"No esperaba la victoria"

Una mel¨¦ antes del partido y una sardana conjunta despu¨¦s del mismo para celebrar la Supercopa, un t¨ªtulo en el que el Bar?a part¨ªa en desventaja f¨ªsica pero con superioridad en la punter¨ªa. "Sinceramente, no me esperaba la victoria antes de empezar a disputar la Supercopa", se?al¨® Pep Guardiola, entrenador azulgrana; "pero estos jugadores han hecho un esfuerzo inhumano, algo tit¨¢nico porque estaban muy lejos de su forma". El duelo lo resolvi¨® Messi con dos goles, el segundo a ¨²ltima hora -su noveno tanto en los seis ¨²ltimos cl¨¢sicos-, pero lo estrope¨® un rifirrafe final, donde hubo algo m¨¢s que empellones. Relaciones rotas, hasta el punto de que al finalizar el partido, ning¨²n jugador se tendi¨® la mano.

Cerr¨® el Madrid las l¨ªneas de pase en campo ajeno pero dej¨® descubiertos atr¨¢s, donde Pedro, profundo como pocos, se relami¨® porque lanzaba carreras al hueco, el martirio de Coentr?o, que le cambi¨® la posici¨®n a Marcelo en el segundo acto. "Nos han venido a buscar. Hemos encontrado espacios a la espalda", resumi¨® Andoni Zubizarreta, director deportivo azulgrana. Fue la mejor v¨ªa de escape del Barcelona. "Ellos se quedaban con defensa de tres porque Pepe sale mucho y los de arriba hac¨ªan da?o con los movimientos en profundidad. Pedro siempre hace muy buenos partidos contra el Madrid, Leo y David tambi¨¦n han hecho muy bien su trabajo, tenemos jugadores que hacen da?o", insisti¨® Guardiola. El plan, adem¨¢s, pasaba por poner a Alexis en la segunda mitad, pero se resinti¨® en el calentamiento. "Nos hubiese ayudado mucho en el juego profundo", aclar¨®.

Aunque s¨ª lo hizo Iniesta, que tambi¨¦n entendi¨® la propuesta al aplicar una de las m¨¢ximas de Guardiola, que exige que los jugadores de la segunda l¨ªnea rompan desde atr¨¢s porque se multiplica la sorpresa. Iniesta, entonces, tir¨® la diagonal, se desmarc¨® entre los dos centrales y por detr¨¢s de la espalda de Pepe. Asistencia de Messi, pausa, mirada al frente, pie por debajo, cuchara y por encima de un Casillas, ya arrodillado.

Para Messi, habilidoso y el¨¦ctrico como es, los espacios es algo relativo. "Ha necesitado medio cent¨ªmetro", le elogi¨® Zubizarreta. Lo justo para que cogiera el bal¨®n, lo dejara a Piqu¨¦ y, tras un taconazo del central -"ha sido de casualidad", coment¨® el central-, en el ¨¢rea, La Pulga resolvi¨®. Como en el tercer gol, que lo celebr¨® ante las narices de Mourinho, con el pu?o alzado. "Recordaremos estos partidos porque tienen mucha emoci¨®n, porque cada vez nos exigen m¨¢s", convino Guardiola. "Yo no tengo palabras para explicarlo", intervino Cesc; "estaba tan nervioso que hasta me ha costado ponerme las espinilleras". Y Piqu¨¦ remat¨®: "Con Messi no se puede. Ha venido en chanclas... y dos goles". Un nuevo t¨ªtulo para el Bar?a de Guardiola, que ya suma 11, los mismos que obtuvo Johan Cruyff como entrenador azulgrana.

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