Stoner no tiene quien le haga sombra
El australiano se proclama campe¨®n en su pa¨ªs en una carrera sin historia en ausencia de su m¨¢ximo rival, Jorge Lorenzo
Casey Stoner puso el broche final a una temporada brillante. Con su pilotaje salvaje, y ese car¨¢cter indomable que le hace tan complicado en la pista como fuera. Es irreductible y cabezota, sincero y transparente, cualidades que traslada al asfalto, sobre una moto, la que sea, porque ha sido capaz de ganar con una Ducati imposible y con una Honda delicada. Es un camale¨®n, que se adapta a cualquier pista, a cualquier circunstancia, a cualquier m¨¢quina. Lleg¨® al corralito, donde le esperaban su esposa, embarazada, su equipo, y su familia, derrotado. Las emociones le obligaron a bajar la cabeza y buscar un momento de soledad entre la multitud que le gritaba y le aplaud¨ªa.
No ha cometido ni un solo error. Ya no es Rolling Stoner, como le llamaba la prensa anglosajona por andar reboz¨¢ndose por el suelo carrera s¨ª, carrera no. O, quiz¨¢s, nunca lo fue. Solo que Valentino Rossi, incapaz de mantener la verticalidad sobre esa dif¨ªcil Desmosedici, le da la raz¨®n todos le creen. Su ¨²nico cero de la temporada fue precisamente consecuencia de una ca¨ªda del italiano, que arrastr¨® consigo al de Honda en Jerez. No le ha fallado el coco, como otros tanto predec¨ªan, los mismos que quisieron ver en su intolerancia a la lactosa una mentalidad d¨¦bil. ?l, que dice que ser¨ªa feliz si corriera solo, porque no necesita a nadie, hace o¨ªdos sordos a las cr¨ªticas. Y disfruta de su momento, de su a?o, con su gente.
Gan¨® el Mundial el d¨ªa de su cumplea?os. A los 26 y en su casa, rodeado de paisanos, en presencia de su padre y su madre, poco habituales en los circuitos, aquellos con los que recorri¨® primero Australia y luego Europa en una autocaravana, para que el ni?o, de cabello rubio, ojos azules y dentadura prominente, pudiera hacer lo que m¨¢s le gustaba: ir en moto. Y ganar, una y otra vez. Gan¨® el Mundial a lo grande, con una victoria. Eso s¨ª, la carrera, no tuvo una gran historia.
No la tuvo porque Stoner ha demostrado ser tan superior a su rivales este a?o, enamorado como est¨¢ de esa RC212V que, por fin, es dulce como la miel, que ni siquiera sus compa?eros de equipo, con la misma montura, le han puesto en demasiados apuros. No la tuvo, tampoco, porque la noticia llegaba de buena ma?ana, en la sesi¨®n de calentamiento, cuando Jorge Lorenzo, el ¨²nico que a¨²n estaba en disposici¨®n de pelearle el t¨ªtulo, ca¨ªa y se destrozaba el dedo anular izquierdo. Fue trasladado al hospital para ser intervenido quir¨²rgicamente por la tarde y salvar la primera falange de ese dedo, muy maltrecho. Fue la gran ausencia de la parrilla, capaz como demostraba su ritmo de pelear por la victoria con el australiano, aunque no la ¨²nica. Tampoco corrieron su compa?ero Ben Spies ni Damian Cudlin, los dos por lesi¨®n.
Stoner dio por terminada la carrera en apenas una vuelta, con la que se sobr¨® para sacarle un segundo de ventaja al segundo, Nicky Hayden. Y as¨ª sigui¨® unas cuantos giros m¨¢s. Mientras ¨¦l segu¨ªa abriendo hueco y recortando los minutos que le quedaban hacia la gloria, sin nadie que le hiciera sombra, arranc¨® a sus espaldas otra batalla paralela. La de los pilotos que quer¨ªan acompa?arle en el podio. Hayden perdi¨® enteros en un par de giros. Y Simoncelli, que le ten¨ªa tomada la matr¨ªcula, le rob¨® el puesto; algo que tambi¨¦n har¨ªan Dovizioso y Pedrosa, y hasta Bautista unos minutos m¨¢s tarde.
Por otro lado, y aun con una parrilla tan poco pesada como la de ayer (solo 14 pilotos tomaron la salida) tampoco pudo Valentino Rossi maquillar su temporada, y se cay¨® instantes despu¨¦s de adelantar al de Suzuki, en plena curva de bajada. Dovizioso se las ten¨ªa primero con Pedrosa, a quien le gan¨® la batalla, y luego con Simoncelli, con quien la volvi¨® a perder, aunque se asegur¨® el podio, en tercer lugar, tras su compatriota y gran rival. A tres vueltas para el final asom¨® la lluvia por Phillip Island. Pero el chaparr¨®n vino y se fue tan pronto que apenas incordi¨® al hombre del d¨ªa: Casey Stoner. Rebaj¨® su ritmo a la espera de que volviera a salir el sol, y como nadie le incordiaba, tan lejos como estaban sus rivales (a casi cinco segundos), ni siquiera se esforz¨® en tumbar a la entrada de las curvas. La lluvia les cost¨® la carrera a Bautista, a Aoyama y a Crutchlow, pero ni siquiera salpic¨® a Stoner.
![Casey Stoner, durante el GP de Australia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/D5XV22GAFRXZK7LVZEW7O5EOEE.jpg?auth=438411e56f30e920e6db77a24878ce2d8abeab426191561a28c7ceddced45a1c&width=414)
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