La punter¨ªa se impone a la fe

La pizarra de Unai Emery y la eficacia de su pelot¨®n de delanteros le valieron al Valencia para cumplir el expediente ante un Rayo al que le sobr¨® alma y le falt¨® punter¨ªa. En un partido ¨¢spero, que no sucio, con el f¨ªsico y las triqui?uelas t¨¢cticas cortando cualquier innovaci¨®n, el acierto de Jonas inclin¨® a los 20 minutos la balanza a favor del conjunto visitante, que sac¨® el m¨¢ximo rendimiento a sus aproximaciones al ¨¢rea vallecana. El delantero brasile?o convirti¨® una apertura de Mathieu hacia el interior aparentemente intrascendente en un zarpazo mortal para el cuadro de Jos¨¦ Ram¨®n Sandoval; Jonas le peg¨® desde fuera del ¨¢rea, con un derechazo ajustado al palo que le sali¨® que ni pintado al brasile?o. El gol sorprendi¨® a Cobe?o, no muy afortunado en la jugada, pero no anestesi¨® al Rayo, que se resisti¨® a tirar la toalla incluso cuando Tino Costa emboc¨® una jugada a tres bandas.

Tres d¨ªas despu¨¦s de firmar la mayor goleada de un equipo espa?ol en el formato actual de la Liga de Campeones, el Valencia mud¨® su lado m¨¢s esplendoroso, con el que le hizo un siete al Genk, por una versi¨®n sobria y sin estridencias con la que sum¨® su cuarta victoria a domicilio en el campeonato, solo por detr¨¢s del Madrid (5). A falta de gasolina y con cuatro cambios en el 11 respecto al duelo de 72 horas antes, los del Emery contuvieron al Rayo secando su juego por las bandas con oficio. Barrag¨¢n y Rami se repartieron a Piti por la orilla izquierda, mientras Jordi Alba segu¨ªa ganando puntos como el lateral izquierdo del futuro de la selecci¨®n. Salvo alg¨²n escarceo de Lass, meros fuegos artificiales, el carrilero defendi¨® su parcela sin concesiones. Lejos de su mejor versi¨®n, la promesa guineana no estuvo ni r¨¢pida ni habilidosa. Su regate tampoco fue endiablado.

La ventaja del Valencia no desanim¨® al equipo franjirrojo, al que le cost¨® 40 minutos sacudirse los complejos. Cuando lo hizo, rompi¨® el hielo a bal¨®n parado: Javi Fuego bot¨® una falta, Arribas salt¨® m¨¢s que nadie en el segundo palo y Diego Alves evit¨® el empate a quemarropa con una mano milagrosa. El equipo de Vallecas era un martirio para el Valencia en las jugadas de estrategia, como demostr¨® a continuaci¨®n en otra falta que Delibasic remat¨® cruzada al poste derecho de Alves, aunque el ¨¢rbitro anulara la acci¨®n por un fuera de fuego que no lo era.

La segunda parte empez¨® como termin¨® la primera, con el arquero del Valencia inexpugnable. En otra jugada de v¨¦rtigo Diego Alves salv¨® el gol tras otro remate de Delibasic. El Rayo no atinaba con el gol, justo al rev¨¦s que el Valencia, que crey¨® finiquitar la contienda tras una grand¨ªsima jugada colectiva: Feghouli alcanz¨® la l¨ªnea de fondo y de acuerdo con los c¨¢nones asisti¨® atr¨¢s al ¨¢rea, Mathieu -que estuvo en todas- dej¨® pasar la pelota alborotando al personal y Tino Costa le peg¨® rasa y cruzada.

El encuentro parec¨ªa sentenciado, o as¨ª lo entendi¨® Emery, que decidi¨® dar descanso a Soldado, su goleador fetiche aunque no se le viera. La entrada de Aduriz en su lugar tampoco aport¨® nada nuevo a una pel¨ªcula de la que ya se barruntaba el final. Pero el Valencia no contaba con el esp¨ªritu irreductible de Tamudo, al que Sandoval hab¨ªa puesto en el tapete justo antes del segundo gol. El nueve volvi¨® a demostrar sus condiciones de cazador batiendo a Alves tras ayudarse del brazo para controlar el esf¨¦rico.

Estrada dio el gol por bueno y el Valencia termin¨® sofocado, asediado por tierra, mar y aire, encerrado en su ¨¢rea achicando balones. La fe del Rayo le premi¨® con una ¨²ltima jugada de estrategia que anim¨® a Cobe?o a sacar su lado de delantero. Y justo con todo a favor, con la defensa del Valencia tirando mal el fuera de juego, Tito remat¨® a las nubes.

Rayo 1 - Valencia 2