Un nulo de leyenda

?No quer¨ªas leyenda? Toma leyenda.

Usain Bolt no deja resquicio. Lo quiere todo. Tambi¨¦n, incluso, el premio a la estupidez. Nadie ser¨¢ nunca como ¨¦l. De eso se trataba, ?no?

En su carrera para convertirse en el mejor atleta de la historia, en legendario, en ¨²nico, que de eso no hace m¨¢s que hablar, al hombre m¨¢s r¨¢pido de la historia, al atleta que ha revolucionado la velocidad, solo le faltaba esto, a?adir a sus extraordinarios logros -recuerden: doble campe¨®n ol¨ªmpico y mundial de 100 y 200 metros con r¨¦cord mundial acompa?ando cada uno de los cuatro t¨ªtulos- otro quiz¨¢s tambi¨¦n inigualable, el de convertirse en el primer megafavorito descalificado de una final de un Mundial por una salida nula. Fue como si a Messi le hubieran sacado la tarjeta roja por hacer el gamba en el primer minuto de la final de la Champions. La afici¨®n se qued¨® muda; los fot¨®grafos, desesperados. Hab¨ªan dispuesto decenas de c¨¢maras alrededor de la llegada para accionarlas a distancia creyendo que toda la acci¨®n estar¨ªa en la llegada, en los gestos de Bolt al cruzar destacado la raya final, ignorantes de que anoche, noche fresca y h¨²meda, viento en contra, la historia estaba en la salida.

Bolt no deja resquicio. Lo quiere todo. Tambi¨¦n, el premio a la estupidez

Se lanz¨® antes de que el reloj empezara a medir el tiempo de reacci¨®n

Nada m¨¢s anticiparse exageradamente -se considera salida nula un tiempo de reacci¨®n inferior a 100 mil¨¦simas de segundo: se lanz¨® antes incluso de que el reloj empezara a medir, antes incluso del sonido del disparo-, Bolt se dio cuenta de la burrada que hab¨ªa hecho y por primera vez en su carrera estelar se observ¨® que era uno que no sab¨ªa d¨®nde meterse. Se arranc¨® la camiseta como si le quemara, se insult¨® interiormente, se convirti¨® en un ni?o al que han pillado en una travesura. Tierra, tr¨¢game. Por primera vez huy¨® de las c¨¢maras.

Sus rivales, paralizados, ?qu¨¦ hacemos ahora?, tardaron en reaccionar. Despu¨¦s de haber perdido a los mejores secundarios -la lesi¨®n interminable cuando se acercan las grandes citas de Asafa Powell, la lesi¨®n de masoquismo de Tyson Gay, los positivos de Mullings y Rodgers-, la prueba estelar de los Mundiales, la que crea las estrellas, la que justifica todo el montaje, se quedaba tambi¨¦n sin su protagonista principal, sin la estrella que sosten¨ªa sobre sus altas espaldas toda la producci¨®n.

El espect¨¢culo se hundi¨® irremisiblemente v¨ªctima parad¨®jica de una regla, la m¨ªtica 162.7, introducida en enero de 2010, que, en aras de favorecer el espect¨¢culo precisamente, de agilizar las carreras, castiga la primera salida nula con tarjeta roja directa, eliminando la amonestaci¨®n previa.

"La gente hab¨ªa venido a ver al campe¨®n ol¨ªmpico y mundial, al recordman, y se ha ido decepcionada", dijo Kim Collins, el veterano velocista de Saint Kitts y Nevis, campe¨®n del mundo en Par¨ªs 2003, que se benefici¨® de la descalificaci¨®n de Bolt para alcanzar la medalla de bronce con 35 a?os. Pese a eso, a?adi¨®: "Espero que la federaci¨®n recapacite y estudie de nuevo esa regla".

La afici¨®n hab¨ªa llenado el estadio para ver ganar a Bolt y vio ganar a Yohan Blake, que no es lo mismo ni tampoco es igual, aunque resulte que es el mejor amigo de Bolt, con el que incluso comparte entrenador, Glen Mills; club, bromas, chistes y gustos musicales, Vybz Kartel, el dance-hall, las fiestas en Gaza, el gueto de Kingston, aunque no las rastas.

Bolt dice de ¨¦l que es "una bestia" y Blake, de 21 a?os, cuatro m¨¢s joven que su amigo, lo demostr¨® en la final. Sali¨® muy r¨¢pido, dej¨® claro el asunto desde el principio ante el norteamericano Walter Dix, el principal rival, un lento en los tacos, y, aunque Collins no se dej¨® adelantar hasta los segundos 50 metros, en ning¨²n momento se dud¨® de la ejecuci¨®n de Blake.

"Vivo una situaci¨®n agridulce", dijo el nuevo campe¨®n del mundo, que es un atleta de futuro, aunque nunca ha pisado los terrenos de los 9,7s como Powell o los de los 9,6s como Gay ni mucho menos los de los 9,5s, donde solo habita Bolt. Su mejor marca es 9,89s, del a?o pasado, pero en estos Mundiales, en el que las pruebas se han corrido siempre con viento en contra (1,4 m/s en la final) y sin excesivo calor, ha sido el ¨²nico que ha bajado de los 10s, lo que habla de su calidad. Y dos veces. Lo hizo en la semifinal (9,95s) y en la final (9,92s).

"Por un lado estoy triste por mi amigo Bolt, pero por otro estoy feliz. He rezado tanto para que llegara este momento, para ser campe¨®n del mundo... Cuando descalificaron a Usain, tuve muy claro que ten¨ªa que concentrarme a tope para lograr que el t¨ªtulo se quedara en Jamaica. No pod¨ªa fallar".

Para explicar el nulo de Bolt dijo Dix que al jamaicano se le hab¨ªan cruzado los cables transitoriamente y que a partir del viernes, en los 200 metros, se ver¨ªa que no pasaba nada. De su salida nula Bolt no dijo nada. "Necesito tiempo antes de hablar", dijo el legendario por los cuatro costados despu¨¦s de decir a los fot¨®grafos que no esperaran que se echara a llorar para una foto.

Del blanco Lemaitre, que termin¨® cuarto, como el brit¨¢nico Allan Wells en Helsinki 1983, los franceses dijeron que no se hab¨ªa sabido aprovechar del nulo de Bolt.