M¨¢rquez es mucho M¨¢rquez

P¨ªcaro, listo y espont¨¢neo. Marc M¨¢rquez solo ten¨ªa que cogerle el punto a la categor¨ªa intermedia, a una nueva moto y a su jefe de mec¨¢nicos, Santi Hern¨¢ndez, con el que ya se entiende a la perfecci¨®n. El resto viene de serie: el talento para ir r¨¢pido, la inteligencia para indicar c¨®mo poner a punto su Suter, la capacidad de pilotar como el d¨ªa, el asfalto y sus neum¨¢ticos requieran en cada momento; m¨¢s fino en unos momentos, m¨¢s agresivo en otros. En Indian¨¢polis toc¨® rodar suave, sin exigir demasiado a las gomas con las que calz¨® su moto, pues el terreno, sucio y resbaladizo, no ayudaba a salirse de la trazada. Un d¨ªa antes de la carrera, M¨¢rquez ced¨ªa terreno a la evidencia: "El t¨ªtulo es posible. ?Qu¨¦ voy a decir! Es la pura realidad. Solo digo lo que hay", se?alaba, risue?o, tras apuntarse la pole el s¨¢bado, la cuarta consecutiva.

Los n¨²meros est¨¢n ah¨ª. Y exhibiciones como las de este domingo, en el que, adem¨¢s, asisti¨® a un fallo del l¨ªder del campeonato, Stefan Bradl, tambi¨¦n. Con su quinta victoria del curso, M¨¢rquez ya solo depende de s¨ª mismo para proclamarse campe¨®n de la categor¨ªa intermedia. Un premio que nadie le exige, pero que ¨¦l pretende. El triunfo del espa?ol y el error de Bradl el s¨¢bado, que oblig¨® al alem¨¢n a salir desde la 22? posici¨®n de la parrilla de salida, propiciaron el golpe de efecto del chico de Cervera, el novato m¨¢s brillante en Moto2, 18 a?os y un futuro prometedor. La sexta posici¨®n final del alem¨¢n, toda una remontada, sobre todo dadas las condiciones de la pista, deja a M¨¢rquez a 28 puntos. Y puesto que faltan seis carreras para el final del campeonato, el espa?ol, por vez primera, depende de s¨ª mismo para dar la campanada. Si M¨¢rquez ganara todas las carreras, el alem¨¢n habr¨ªa perdido el cetro. Eso s¨ª, necesitar¨ªa seguir haciendo historia. Recortarle esa cantidad de puntos al tranquilo Bradl, con quien comparte dulzura en la pista y fuera de ella, no ser¨¢ tarea f¨¢cil.

M¨¢rquez lo hizo sin querer. Era solo la s¨¦ptima vuelta y aguantaba a rueda de Simone Corsi, con la intenci¨®n de no desgastar demasiado los neum¨¢ticos ni meterse en problemas antes de tiempo. Pero el italiano era demasiado lento. As¨ª que, no le qued¨® m¨¢s remedio que ponerse en cabeza. Lo adelant¨® al final de la recta de meta, sin remedio. Y se lanz¨® de cabeza a por la victoria. Ya no dud¨® ni un segundo, pues nadie era capaz de seguirle el ritmo. As¨ª que fue abriendo distancias curva a curva, vuelta a vuelta.

La sorpresa lleg¨® por detr¨¢s, primero con el error de Corsi, que se llev¨® un susto tremendo y perdi¨® un pu?ado de posiciones, luego con el de Iannone, a quien adelantaron Tito Rabat y Pol Espargar¨®, que aguardaban, agazapados, a la espera del fallo, en ese grupo en lucha por el podio. Tuvieron su recompensa. Una recompensa en un a?o en que las cosas no ruedan con tanta facilidad como lo hac¨ªan en 125cc, donde ambos, sobretodo Pol, brillaban cada fin de semana. A ocho vueltas, el peque?o de los Espargar¨® adelant¨® a su colega para asegurarse su primer segundo puesto en Moto2. Pero la mayor alegr¨ªa se concentr¨® en el podio de Indian¨¢polis, repleto de pilotos espa?oles por vez primera en la historia de la categor¨ªa intermedia.