Pura dinamita
Falcao lanza al Atl¨¦tico frente al Sporting con otra exhibici¨®n en la que marca dos goles y provoca otro
Con el toque por bandera y Falcao de ejecutor, el Atl¨¦tico destroz¨® a toda m¨¢quina a un Sporting con demasiadas v¨ªas de agua que afronta el reto de la permanencia como un aut¨¦ntico himalaya. Aunque no fue el vendaval contra el Racing, al conjunto de Gregorio Manzano le bast¨® y sobr¨® con el sentido com¨²n de Gabi al volante y sobre todo con las garras terribles, salvajes, incontenibles, de su delantero centro para desbaratar la resistencia del colista y enlazar la tercera victoria consecutiva en el Calder¨®n. No se pod¨ªa pedir m¨¢s a la escuadra del Manzanares, con cinco cambios en el once respecto al partido contra el grupo de H¨¦ctor C¨²per que afectaron principalmente a la sala de m¨¢quinas y el ataque madrile?o. Lo mismo dio: en la hoja de ruta del Atl¨¦tico todos cuentan y todos valen. Manzano no quiere extender la idea de que hay titulares indiscutibles, por m¨¢s que los argumentos de la noche se remitieran a Falcao, pura dinamita.
ATL?TICO, 4 - SPORTING, 0
Atl¨¦tico: Courtois; Silvio (Adri¨¢n, m. 76), Miranda, Dom¨ªnguez, Filipe Luis; Gabi, Assun??o (Mario Su¨¢rez, m. 61), Koke (Reyes, m. 69); Salvio, Falcao y Arda Turan. No utilizados: Joel; Antonio L¨®pez, Perea y Pizzi.
Sporting: Cu¨¦llar; Lora, Bot¨ªa, Gregory, Dami¨¢n; Sergio ?lvarez (Bilic, m. 64), Rivera; Carmelo (Mor¨¢n, m. 73), Ricardo, De las Cuevas (Ayoze, m. 78); y Trejo. No utilizados: J. Pablo; Eguren, Sangoy y Canella.
Goles: 1-0. M. 27. Lora (p. p.). 2-0. M. 68. Dom¨ªnguez. 3-0. M. 72. Falcao. 4-0. M. 80. Falcao.
?rbitro: Iturralde Gonz¨¢lez. Amonest¨® a Lora, Dami¨¢n, Carmelo, Assun??o, Koke y Rivera.
Unos 30.000 espectadores en el Calder¨®n.
El Tigre es un peligro mortal. Primero provoc¨® un penalti de libro de Bot¨ªa que Iturralde Gonz¨¢lez no pit¨®. Un minuto despu¨¦s le gan¨® la posici¨®n a Cu¨¦llar en un saque de esquina botado al segundo palo: el gol lo anul¨® tambi¨¦n Iturralde, que entendi¨® falta donde no hubo nada (Falcao hab¨ªa arrollado a Salvio en su b¨²squeda de la pelota). Los fallos arbitrales no le acongojaron: a la media hora origin¨® el gol en propia meta de Lora, cuando el lateral intent¨® despejar un remate cruzado del colombiano. Ya en la segunda parte, insaciable, con hambre para dar y tomar, chut¨® al palo y marc¨® el tercer y cuarto gol con una exhibici¨®n de t¨¦cnica y control que cerr¨® cualquier debate. Es lo que tiene contar con una fiera como Falcao: el Atl¨¦tico ya no necesita para ganar rizar el rizo y ser la alegr¨ªa de la huerta. Cuando no la toca como los ¨¢ngeles recurre al genio del fichaje m¨¢s caro de la historia de la casa. As¨ª pas¨® en el definitivo gol, tambi¨¦n a pase de Gabi como en el pen¨²ltimo del Atl¨¦tico.
Fiel a su pol¨ªtica de rotaciones, y con la visita del s¨¢bado al Camp Nou en la retina, en el Atl¨¦tico solo repitieron de entrada Courtois, los tres defensas con la excepci¨®n de Silvio por Perea en el carril derecho, Arda Turan y Falcao. El resto eran nuevos, un cambio radical en la l¨ªnea de creaci¨®n: donde el domingo estaban Tiago, Mario Su¨¢rez y Diego anoche estaban Gabi y Koke de violinistas y Assun??o de destructor. Manzano termin¨® de reinventarse el plantel sentando a Reyes y Adri¨¢n. En lugar del extremo utrerano y del punta asturiano, ocho goles y casi las mismas asistencias entre los dos, el t¨¦cnico jiennense arriesg¨® el cr¨¦dito poniendo a Salvio y Arda Turan de acompa?antes de Falcao.
El plan le sali¨® de vicio al preparador, por m¨¢s que el Atl¨¦tico perdiera fluidez. El instinto primario de su depredador -casi sin tiempo para haberse adaptado a su nuevo equipo lleva cinco goles en el campeonato y uno en la Liga Europa- trunc¨® la reacci¨®n del grupo de Manolo Preciado, rendido a la evidencia y al que espera un invierno muy largo. La primera acci¨®n inquietante del Sporting lleg¨® en un remate alto de Ricardo Le¨®n. Fue toda la dinamita del conjunto asturiano, muy mermado tras los traspasos de Jos¨¦ ?ngel y sobre todo Diego Castro. Sin La N¨¦cora, el Sporting no solo ha perdido fantas¨ªa en la zona de creaci¨®n. Tambi¨¦n se ha quedado sin pegada (Castro anot¨® nueve de los 35 goles del equipo el curso pasado). Justo lo que le sobra a Falcao.
Mientras el Sporting se las ve¨ªa tiesas para verle el flequillo a Courtois, el Atl¨¦tico encarrilaba un ataque tras otro al arco de Juan Pablo con una facilidad pasmosa. Unas veces al contragolpe, las m¨¢s en est¨¢tico, sin perder los nervios, sin rifar la pelota como anta?o, con Gabi de lanzadera, bien secundado por Koke, y con Falcao de matarife.
La segunda parte del sudamericano en el segundo tiempo encandil¨® al Calder¨®n, donde no acostumbraban a actuaciones tan contundentes. Mientras el Sporting no aprovechaba el turbo de De las Cuevas, Falcao segu¨ªa a lo suyo. El colombiano roz¨® el gol en un remate de cabeza que buscaba la escuadra. Tambi¨¦n remat¨® al poste, en una jugada calcada a la que origin¨® su primer gol, poco despu¨¦s de que Dom¨ªnguez sentenciara la contienda en un cabezazo a la salida de un c¨®rner especialidad de la casa.
El acierto del central espole¨® al nueve, que a la tercera logr¨® el premio que llevaba toda la noche buscando. Falcao recibi¨® el bal¨®n en un contragolpe catapultado por Gabi, pareci¨® que lo perd¨ªa entre una marea de defensores, lo pele¨® con todo en contra, lo recuper¨®, se lo acomod¨® con la derecha en el perfil del ¨¢rea grande y lo env¨ªo al palo largo, lejos de los guantes de Cu¨¦llar, con una facilidad pasmosa. Ah¨ª no acab¨® la cosa. La sociedad con Gabi salt¨® la banca con otra maravilla: el medio sac¨® una falta y Falcao, qui¨¦n si no, cabece¨® majestuoso, un metro por encima del com¨²n de los sportinguistas, simples mortales, por toda la escuadra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.