Schumacher, a cara descubierta

Una de las primeras personas que pudieron constatar la gravedad del casta?azo que Felipe Massa se llev¨®, el s¨¢bado del Gran Premio de Hungr¨ªa de 2009, cuando circulaba a m¨¢s de 200 kil¨®metros por hora y un muelle macizo de 800 gramos que andaba suelto salt¨® disparado del Brawn GP de Rubens Barrichello e impact¨® de lleno en su caso, fue Alan Van der Merwe, el piloto del coche m¨¦dico. "Deb¨ªa estar preparado para eso, pero cuando vi el mono de Felipe tan ensangrentado me qued¨¦ helado", reconoce el sudafricano. Massa fue ingresado en un hospital de Budapest en estado grave y, aunque se recuper¨®, se perdi¨® el resto de aquella temporada. Su accidente, como ha ocurrido en otros casos, provoc¨® que algunos de los actores que intervienen en el certamen se replantearan los elementos de seguridad que tienen como principal objetivo proteger a los pilotos, especialmente el casco.

Para tratar de evitar que un golpetazo como el que sufri¨® el corredor paulista acarree consecuencias tan graves como aquellas, las distintas marcas de cascos se pusieron a trabajar y finalmente concluyeron que la mejor forma de hacerlo era incorporar una l¨¢mina de Zylon, un pol¨ªmero sint¨¦tico parecido al Kevlar que se emplea en la fabricaci¨®n de los chalecos antibalas, de cinco cent¨ªmetros de anchura. La pieza se coloca en la brecha que hay entre la parte superior de la visera y el cuerpo del casco, una de las zonas m¨¢s vulnerables y donde Massa se llev¨® el porrazo.

Inicialmente, la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA) consider¨® la posibilidad de incluir una cl¨¢usula de obligatoriedad de uso de esa nueva pieza para todos los pilotos. Las reticencias de alguno de ellos, no obstante, hizo que ese decreto quedara reducido solo a recomendaci¨®n que mand¨® por carta a los equipos durante el Gran Premio de Jap¨®n, donde Sebastian Vettel revalid¨® el t¨ªtulo. De los distintos suministradores de cascos que cohabitan en el Mundial, la primera que lo puso a disposici¨®n de sus pilotos fue Bell, que lo hizo ya en Australia, la primera cita del calendario. Los dem¨¢s fabricantes, como Arai o Schubert, lo han ido haciendo progresivamente a lo largo del a?o.

A las puertas del ¨²ltimo gran premio de la temporada, que este fin de semana se disputar¨¢ en el circuito de Interlagos (Brasil), solo hay tres pilotos de la parrilla que no incorporan este protector. "Se trata de Michael Schumacher, Lewis Hamilton y Nico Rosberg", afirma Michael, el representante del fabricante Bell que viaja con la caravana itinerante del Mundial. Mientras Hamilton y Rosberg esgrimen que los 65 gramos que pesa la cinta pueden suponer un lastre considerable que afecte al rendimiento de sus monoplazas, el argumento de Schumi es otro. "En su caso, el motivo que le lleva a correr a cara descubierta son los problemas que toda la vida ha tenido en el cuello", desvela uno de los compa?eros del Kaiser, el principal responsable de que la FIA reculara en su deseo inicial de convertir en obligatorio su uso. La carga de los 65 gramos se multiplica considerablemente en el cuello debido a la fuerza G (una medida de aceleraci¨®n) durante la disputa de una carrera. "En un primer momento, Vettel tambi¨¦n era reticente a llevarlo, pero al final le pude convencer", explica Peter Burguer, de Arai.

GP de Brasil: Entrenamientos libres F1 - 2011