Espa?a, contra el equipo de los prodigios

El rival m¨¢s inesperado en la ronda m¨¢s cr¨ªtica afila el colmillo de la selecci¨®n espa?ola, especialmente cauta ante el peligro que entra?a Macedonia. El equipo de Sergio Scariolo se juega el pase a la final del Campeonato de Europa y el billete directo para los Juegos Ol¨ªmpicos (16.30, La Sexta) ante una escuadra que, desde la modestia y alejada del foco medi¨¢tico, se ha plantado en las semifinales. Lo ha logrado a golpe de victorias ¨¦picas, sorprendentes, ante selecciones superiores sobre el papel, ya fueran Croacia o Grecia en la primera fase, Eslovenia en la segunda o, la ¨²ltima y m¨¢s notoria, ante Lituania, el anfitri¨®n, una potencia del baloncesto, en los cuartos de final.

El rosario de triunfos anonada porque los obtiene el representante de un pa¨ªs que apenas sobrepasa los dos millones de habitantes, que cumpli¨® la semana pasada 20 a?os como estado independiente y que nunca hab¨ªa sacado cabeza en ning¨²n deporte. El deportista m¨¢s popular de Macedonia es el futbolista Goran Pandev, delantero del Inter cedido al N¨¢poles. La selecci¨®n de baloncesto solo hab¨ªa participado dos veces en el Campeonato de Europa, en 1999 y en 2009, con resultados meritorios, sobre todo el noveno puesto de hace dos a?os tras vencer a equipos como Israel o Alemania, pero, en cualquier caso m¨¢s acorde con su modesto estatus.

Cuando Vlado Ilievski, el base de la selecci¨®n y el autor de la canasta que decidi¨® el triunfo ante Lituania, proclam¨® que est¨¢n haciendo historia, lo dijo con conocimiento de causa. Antes de ese partido, el presidente de la Rep¨²blica, Gorgjie Ivanov, ya hab¨ªa prometido a los componentes de la selecci¨®n una condecoraci¨®n y una prima de 5.000 euros si lograban clasificarse para el preol¨ªmpico.

Nunca un equipo tan modesto hab¨ªa llegado tan alto en un Campeonato de Europa. Solo se recuerda un caso similar, salvando la distancia, el de Holanda, cuarta en 1983. De la mano de Ilievski, ex jugador del Barcelona y fugazmente del Tau, y del estadounidense nacionalizado, Bo McCalebb, el equipo macedonio se ha plantado en las semifinales con una hoja de resultados impresionantes: siete victorias y solo dos derrotas, ante Rusia (61-63, con un triple de Monya en el ¨²ltimo segundo) y en la primera jornada ante Montenegro (65-70). El rendimiento ¨®ptimo se basa en una defensa excepcional; tras la rusa, la segunda que menos puntos concede (65.2 de media por 69.3 de Espa?a). Ser¨¢ un pulso de estilos muy contrastados.

El equipo espa?ol es el mejor del campeonato en ataque con una media de 83 puntos, mientras que el macedonio no llega a los 70. En cambio, ambos son los que m¨¢s balones roban por partido, con un promedio similar: 8.6 para los espa?oles y 8.4 para los macedonios, tambi¨¦n uno de los que menos balones pierde, 10.2, por los 12 que cede la Roja.

Uno de los pilares del equipo macedonio es Pero Antic, un feroz ala-p¨ªvot de 2,09 metros que, tras brillar cuatro temporadas en el AEK Atenas, ha destacado los ¨²ltimos a?os en equipos rusos. Tras McCalebb, es el segundo m¨¢ximo del equipo, con 10,9 puntos y es tambi¨¦n, de largo, el m¨¢ximo reboteador del mismo con una media de casi nueve capturas. Predrag Samardziski, de 2,15 metros y la pasada en el Olin Erdine turco, es el p¨ªvot titular. Y el equipo lo completan jugadores menos conocidos como Todor Geveski, un p¨ªvot que promedia nueve puntos, y en las alas Vojdan Stojanovski y Giorgi Chekovski. Todo lo contrario a un equipo medi¨¢tico.

Espa?a, que defiende el t¨ªtulo que obtuvo hace dos a?os en Polonia, es la selecci¨®n que ha alcanzado una mayor regularidad durante los ¨²ltimos a?os. Es ya su s¨¦ptima semifinal consecutiva desde 1999. A lo largo de ese periodo, adem¨¢s, ha logrado una medalla de oro (2009), tres de plata (1999, 2003 y 2007) y una de bronce (2001).