Cristiano Ronaldo saluda a Europa

Cristiano Ronaldo despidi¨® a Bosnia y salud¨® a Europa. Acusado en ocasiones de menguar en las citas exigentes y de no significarse con la zamarra de Portugal, el delantero apareci¨® cuando m¨¢s le reclamaba su pa¨ªs, en un duelo definitivo ante Bosnia. Clav¨®, como acostumbra en cualquier partido de la Liga y de la Champions, su terrible aguij¨®n. Dos goles, uno de falta y otro con una carrera imparable, para desmontar al rival, para clasificar a la selecci¨®n quina, que al final se dio un fest¨ªn con seis redes y certific¨® su salvoconducto para la Eurocopa 2012.

Portugal tiene de todo menos un delantero centro universal, r¨¦mora que arrastra desde hace demasiado tiempo y que le ha dado m¨¢s de un sobresalto, incapaz de puntear las jugadas, de ponerle el lazo a su ya tan caracter¨ªstico juego desde los costados. Ante Bosnia, el equipo luso result¨® un torbellino, casi siempre profundo desde las alas, casi nunca eficiente en la definici¨®n, m¨¢s all¨¢ de la inspiraci¨®n de los disparos de luces largas. Juego vertiginoso, a la carrera, sin demasiada elaboraci¨®n y c¨®modo al contragolpe.

Armas con veneno. Sujetado y catapultado por los jugadores del Madrid, Portugal despersonaliz¨® a Bosnia. Fue Pepe, en la zaga, sin plantearse demasiados algoritmos para sacar la pelota jugada, el que cerr¨® atr¨¢s, sensacional en la tarea de secar a Dzeko, el delantero del Manchester City, el mismo que sonroj¨® a Rami (Valencia) en el Stade de France parisino. Fue Coentr?o, tan descarado como impulsivo, validado porque Cristiano tiraba hacia el interior y arrastraba a media zaga rival, el que se comi¨® el costado izquierdo a mordiscos, con quiebros, zigzagueos y centros. Y fue el propio CR el que se empecin¨® en resolver las jugadas, en poner el punto final a cuantos balones llegaron en condiciones, que no fueron muchos al inicio del duelo, pero s¨ª los suficientes para apocar al contrario, equipo irreconocible en Da Luz, atribulado antes de competir. As¨ª, dos pelotas colgadas al ¨¢rea de Coentr?o -magn¨ªfico sin cors¨¦s defensivos- acabaron en sendos remates del 7. El primero, desviado; el segundo, ajustado al palo, solo escupido por el portero.

Pero Portugal ten¨ªa a Cristiano en combusti¨®n y con eso basta para derribar cualquier barrera. Ni siquiera una falta de 35 metros fue un obst¨¢culo. Tres pasos hacia atr¨¢s, pose de pistolero western y zambombazo a seguir, que pill¨® al portero descolocado, imposible de recobrar el sitio. Gol. Aunque m¨¢s bella fue la diana de Nani, que recibi¨® en la zona de tres cuartos, se revolvi¨®, levant¨® la vista y lanz¨® un ob¨²s que se elev¨® y pareci¨® rebotar con el tendido el¨¦ctrico porque baj¨® como un rayo, hasta el punto de que a la c¨¢mara no le dio tiempo a cazar el vuelo. Tampoco al meta, claro.

Coentr?o, en un salto defensivo de voley -porque lo hizo con el brazo arriba-, salpiment¨® el duelo con un penalti absurdo. Un tanto que estrech¨® distancias; un gol que Cristiano reverti¨® al aprovechar un pase de Moutinho al hueco. Contragolpe, regate al portero, disparo y hachazo doble porque a Lulic se le calent¨® el cuerpo y la boca, m¨¢s que nada porque sus protestas desembocaron en una expulsi¨®n que pareci¨® ser definitiva. No lo fue porque el colegiado Stark -el que expuls¨® a Pepe por la entrada a Alves en el cl¨¢sico del curso anterior- decidi¨® desatender un fuera de juego de Spahic que acab¨® en gol. Fue, en cualquier caso, un espejismo, el final de Bosnia, que se desat¨® en busca de un gol que nunca lleg¨®. Al menos en la porter¨ªa que pretend¨ªa, porque Portugal, efervescente, tambi¨¦n se deslig¨® y firm¨® otros tres goles, dos de Postiga, acertado en esa tarea de ariete que tanto reclama la selecci¨®n, y Veloso, en una falta lanzada con tanta delicadeza como precisi¨®n. Fue el fest¨ªn europeo de Portugal, el saludo de Cristiano.

Tambi¨¦n estar¨¢ en la Eurocopa Irlanda, que empat¨® frente a Estonia (1-1 y 5-1 en el global), y la Rep¨²blica Checa, que super¨® a Montenegro (1-0 y 3-0 en el global). Croacia, adem¨¢s, empat¨® con Turqu¨ªa (0-0) y le super¨® en el total (3-0).