El nervio seg¨²n Pestano
El disc¨®bolo canario se clasifica con facilidad para la final, pero su reino es de otro mundo, no el de las medallas
Sali¨® el sol en Daegu, pero, como dice Wyoming, solo lo hizo para hacer da?o. "Menos mal que me fui pronto de la pista, si no lo hago me derrito", dijo Mario Pestano, que es canario y logr¨® clasificarse para la final de lanzamiento de disco (hoy, 12.55) con 65,13 metros a la primera (la tercera marca de los participantes: el otro espa?ol con posibilidades, Frank Casa?as, lesionado en el aductor, no pudo ni hacer un lanzamiento).
A Pestano, que a los 33 a?os ha empezado a estudiar fisioterapia en Sevilla, le temblaba hasta el boli el d¨ªa del primer examen. "Enseguida comprend¨ª que lo de los estudios es como el atletismo", dice el plusmarquista espa?ol (69,50 metros, una marca de elite a nivel mundial). "Hay que trabajar mucho, estudiar todos los d¨ªas, y luego, llegado el d¨ªa se?alado hay que saber darlo todo". Los estudios le han ense?ado tambi¨¦n que en la vida hay m¨¢s cosas que el atletismo y que no es malo relativizar, que es mejor no obsesionarse. "He pasado el curso en Sevilla, estudiando y entren¨¢ndome solo, con mi entrenador, Luis Lizaso, en Barcelona, y luego en junio he ido a Sant Cugat a afinar la preparaci¨®n para el Mundial".
Quiz¨¢s por todo ello, Pestano, porque un disco no es un boli, Pestano se acerc¨® m¨¢s tranquilo que nunca al c¨ªrculo de lanzamiento, no dud¨® ni un instante en hacer lo que ten¨ªa que hacer y el disco sali¨® suave de su manaza, vol¨® hermoso, y le clasific¨® para su quinta final consecutiva. "Eso es, soy un Mario m¨¢s maduro, un Mario cambiado, un Mario que sabe lo que hace", dice. "He lanzado tranquilo pero con nervio, esa es la clave, el nervio, y quiz¨¢s antes no he sabido sacarlo". A Pestano se le habla de medallas y ¨¦l, inmediatamente, con cara de mi reino no es de este mundo, cambia de discurso. "No se trata de medallas", dice Pestano, quien no quiere ni saber lo que han hecho los rivales, que Zovago, el que m¨¢s ha lanzado esta temporada, no se ha clasificado, que el campe¨®n mundial Harting est¨¢ tocado en una rodilla, que Malachowski parece m¨¢s fuerte que Kanter, que ninguno lleg¨® a 65,50 metros, la marca fijada para el corte... "En la final solo quiero salir satisfecho de mi actuaci¨®n, saber que lo he dado todo, llegue donde llegue. Conf¨ªo en m¨ª, en mis posibilidades, pero mi secreto es saber que todo se trata de hacerlo bien donde haya que hacerlo".
"Y encima nos ha salido el sol, qu¨¦ asfixia, y un sol que pica de verdad, y la humedad...", se quejaron a coro los tres espa?oles del 3.000 obst¨¢culos, a los que toc¨® competir en series, con escaso ¨¦xito, a las 11 de la ma?ana coreanas. Ninguno de los tres, V¨ªctor Garc¨ªa, Tom¨¢s Tajadura y ?ngel Mullera, tres nombres nuevos que reflejan la renovaci¨®n dr¨¢stica, acelerada, de una prueba que en Espa?a cuenta con buen pedigr¨ª. Dos de ellos, Garc¨ªa, de Madrid, y Tajadura, de Burgos, debutaban en un Mundial, y Mullera, de Lloret de Mar, repet¨ªa tras Berl¨ªn. "Dennos tiempo", ped¨ªa Mullera, "que los de la generaci¨®n anterior [la de Berlanas, Eliseo, Penti, Blanco] empezaron a entrar en las finales ya mayores". Quiz¨¢s el atleta que mejor simboliza el cambio global en la prueba sea Tajadura, que tiene 26 a?os, es ingeniero agr¨®nomo (acaba de entregar el proyecto y ahora va a cursar, ¨®rdenes de Bolonia, un grado) y hasta este a?o no hab¨ªa empezado a entrenarse en serio. Y pese a haber ganado el campeonato de Espa?a a¨²n se siente en cierta tierra de nadie. Por eso no rindi¨® como esperaba, dice. "No me cre¨ªa que estaba donde estaba", dice.
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