El Valencia se cae
El equipo de Emery sale dormido en la reanudaci¨®n y el Bayer Leverkusen (2-1) le remonta el partido
El Valencia cambi¨® bruscamente de temperatura en Leverkusen y se complic¨® la clasificaci¨®n para la siguiente fase de la Liga de Campeones. Se qued¨® inexplicablemente fr¨ªo tras el descanso, sin respuesta ante el calent¨®n del Leverkusen, y cuando quiso reaccionar ya no pudo. Estrope¨® una primera media hora intachable, si acaso desaprovechada por haberla resuelto con un solo gol de ventaja. Rendido en el arranque, el Leverkusen apenas jug¨® un cuarto de hora, un par de latigazos de Sch¨¹rrle y de Sam, sus mejores hombres, pero le sirvi¨® para llevarse un bot¨ªn inesperado. El cuadro de Emery sigue penando los defectos de los anteriores a?os: demasiado tierno, demasiado inocente, incapaz de ense?ar los dientes en un solo partido decisivo.
BAYER LEVERKUSEN, 2- VALENCIA, 1
Leverkusen: Leno; Castro, Reinartz (Friedrich, m. 46), Toprak, Kadlec; Bender, Rolfes; Sam (Schwaab, m. 91), Ballack, Sch¨¹rrle; y Kiessling (Derdiyok, m. 81). No utilizados: Yelldell; Oczipka, Balitsch y Jorgensen.
Valencia: Alves; Miguel, Rami, V¨ªctor Ruiz, Jordi Alba (Canales, m. 65); Albelda (Aduriz, m. 82), Banega; Pablo (Feghouli, m. 65), Jonas, Mathieu; y Soldado. No utilizados: Guaita; Bruno, Ricardo Costa y Topal.
Goles: 0-1. M. 24. Jonas marca tras una p¨¦rdida defensiva del Bayer. 1-1. M. 52. Sch¨¹rrle remata un centro de Kadlec. 2-1. M. 56. Sam, de disparo cruzado.
?rbitro: Craig Thomson (Escocia). Amonest¨® a Banega, Rolfes, Kiessling, Albelda, Sch¨¹rrle y Miguel.
30.000 espectadores en el BayArena.
Hay parejas que surgen de la nada y se convierten, de repente, en una mina de oro. As¨ª ha sido, desde el principio de temporada, con Jonas y Soldado, uno sirviendo y el otro rematando. Uno por aqu¨ª y otro por all¨¢, entre ellos hay lo m¨¢s parecido al flechazo futbol¨ªstico que les ha permitido fabricar la mayor¨ªa de los goles del Valencia. Ante el Leverkusen, una muestra m¨¢s, esta vez con los papeles cambiados. Con el exterior del pie derecho, Soldado sirvi¨® desde la izquierda en bandeja el bal¨®n a Jonas. Este, ya dentro del ¨¢rea peque?a, solo hubo de empujar a gol. Como segundo delantero, el brasile?o cuaj¨® una primera parte excelsa, alimentando el ataque valencianista por un sitio o por otro, acelerando o deteni¨¦ndose seg¨²n conven¨ªa en cada ocasi¨®n. Sin ¨¦l, como algunos partidos en que Emery lo dej¨® de suplente, Soldado se siente demasiado solo.
El gol rubricaba una media hora espl¨¦ndida del conjunto de Emery, perfectamente ubicado para robar el cuero en campo contrario y lanzar un ataque tras otro sobre la porter¨ªa de Leno. Dirigido magistralmente por Banega, que agiliz¨® esta vez el juego, a uno o dos toques, y su equipo fluy¨® como nunca. Como para haber dejado sentenciado el partido de no haber sido por alg¨²n tiro al palo (Soldado), algunas paradas de Leno (a Jonas y a Pablo Hern¨¢ndez) o algunas indecisiones en el remate. Hasta en las jugadas de estrategia, el Valencia bail¨® al Bayer, a pesar de que tampoco acab¨® ninguna en gol. Pero s¨ª alimentaron la bronca de la hinchada del Bay Arena, col¨¦rica ante un equipo, el suyo, plano en todas las l¨ªneas.
As¨ª fue, al menos, hasta que Sch¨¹rrle, el joven delantero llegado del Mainz, despert¨® a sus compa?eros con un globo desde fuera del ¨¢rea que exigi¨® un escorzo en el aire de Diego Alves antes de rechazar el bal¨®n. El Bayer abandon¨® el respeto reverencial que hab¨ªa tenido hasta entonces por su rival y fue a buscarlo mucho m¨¢s arriba. El Valencia se encogi¨® en este final del primer tiempo y se alegr¨® de que el ¨¢rbitro los enviara al vestuario a reflexionar.
La clave estaba en Banega. En si el mediocentro argentino volv¨ªa a coger las riendas o hab¨ªa agotado ya sus reservas. Este pareci¨® el caso cuando perdi¨® su primera pelota en el arranque del segundo tiempo, propiciando un contragolpe de los alemanes. Una mala se?al que aprovech¨® Sch¨¹rrle poco despu¨¦s en un zurdazo muy ajustado desde el borde del ¨¢rea.
Todo hab¨ªa cambiado y a esa inercia se subi¨® Ballack cuando envi¨® muy largo a la carrera de Sam, un galgo de 1,60. Le sac¨® varios cuerpos en velocidad a V¨ªctor Ruiz y resolvi¨® con elegancia, al palo largo de Diego Alves.
El Valencia necesitaba cambiar la din¨¢mica. Mathieu, de interior izquierdo, no sumaba ni atr¨¢s ni adelante. Pero Emery prefiri¨® suplir a Jordi Alba y retrasar al jugador franc¨¦s. El otro sustituido, Pablo, estamp¨® una botella de agua en el interior del banquillo. No le gust¨® el cambio, al parecer. Entraron Canales y Feghouli para ocupar los interiores.
Los cambios reactivaron al conjunto de Emery, otra vez presente en el campo del Leverkusen. Banega retom¨® el pulso y el disparo de Soldado lo repelieron los pu?os de Leno. El Bayer ya estaba especulando, completamente resguardado en torno a su portero. Pero el Valencia, exhausto, se qued¨® sin energ¨ªa ni suerte en el remate, y con la clasificaci¨®n cuesta arriba.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.