Cambian las caras, se mantiene el guion

La en¨¦sima reinvenci¨®n getafense present¨®, de partida, la paradoja de la cotidianidad. Despu¨¦s de 11 llegadas y 12 salidas, la vida sigue igual en el Coliseum. Una revoluci¨®n para conservar la esencia. Un cambio de cromos a¨²n por fraguar. Cuatro de los nuevos formaron de inicio en el once de Luis Garc¨ªa -que vivi¨® su debut en la grada por una sanci¨®n del curso pasado-, que tambi¨¦n dio la alternativa al canterano Abdel, la m¨¢s tierna de las promesas azulonas. El ¨²nico de los j¨®venes que alternaron el filial con el primer equipo al que M¨ªchel no le dio minutos en Primera. Y, al menos de inicio, la disposici¨®n no pudo ser mejor. Con las ideas claras y los movimientos perfectamente acompasados, los locales buscaron ponerse guapos para la foto del estreno coreografiando las lecciones ensayadas en verano. Meticulosidad en el trato del bal¨®n y posesiones manufacturadas, parecen de nuevo las claves de un met¨®dico guion que ha hecho fortuna en las ocho temporadas del Getafe en Primera.

Enfrente, como si de almas gemelas se trataran, Juan Ignacio Mart¨ªnez recibi¨® el encargo de dar continuidad a la hoja de ruta implantada por el propio Luis Garc¨ªa en sus tres cursos como t¨¦cnico granota y, mientras mezcla las nuevas piezas y recompone el ecosistema, tambi¨¦n apuesta por lo de toda la vida. Ballesteros sosteniendo con marcialidad la l¨ªnea defensiva y Valdo ingeni¨¢ndoselas, casi en solitario, para ponerle v¨¦rtigo y ocasiones. Y tan aplicados estaban ambos conjuntos que la sorpresa no encontraba resquicios y la modorra iba ganando terreno, sin apenas ocasiones, sin emoci¨®n. Siempre m¨¢s impulsivos los azulones, siempre m¨¢s timoratos los granotas. Ambos igual de romos.

Pero, a la hora de partido un agente extra?o destartal¨® las piezas de la maqueta. Sarabia salt¨® al campo y se incrust¨® en las filas enemigas con el talento por bandera. El ingenio del campe¨®n de Europa sub 19 cortocircuit¨® a la defensa granota y, cuando apenas llevaba dos minutos en el tapete, enhebr¨® un pase genial por la ¨²nica rendija del dique levantinista. Lacen le puso el v¨¦rtigo, con una pared sutil, y Miku la pegada con un zapatazo con el que fusil¨® a Mun¨²a.

El fogonazo despert¨® al Levante, que tambi¨¦n encontr¨® la soluci¨®n en el banquillo. Aranda persigui¨® con denuedo un bal¨®n intrascendente, brace¨® en su busca con la desesperaci¨®n con la que un n¨¢ufrago persigue su tabla de salvaci¨®n, y encontr¨® el premio. Juanlu le secund¨® en su voluntarismo y firm¨® el empate con un intencionado tiro cruzado. Un guion conocido en Getafe.

Getafe 1 - Levante 1