El Atl¨¦tico se queda a oscuras
Un Espanyol constante deja en evidencia a un adversario desesperado y sin rumbo
No imaginaba el Espanyol una noche c¨¢lida en pleno invierno, de esas en las que te sobra hasta la manta. Menos a¨²n que, tras encadenar cinco jornadas sin ganar, en apenas siete minutos tuviera el partido encarrilado. En parte, porque todav¨ªa no hab¨ªa visto al mejor Verd¨², capaz de desequilibrar en dos fogonazos. Liviano a la vista, contundente en el plano corto. El recital del volante embriag¨® a un Atl¨¦tico desorientado, despeinado y desesperado.
Mauricio Pochettino cuenta con una idea fija a la que tan solo se le tambalean las bandas. Conoce la necesidad, pero no da con el mejor ap¨®sito. Ayer dej¨® a ?lvaro en el banquillo y apost¨® por Rui Fonte y el recuperado Sergio Garc¨ªa. El portugu¨¦s, acostado inicialmente en la banda derecha, deb¨ªa mezclar con Verd¨² y encontrar un hueco por el que atravesar la defensa rojiblanca. La ausencia de Sergio Garc¨ªa limita la capacidad no solo de desborde de un equipo necesitado de jugadores atrevidos. Esos a los que buscan jugadores como Verd¨², de los que se retroalimenta. M¨¢s todav¨ªa cuando encuentras un aliado del otro lado.
ESPANYOL, 4 - ATL?TICO, 2
Espanyol: Cristian ?lvarez; Gal¨¢n, Ra¨²l Rodr¨ªguez, H¨¦ctor Moreno, D¨ªdac; Forl¨ªn (Baena, min.46), Romaric; Sergio Garc¨ªa (Christian Alfonso, min.73), Verd¨², Rui Fonte (Cristian G¨®mez, min.63) y Thievy.
Atl¨¦tico: Courtois; Perea, Miranda, God¨ªn, Filipe Luis; Mario Su¨¢rez (Assun?ao, min.63), Gabi; Salvio (Adri¨¢n, min.46), Diego, Arda Turan (Koke, min.82) y Falcao.
Goles: 1-0, min.5: Verd¨²; 2-0, min.7: Verd¨²; 3-0, min.18: Romaric; 3-1, min.33: Falcao; 4-1, min.53: Sergio Garc¨ªa; 4-2, min.82: Arda Turan.
?rbitro: Paradas Romero (comit¨¦ andaluz). Amonest¨® a Forl¨ªn (min.26), Sergio Garc¨ªa (min.40), Baena (min.62), Assun?ao (min.65), Perea (min.74) y Miranda (min.83).
20.823 espectadores en el estadio de Cornell¨¢-El Prat.
El planteamiento del Atl¨¦tico buscaba remover el embudo del centro del campo a partir de las escapadas de Turan o Salvio con la ¨²nica referencia de Falcao en el ataque. Gregorio Manzano dej¨® a Adri¨¢n en el banquillo para reforzar con Mario Su¨¢rez y Gabi el centro del campo y liberar a Diego. Con Salvio y Turan por las bandas, el brasile?o deb¨ªa saltarse a Romaric y Forl¨ªn y cincelar un lienzo barroco, pero efectivo. Un trazo que se torci¨® en el minuto quinto gracias a un borr¨®n de brocha gorda de Courtois. El joven meta belga regal¨® en un mal despeje un bal¨®n en la frontal del ¨¢rea al menos indicado, Verd¨², que empalm¨® un disparo seco y colocado a la red. Era el preludio del malestar colchonero, ese mareo que encoje los m¨²sculos y nubla la mente. Tan contagioso que tras el gol ninguno de los cuatro defensas rojiblancos parec¨ªa saber d¨®nde encontrar la toma de tierr, donde anclar un barco agrietado que empezaba a deshacerse a chorros.
Despertaba de nuevo ese fantasma que habita en el interior del Atl¨¦tico y que cuando ve la luz no vuelve hacia atr¨¢s. Un atolondramiento que no entiende de entrenadores, de variantes defensivas ni siquiera de nacionalidades. Es una borrasca dif¨ªcil de olvidar, pegajosa.
El sobresalto inicial provoc¨® la descordinaci¨®n en el marcaje de Perea, atado a una posici¨®n para la que no le sirvi¨® ni su velocidad, de lo poco a lo que puede agarrarse el colombiano, ni la apat¨ªa de God¨ªn y Miranda, que provocaron la abertura de un espacio ideal para delanteros como Sergio Garc¨ªa. O como Verd¨², iluminado por un foco permanente que no quer¨ªa apartarse de ¨¦l. Por eso decidi¨® que, cuando tienes un d¨ªa as¨ª, lo mejor es aprovecharlo y arranc¨® ante la mirada pasiva de tres defensas para batir de nuevo al meta. No hab¨ªa pesadilla peor que la que viv¨ªa el Atl¨¦tico. Dos sopapos que, lejos de enrabietarlo, lo noquearon. La falta de liderazgo en la zaga desesperaba al centro del campo, que no consegu¨ªa adue?arse del bal¨®n. En parte, porque Romaric crec¨ªa a cada minuto. No solo en la defensa. El marfile?o asomaba de nuevo con peligro por el ¨¢rea rival. Y un pase de espuela de Sergio Garc¨ªa, feliz en medio del limbo, lo dejaba solo dentro del area para que sentenciase el partido.
Aun as¨ª, la tranquilidad dur¨® poco y en un centro aislado de Salvio sac¨® petr¨®leo Falcao, que se adelant¨® a Cristian ?lvarez y de cabeza puso el 3-1. Un oasis en medio del desierto, con agua pero poca profundidad. El gol no alter¨® la confianza de los pericos, que, a pesar del resultado, segu¨ªan buscando m¨¢s. La insistencia llev¨® a Sergio Garc¨ªa a resolver un barullo en el ¨¢rea peque?a y conseguir el cuarto gol. No quedar¨ªa as¨ª el resultado, ya que Turan, otro aventurero sin br¨²jula, bat¨ªa con un potente dispar¨® a Cristian ?lvarez a falta de un cuarto de hora para el final.
El nerviosismo habitual del Espanyol se transform¨® en constancia y a fuerza de mantener el bal¨®n en sus pies domestic¨® a un Atl¨¦tico en medio de la penumbra, sin luz ni rumbo.
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