Rainey, el regreso de una leyenda
El tres veces campe¨®n de 500cc vuelve 18 a?os despu¨¦s a Misano, el circuito en el que qued¨® parapl¨¦jico tras un terrible accidente
Wayne Rainey pilotaba una Yamaha blanca con franjas rojas, parecida a esas que ha paseado la f¨¢brica japonesa por alg¨²n circuito este a?o para conmemorar sus 50 a?os de historia. Historia que se forj¨® gracias a leyendas como la de este corredor estadounidense, ganador de tres t¨ªtulos mundiales de 500cc consecutivos entre 1990 y 1992, el gran rival de Kevin Schwantz, uno de esos nombres que suenan cuando alguien pretende rememorar la era dorada del motociclismo, la de los a?os 80 y 90, a la que tambi¨¦n pertenecen otros compatriotas suyos como Freddie Spencer, Wayne Gardner o Eddie Lawson.
Wayne Rainey (Los ?ngeles, EEUU; 1960) era un piloto agresivo y a la vez elegante que iba camino de ganar su cuarto campeonato consecutivo -llevaba 11 puntos de ventaja sobre su compatriota Schwantz-, cuando un terrible accidente el domingo 5 de septiembre de 1993, en la primera curva del circuito de Misano, le ape¨® para siempre de las motos: golpe¨® su cabeza con el asfalto, se fractur¨® la sexta v¨¦rtebra y qued¨® parapl¨¦jico. Wayne Rainey, que apenas se ha asomado por el circuito californiano de Laguna Seca, muy cerca de su lugar de residencia, desde que abandonara la competici¨®n, ha regresado este fin de semana a Europa, y m¨¢s concretamente al trazado de Misano, 18 a?os despu¨¦s de aquella fat¨ªdica ca¨ªda.
"Esto es una locura. Mis emociones est¨¢n a flor de piel, mucho m¨¢s de lo que hubiera podido imaginar", concedi¨® nada m¨¢s pudo dirigirse a su audiencia, micr¨®fono en mano, en medio del paddock y flanqueado por el director deportivo de Yamaha, Lin Jarvis, con quien mantuvo cientos de reuniones a?os atr¨¢s, el consejero delegado de Dorna, Carmelo Ezpeleta, que confesaba a media voz, recordar aquel d¨ªa como si fuera ayer, y los pilotos del equipo hoy, su compatriota Ben Spies y Jorge Lorenzo, con quien tiene una excelente relaci¨®n, a pesar de que sabe de sus haza?as por viejos v¨ªdeos de viejas carreras.
Rainey, sonrojado y sonriente, record¨® que su primer gran premio en Europa lo disput¨® en 1984 en este mismo escenario: "Nunca disfrut¨¦ de un circuito como lo hice aqu¨ª. Soy un piloto que viene del dirt track americano y aqu¨ª se corr¨ªa tambi¨¦n en el sentido contrario a las agujas del reloj; siempre fui muy r¨¢pido y siempre me encant¨®. Era el ¨²nico en que siempre intentaba tomar la ¨²ltima curva antes de la recta de meta en sexta. Si alguna vez tuviera que dise?ar un circuito incluir¨ªa aquella antigua ¨²ltima curva".
Dice el piloto desde su silla de ruedas que nunca se ha arrepentido de nada, aunque su vida cambi¨® para siempre aquel d¨ªa, "no solo f¨ªsicamente, lo que es obvio, sino tambi¨¦n espiritualmente. Pero me hab¨ªa ca¨ªdo otras veces antes, no muchas, y sab¨ªa que los accidentes son parte de este deporte". Entero, ni un asomo de congoja en su rostro, afirma que regresa precisamente a Misano por un simple tema de agenda, porque este era el momento ideal tanto para Yamaha, que quer¨ªa rendirle un homenaje, como para ¨¦l. No supuso un gran inconveniente pensar que regresar¨ªa al lugar donde cambi¨® su vida. "Nunca pens¨¦ en volver a Misano, pero cuando me lo dijeron quise estar aqu¨ª. Si hubiera pensado que supondr¨ªa un problema para m¨ª, no hubiera venido".
Rainey, que siempre corri¨® con Yamaha, nunca tuvo demasiado tiempo para pensar en lo que le ocurri¨®. O, al menos, eso intent¨®. Volvi¨® pronto a la actividad, como director del equipo Open Ducados al a?o siguiente, pero nunca hasta este viernes hab¨ªa vuelto a pisar Misano, entre otras cosas porque estuvo apartado de calendario del mundial hasta 2007. Incluso ha recuperado la sensaci¨®n de velocidad a bordo de un kart de 250cc, especialmente creado para ¨¦l, con el que participa en algunas carreras junto a su colega Eddie Lawson. Sin bien, asevera, es feliz siguiendo el campeonato desde casa y por la tele.
La vanidad del campe¨®n y las ganas de bromear no le faltan: "Antes se ve¨ªan mucho m¨¢s los errores de los pilotos que ahora; con estas motos con tanta electr¨®nica es imposible detectar una peque?a equivocaci¨®n al manillar". No evoca o no quiere evocar la mejor carrera, el mejor momento, las batallas de las viejas glorias del paddock: "Hay muchas historias del pasado, pero, es incre¨ªble todo lo que se me ha borrado de la mente. Y no s¨¦ por qu¨¦. Igual es lo que nos pasa a los t¨ªos mayores", bromea. Las recuerde mejor o peor, sus carreras siguen en la retina de muchos aficionados. Ahora, adem¨¢s, saben que es una leyenda a la que le sobra coraje.
El d¨ªa 5 de septiembre se cumplir¨¢ otro triste aniversario, pues fue el mismo d¨ªa, en el mismo escenario, un domingo de carreras, ahora hace un a?o, cuando el joven piloto japon¨¦s Shoya Tomizawa, perdi¨® su vida v¨ªctima de un accidente en la carrera de Moto2.
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