M¨¢s peleas que f¨²tbol
El St. Pauli, que se declara "antifascista", vence al Hansa Rostock (1-3), parte de cuya afici¨®n est¨¢ tradicionalmente relacionada con la extrema derecha, en un partido que tuvo que ser suspendido 10 minutos por los enfrentamientos entre los ultras
Pocas alegr¨ªas como la de hoy puede llevarse la parroquia del St. Pauli, de la Segunda Divisi¨®n alemana. Para algunos, casi sea tan satisfactoria como volver a la Bundesliga, a la que pertenec¨ªan el a?o pasado. Resulta que han vencido a uno de sus m¨¢ximos rivales, el Hansa Rostock (1-3). Sin embargo, la tensi¨®n entre ambos equipos tiene poco que ver con lo deportivo y mucho con lo pol¨ªtico. Mientras que el St. Pauli se reconoce en sus propios estatutos como "antifascista", el Hansa tiene un sector de aficionados neonazis, lo que ha hecho frecuentes los enfrentamientos entre los ultras de ambos bandos. En esta ocasi¨®n tampoco han faltado los incidentes. Antes del silbato inicial, los seguidores del Rostock llenaron el campo de bananas desde la grada y antes del descanso el partido tuvo que ser suspendido durante 10 minutos, mientras los jugadores se refugiaban en los vestuarios, despu¨¦s de que se lanzara una bengala al campo. Adem¨¢s, antes del duelo varios aficionados enmascarados atacaron un cuartel de la polic¨ªa produciendo da?os materiales.
Seguramente, la gran diferencia entre ambos equipos y la mayor peculiaridad del St. Pauli sea el car¨¢cter oficial de su ideolog¨ªa. El viraje del equipo de Hamburgo hacia la izquierda comenz¨® a mediados de los ochenta, cuando un sector de j¨®venes seguidores comenz¨® a llevar al campo el emblema pirata de la calavera y las tibias cruzadas. Un s¨ªmbolo lleno de significado en una ciudad portuaria y que representaba, seg¨²n recoge la web del club, "los pobres contra los ricos, los trabajadores contra los jefes". En un principio cost¨® que calara, ya que "los mandatarios del club y los espectadores m¨¢s antiguos lo ve¨ªan como un s¨ªmbolo de violencia". Pero su ascenso fue imparable y actualmente forma parte de la imaginer¨ªa del club, estando presente en su mercadotecnia oficial.
Los estamentos del club, que le definen como "antirracista" y "antifascista", evolucionaron a la par que su p¨²blico, y el St. Pauli se convirti¨® en un s¨ªmbolo de la izquierda, generando ac¨¦rrimas simpat¨ªas. Se calcula que cuenta con 11 millones de aficionados en Alemania y, cuando estaba en Tercera, segu¨ªa llenando su campo con 15.000 espectadores, cuando la media de la categor¨ªa eran 200. Su imagen revolucionaria tambi¨¦n le acercaba al mundo del rock y el punk -recibe los partidos con el Hell Bells de AC/DC y celebra los goles con el Song 2 de Blur- lo que ha provocado que bandas como Bad Religion o Turbonegro le hayan dedicado canciones. Su car¨¢cter abierto le ha facilitado tener un presidente abiertamente homosexual y cuando sus seguidores se enteraron de que el ex mandatario Wilhem Koch hab¨ªa pertenecido al Partido Nazi, le quitaron su nombre al estadio.
Por su parte, Rostock es una ciudad con una presencia sustancial de la extrema derecha. Se encuentra enclavada en el estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en el que el partido de extrema derecha NPD obtuvo el pasado septiembre un seis por ciento de los votos en las ¨²ltimas elecciones regionales. La dura legislaci¨®n alemana respecto al empleo de im¨¢genes o s¨ªmbolos nazis hace que en el Hansa no haya constituido como tal ning¨²n grupo de seguidores neonazis, aunque tradicionalmente se haya vinculado al club con esta ideolog¨ªa. Rostock fue multado en 2006 con unos 20.000 euros por los cantos racistas que parte de su p¨²blico profiri¨® al delantero del Schalke 04 Gerald Asamoah, de origen ghan¨¦s.
De esta forma, en los que encuentros entre ambos a menudo toman el protagonismo los radicales, varias de cuyas barbaridades pueden verse en Youtube. Hace dos a?os, en una visita al Hansa, 23 aficionados fueron detenidos y 27 polic¨ªas antidisturbios resultaron heridos por el lanzamiento de piedras y fuegos artificiales. A lo que tampoco han ayudado los jugadores en ocasiones. En aquel partido, Deniz Naki, delantero del St. Pauli de padres turcos, celebr¨® la victoria (0-2) dirigi¨¦ndose a la afici¨®n del Hansa con el gesto de cortarles el cuello, tras lo que clav¨® una bandera del St. Pauli en el c¨¦sped. Hoy, Rostock ha vuelto a ser testigo de lo peor de su rivalidad.
Suspendido el Colonia-Mainz por el intento de suicidio del ¨¢rbitro
El encuentro de la Bundesliga que deb¨ªa enfrentar al Colonia y al Mainz fue suspendido por el intento de suicidio de Babak Rafati, el colegiado designado para el encuentro. La polic¨ªa de Colonia, que encontr¨® al trencilla en su hotel con cortes en las mu?ecas, ha confirmado su tentativa de quitarse la vida. El ¨¢rbitro se encuentra ingresado en la UCI de un hospital, fuera de peligro.
El presidente de la Federaci¨®n Alemana de F¨²tbol (DFB), Theo Zwanziger, que se ha desplazado a Colonia para visitar al colegiado, ha explicado que sus asistentes fueron a buscarle cuando no se present¨® al partido. "S¨®lo puedo explicar que la presi¨®n en nuestros ¨¢rbitros y el rendimiento deportivo es tremendamente alta. Y no logramos llevarlo a un equilibrio adecuado", argument¨®. A lo que a?adi¨® que en la habitaci¨®n del hotel se han "encontrado notas que a¨²n deben ser evaluadas". De momento, no se ha confirmado la posible motivaci¨®n de lo sucedido.
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