"Se est¨¢n suicidando"

El sorteo se hace poniendo los papelillos en un sombrero cordob¨¦s, y Rafael Nadal lo observa serio. Igual que en Charleroi, hasta donde acudi¨® para jugar contra B¨¦lgica la primera ronda, el mallorqu¨ªn responde a una pregunta con una cr¨ªtica al formato de la Copa Davis. En C¨®rdoba, sin embargo, aporta un nuevo matiz: habla, dice, por todo el equipo espa?ol, que escucha sus argumentos entre gestos de asentimiento, no solo por ¨¦l mismo.

"Estoy cansado de ser el pol¨¦mico", arranca Nadal. "El problema de las rondas de la Davis que se juegan la semana despu¨¦s de los Grand Slams (Wimbledon y Abierto de Estados Unidos) es para los ocho primeros (del mundo), que son los que suelen estar en cuartos, semifinales o finales (de los grandes). Hay muchos m¨¢s tenistas y para ellos probablemente sea lo adecuado, porque tienen tiempo para prepararse", contin¨²a. "En mi caso, no ha sido positivo. Hay muchas otras cosas a cambiar (...). Lo dije en B¨¦lgica. No se puede pretender no cambiar absolutamente nada desde hace tropecientos a?os y que los mejores del mundo sigan estando a gusto en esta competici¨®n. Los contras son mucho m¨¢s que los pros", prosigue. "(...) El problema es que la fuerza que queda en esta competici¨®n, a lo que se aferra la Federaci¨®n Internacional, es que es la competici¨®n en la que defiendes a tu pa¨ªs. Hacerlo con compa?eros a tu lado es un valor a?adido. Toda mi vida he tenido el sentimiento de ser jugador de equipo. Si no, no estar¨ªa aqu¨ª. La competici¨®n en s¨ª no merece los esfuerzos que hacemos, porque ellos no hacen ning¨²n esfuerzo para que estemos aqu¨ª. No quieren cambiar nada, lo entiendo, porque est¨¢n en una situaci¨®n c¨®moda. Est¨¢n mirando a tiempo corto. (A la larga) se est¨¢n suicidando los que hacen que esta competici¨®n no tenga ning¨²n cambio. (...) La gente, el vestuario, est¨¢ cansada. No lo tom¨¦is como Rafa Nadal. Tomarlo como equipo espa?ol de la Davis".

Nadal, el serbio Novak Djokovic, el suizo Roger Federer y el brit¨¢nico Andy Murray juegan la Davis esta semana. Es una excepci¨®n. Rara vez coincidieron los cuatro mejores del mundo representando a sus pa¨ªses al mismo tiempo. Los cuatro, cada uno expres¨¢ndose m¨¢s o menos en p¨²blico seg¨²n su personalidad, comparten muchos argumentos: quieren un calendario que les permita m¨¢s descanso (una Davis cada dos a?os, por ejemplo); consideran que su porcentaje de la bolsa de premios deber¨ªa ser incrementado; querr¨ªan ver los encuentros disputados a tres sets; y piden que se compita en ciudades representativas de cada pa¨ªs, con grandes estadios e infraestructuras similares a las del circuito ATP.

Tras las cr¨ªticas de Nadal en Charleroi, la Federaci¨®n Internacional (ITF) se reuni¨® con el espa?ol y su equipo para escuchar sus argumentos. Juan Margets, uno de sus m¨¢s altos ejecutivos, fue el hombre que se sent¨® a la mesa en Barcelona. Una cosa es segura. En la ITF no habr¨¢ pasado desapercibido que las reuniones de los jugadores con la organizaci¨®n del Abierto de Estados Unidos acabaran por retrasar la final del torneo al lunes, con el argumento de que un lado del cuadro deb¨ªa competir cuatro d¨ªas seguidos por culpa de las suspensiones por la lluvia. Sin tenistas, concluyeron los ejecutivos neoyorquinos, no hay producto.