El albacea se queda con el bot¨ªn
Albasini vence en Ponferrada y Nibali ense?a las u?as ante las jornadas decisivas
Pas¨® de todo y al final no pas¨® nada. Gan¨® Albasini, un suizo de Mendrisio, y Wiggins sigue de l¨ªder. Pero la intrahistoria de la etapa fue fecunda. Fue una etapa bella, con aire de ciclismo antiguo, cuando la valent¨ªa imperaba sobre la cordura, cuando el coraz¨®n era m¨¢s importante que la mu?eca (donde va el cron¨®metro), atravesando bosques que invitaban a la emboscada, al bandolerismo, al todo o nada. Los nervios en el ciclismo son malos para los ciclistas y magn¨ªficos para el espect¨¢culo. Las mentirijillas tambi¨¦n ayudan a proponer un ciclismo de bella estampa. Nibali anunci¨® en la salida que no iba a atacar, que solo lo har¨ªa sin ve¨ªa alg¨²n rival herido. Dicho y hecho: a los 25 kil¨®metros de la salida lanz¨® su primer ataque. Solo el buscavidas Rosendo y Moncouti¨¦, en busca del maillot de la monta?a, se le adelantaron en el empe?o.
Fue un chispazo pero encendi¨® la bombilla convirtiendo el pelot¨®n en un incendio continuado. A la espera de las dos etapas asturianas, que decidir¨¢n el fin de semana la Vuelta, Ponferrada era el salvoconducto previo para conseguir peque?os o grandes objetivos. Y as¨ª se form¨® la escapada del d¨ªa, de 20 ciclistas, con todas las bendiciones para llegara a la meta. All¨ª conviv¨ªan muchos objetivos, distintos intereses. Euskaltel meti¨® cuatro ciclistas (luego Ant¨®n cedi¨®) con el punto de mira puesto en que Mikel Nieve se metiera en la pomada de la clasificaci¨®n, si el pelot¨®n conced¨ªa demasiado o se dorm¨ªa pronto.
Dif¨ªcil dormir cuando vuelve a atacar Nibali, el que no iba atacar, el mentirosillo llev¨¢ndose con ¨¦l a tipos como Kessiakoff (3? en la general), a Mollema (6?) y a Fulgsang (5?), entre otros. Luego se incorpor¨® Purito Rodr¨ªguez. Les cazaron pronto, pero a Wiggins le dio un escalofr¨ªo. Fue un aviso de lo que le espera el fin de semana. Tiempo de ataque, de sorpresa, de piernas fr¨ªas y corazones calientes...
Hasta ah¨ª lleg¨® la emotividad de la carrera. Ya no hubo m¨¢s peleas de gallos, y el grupo de 20 que circulaba por delante, ajeno a la guerrilla del cuarto trasero, se encamin¨® a Ponferrada con pleno entendimiento y gracias a un trabajo descomunal del Euskaltel por resituar a Mikel Nieve en la clasificaci¨®n. Era como una selecci¨®n del pelot¨®n, con muchos equipos representados y con muchas alternativas para jugarse la partida en la meta: ataques por sorpresa, roturas del grupo, o sprint tradicional. Ocurri¨® lo tercero y ah¨ª gan¨® el que ten¨ªa que ganar, el m¨¢s fuerte, el m¨¢s r¨¢pido, el m¨¢s listo de todos ellos, el suizo Albasini que no permiti¨® ning¨²n corte en los ¨²ltimos dos kil¨®metros. Sali¨® a todos sabiendo que era el sp¨²tnik del grupo. Y gan¨® con facilidad. Tercero fue Dani Moreno, que pill¨® bonificaciones que a?adir al minuto y medio que obtuvieron de ventaja y le a¨²pa al puesto 9? de la general. Moncouti¨¦ consigui¨® el maillot de la monta?a, y el resto, sobre todo el Euskaltel, se qued¨® derrengado tras un maravilloso esfuerzo. Albasini, el albacea de los fugados, se qued¨® con todo el bot¨ªn. Asturias espera.
Scarponi no puede m¨¢s
Era uno de los favoritos para la victoria final en la Vuelta. Sus actuaciones en los dos ¨²ltimos Giros, en los que acab¨® cuarto y segundo, respectivamente, le colocaban como un serio candidato para plantar a cara a Wiggins, Menchov y Nibali, pero el italiano Michele Scarponi ha echado pie a tierra y ha abandonado en los primeros kil¨®metros de la etapa de hoy, justo antes de que dieran comienzo las dos ascensiones decisivas de esta edici¨®n de la Vuelta, a La Farrapona y al Angliru.
No estaba siendo una carrera f¨¢cil para Scarponi. Intent¨® responder a las expectativas que hab¨ªa sobre ¨¦l atacando en la dur¨ªsima rampa de El Escorial, pero Purito Rodr¨ªguez contest¨® a su movimiento con un dur¨ªsimo cambio de ritmo que no pudo seguir. Al d¨ªa siguiente, en la subida a La Covatilla, volvi¨® a ser el primero en moverse, pero su ataque fue muy lejano y acab¨® pagando el exceso. Lleg¨® a casi dos minutos del vencedor, dejando a las claras que no le esperaban d¨ªas f¨¢ciles. Lo volvi¨® a pasar mal en las siguientes etapas de monta?a y ayer perdi¨® 20 minutos con los favoritos, por lo que ahora estaba a casi 25 minutos del l¨ªder, Wiggins. Un golpe demasiado fuerte para ¨¦l, que solo hace tres d¨ªas se mostraba a¨²n optimista: "Espero hacerme con la victoria en alguna de las etapas que quedan". Ahora todo ha cambiado. Scarponi vuelve a casa.
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