de ganar metros en su banda. Adriano tampoco se present¨® en el campo rival y menos ayud¨® en la salida.
Ramos y Marcelo. Ambos cerraron bien la zaga, atentos a las diagonales contrarias. Pero perdieron en los escasos duelos individuales que se les presentaron: Ramos con Villa en la jugada del primer gol; Marcelo con Messi, que le solt¨® un puntapi¨¦ cuando el bal¨®n estaba lejos de su posici¨®n, y con Pedro, que le rompi¨®.
Pepe y Carvalho. Los centrales apenas trabajaron durante 89 minutos. Pero Messi les busc¨® las cosquillas en una ocasi¨®n y les dej¨® sentados para marcar el segundo tanto azulgrana. Pepe pec¨® de agresivo, con patadas a destiempo a Alves y a Pedro.
Mascherano y Abidal. El argentino, mediocentro por naturaleza, ya es un habitual en el eje de la zaga. No es una v¨ªa de escape para iniciar las jugadas, pero s¨ª que es un excelente corrector. Lo agradeci¨® Abidal, que siempre lleg¨® tarde, que no supo dar un paso hacia delante con el bal¨®n y que no le pill¨® el truco a Benzema.
Khedira y Xabi Alonso. Destructor, el alem¨¢n vio una amarilla por reiteraci¨®n de faltas. En una de esas le freg¨® la cara a Abidal con los tacos. El espa?ol dio sentido al ataque del Madrid, pero no enlaz¨® con la delantera. Acert¨®, sin embargo, a resolver un bal¨®n cedido por Pepe en el gol del empate.
Keita, Thiago, ?zil y Di Mar¨ªa. Inexistentes. El mediocentro azulgrana se limit¨® al trabajo de recuperaci¨®n y a Thiago le super¨® el partido, por m¨¢s que dejara destellos de calidad a modo de regate. Al medio alem¨¢n no se le vio durante el partido hasta que, oportunista, apareci¨® para ponerle el lazo a una jugada de Benzema. Di Mar¨ªa estuvo sobre el c¨¦sped.
Iniesta. Con Thiago y Keita como compa?eros en el eje, se le exig¨ªa que moviera al equipo. Pero se encasquill¨®, m¨¢s h¨¢bil en descontar rivales con la conducci¨®n, habituado a encarar.
Cristiano Ronaldo. Poco protagonista en el extremo izquierdo, cuando cogi¨® el bal¨®n no acert¨® en la toma de las decisiones, casi siempre con el disparo como acci¨®n final. Vald¨¦s desbarat¨® en dos ocasiones sus disparos, faltos de colocaci¨®n o de fuerza.
Messi. Ley¨® como nadie el partido para desatascar al equipo, para darle una soluci¨®n ante el apuro. Harto de no tocar el bal¨®n, baj¨® hasta la medular, hasta el eje. De Mascherano a Messi y un pase en profundidad que planta a Villa ante Ramos, que acaba en gol. Tocado en lo an¨ªmico el Madrid, Leo se creci¨®, hasta el punto de que pele¨® un bal¨®n, realiz¨® un eslalon de esos que quitan el hipo, sent¨® a dos y bati¨® a Casillas. No le hizo falta hacer nada m¨¢s.
Benzema: Ariete may¨²sculo, el franc¨¦s revent¨® a Abidal con sus desplazamientos laterales y con sus quiebros. Incisivo, no vio puerta por poco, pero se personific¨® como asistente, con el pase de gol a ?zil. Todo un tormento de dif¨ªcil detenci¨®n.
Alexis: Jug¨® su primer partido como azulgrana en el Bernab¨¦u y contra el Madrid. Ayud¨® mucho en defensa, pero se atasc¨® en el regate y en el desborde.
Villa. Se llev¨® la bronca en el primer gol rival por no presionar donde tocaba. Pero se redimi¨® con un golazo, una obra de arte que quit¨® el polvo a la escuadra.
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