El azul de la discordia

La Caja M¨¢gica es un remanso de paz, interrumpida tan solo por el murmullo que emite un peque?o grupo de periodistas que pivota en torno a la pista n¨²mero dos del recinto, donde se halla ¨¦l y su nutrido s¨¦quito de acompa?antes. Luce una americana oscura, el bigote tupido y unas gafas ahumadas que le conceden aspecto de forastero. Hay pocas metas que se le resistan al multimillonario Ion Tiriac, imparable cuando se le filtra una idea entre ceja y ceja, propietario del Mutua Madrid Open y que hoy ha oficiado la presentaci¨®n de su ¨²ltimo golpe de efecto: la arena azul sobre la que se disputar¨¢n los partidos de la pr¨®xima edici¨®n del torneo, que arrancar¨¢ el pr¨®ximo 4 de mayo. "Si podemos ofrecer una visibilidad mejor, ?por qu¨¦ no hacerlo?", ha lanzado al aire el rumano, acompa?ado en el acto por el organizador de la cita, Manolo Santana, y el extenista Carlos Moy¨¤; "la gente va atrasada. Mirad, hace 20 a?os, todo el mundo se echaba las manos a la cabeza cuando vieron el azul de Stuttgart. Dijeron: ?imposible! Y, ya veis, todo va sobre ruedas. Ahora ocurrir¨¢ lo mismo".

Tiriac departe con todo aquel que se encuentra a su paso, flirtea con una periodista y se aproxima a las estufas que combaten la gelidez de la pista mientras ofrece su versi¨®n. "La visibilidad mejora en m¨¢s de un 15%, tanto para el jugador como para el espectador", ha asegurado; "no somos esclavos de la televisi¨®n, pero dependemos de ella. La tradici¨®n sirve de muy poco frente al progreso". Santana, de inmediato, le recoge el guante: "El tenis, como todo, evoluciona. Existe el riesgo de que a la gente no le guste el cambio, pero en esta pista el bote y el juego es exactamente igual que en la roja". Una opini¨®n que ha subrayado Moy¨¤, ahora empleado del torneo despu¨¦s de colgar la raqueta hace un a?o. "No entiendo tanta contrariedad. Yo prob¨¦ la superficie y es exactamente igual que la roja. El impacto visual dura 10 minutos, pero despu¨¦s te olvidas", ha expresado el balear.

De poco ha servido la oposici¨®n de Rafa Nadal -en su d¨ªa Roger Federer tambi¨¦n puso reparos-, reticente a jugar sobre una superficie azulada, de un color distinto al de los torneos de Roma y Montecarlo y en cuya producci¨®n, seg¨²n los organizadores, no intervienen elementos qu¨ªmicos para te?ir la arena. "Es ladrillo seleccionado, arcilla blanca. Se cuece, se tamiza y se pulveriza. No hay m¨¢s", detallan. Poco parece importarle al balear, que ya se quej¨® en 2009, cuando se efectuaron las primeras pruebas ("el tenis no debe ser solo un showbusiness"), y que reiter¨® su contrariedad a principios de este mes, cuando la ATP dio luz verde al proyecto: "Es una pena por la historia y la tradici¨®n de esta superficie. Espero no tener que jugar alg¨²n d¨ªa sobre hierba azul". Cuestionado por la opini¨®n del espa?ol, Tiriac se ha mostrado tajante: "Respeto lo que dice, pero no lo acepto. Mu¨¦strenme un torneo mejor que Madrid, en el que se cuiden m¨¢s a los deportistas y a los aficionados, y me lo como".

La percepci¨®n de Nadal dista mucho de la de algunos de sus compa?eros, como Feliciano L¨®pez o Fernando Verdasco, que tras probar la pista expuso: "Hay que acostumbrarse, pero las sensaciones del bote son las mismas. Este torneo siempre ha sido rompedor, as¨ª que estoy de acuerdo". Una versi¨®n que comparte el excapit¨¢n del equipo espa?ol de la Copa Davis, Emilio S¨¢nchez Vicario. "Si t¨¦cnicamente dan con la tuerca y encuentran el punto exacto, puede aportarle un plus diferenciador", justifica a trav¨¦s del tel¨¦fono el extenista, que agrega: "Aqu¨ª siempre se ha jugado sobre tierra roja, pero desde hace tiempo en el sur se jugaba sobre una superficie amarillenta y en Estados Unidos sobre otra de tonalidad verde. Comprendo a Rafa, lo que ocurre es que ¨¦l todav¨ªa no hab¨ªa nacido".