El laboratorio de Guardiola
Seirul¡¤lo, Buenaventura, Altimira y Cos, que no dejan un dato a la casualidad, cuidan todos los detalles f¨ªsicos del Barcelona
Pep Guardiola, el entrenador del Barcelona, sabe que sus futbolistas llegaron a Jap¨®n el lunes con 140 d¨ªas de actividad en las piernas: 31 sesiones en la pretemporada, 113 entrenamientos desde que comenz¨® el curso, 27 d¨ªas de descanso, 26 partidos oficiales y otros siete con la selecci¨®n espa?ola, alrededor de 65 d¨ªas de preparaci¨®n f¨ªsica y 50 de t¨¦cnica y entre 7.500 y 8.000 minutos de trabajo conjunto, m¨¢s 1.000 individualizado, casi todo en el gimnasio. Se lo han dicho sus preparadores f¨ªsicos, es decir, Paco Seirul¡¤lo, Lorenzo Buenaventura, Francesc Cos y Aureli Altimira, en cuyo ordenador se amontonan los datos.
Nacido en Cardedeu (Barcelona) en 1968, Altimira es un exfutbolista formado en La Masia, en la que coincidi¨® con Guardiola y Tito Vilanova, y jug¨® despu¨¦s en el Figueres y el Badajoz. En su ordenador computa cada acci¨®n de cada jugador en cada entrenamiento (ya sean repeticiones en el gimnasio, ejercicios con el cintur¨®n de barras...), cada minuto que ha trabajado un m¨²sculo. Controla el volumen y las intensidades, datos que se interpretan para descubrir carencias en alg¨²n contenido, datos que se analizan todas las ma?anas porque Guardiola da la orden de "vosotros mismos" u "hoy necesito ejercicios de salida del bal¨®n". Entonces interviene Seirul¡¤lo, que dise?a los trabajos de campo.
Cuando Guardiola lleg¨® al primer equipo y pidi¨® subir a ¨¦l con Altimira, el club pens¨® encargarle el control absoluto de la preparaci¨®n f¨ªsica de la nueva Masia al maestro hasta que ¨¦l dio el alto. "No, Paco tambi¨¦n se queda", avis¨®. Y ah¨ª anda cojeando Seirul¡¤lo (Salamanca, 1945). Licenciado en la segunda promoci¨®n del INEF ("la primera fue un desastre, la buena fue la m¨ªa", dice). Plusmarquiasta espa?ol de los 110 metros valla, ha sido director y subdirector del INEF de Barcelona, en el que a¨²n imparte clases. "Paco da cinco vueltas a un tema en 15 minutos y donde solo hab¨ªa una idea hay cinco soluciones desarrolladas. De Paco nos aprovechamos cada d¨ªa", sostiene Buenaventura (Sevilla, 1962) tercera pata de una mesa que se completa con Cos (Terrassa, Barcelona; 1965), doctor por la Universidad de Barcelona y licenciado en el INEF, entre otras cosas.
Seirul¡¤lo, destacado por innovador en los contenidos del entrenamiento, sostiene que la historia de la preparaci¨®n f¨ªsica ha sido influida por cosas ajenas a lo que es el f¨²tbol, cuestiones principalmente m¨¦dicas, referentes a la fisiolog¨ªa y la psicolog¨ªa. "Mi ¨²nica aportaci¨®n ha sido recordar que lo prioritario es el juego, que es del jugador", dice el salmantino. Entre los muchos m¨¦ritos que acumula en el Bar?a (trabaja en ¨¦l desde 1977, primero en la secci¨®n de atletismo, despu¨¦s en los a?os gloriosos del balonmano y mas tarde con el primer equipo) queda tambi¨¦n para la historia el plan f¨ªsico que dise?¨® para el desarrollo de aquel Guardiola que era un alfe?ique, pero que con 15 a?os ya viv¨ªa el f¨²tbol como nadie y jugaba como ninguno. "Ya era un obsesivo del juego", recuerda.
Resulta que Guardiola les dijo: "Mi juego es este. Quiero que me ayud¨¦is". A partir de ah¨ª, ellos se pusieron de acuerdo en la manera de trabajar ("b¨¢sicamente, es que son muy buena gente todos", suele decir Pep) y se adapt¨® la condici¨®n f¨ªsica a la idea del juego. "Muchos creen que la preparaci¨®n f¨ªsica es una cosa y el juego otra. Se equivocan", dice Buenaventura. "En el f¨²tbol siempre ha habido la idea de que, como se juegan 90 minutos, hay que ser capaces de correr 90 minutos y se trabajaba la resistencia. Desde 1995 insistimos en que no es un problema de resistencia, sino de una fuerza que permita mantener la velocidad el mayor tiempo posible. Buscamos futbolistas m¨¢s explosivos que resistentes", insisten los mec¨¢nicos de Guardiola. "No existen los picos. Antes hab¨ªa menos partidos y se pod¨ªa ajustar el calendario. Nosotros debemos estar al mismo nivel 10 meses", tercia Buenaventura. Por eso se insiste en utilizar el partido como parte del entrenamiento y los entrenamientos como complemento. La idea es mantener el tono entre el 75% y el 90% y, en momentos puntuales, por no entrenarse, conseguir momentos instant¨¢neos de punta. "Nuestro futuro es a tres semanas. M¨¢s no podemos planificar. De hecho, ni siquiera podemos prever qu¨¦ d¨ªa jugamos, pero el rendimiento lo necesitamos a tres d¨ªas vista", a?ade. "Somos aut¨¦nticos damnificados por el descontrol de horarios de la Liga espa?ola", revelan muertos de envidia al mirar la organizaci¨®n, por ejemplo, de la Premier. Por eso valoran tanto el hecho de viajar el mismo d¨ªa de partido. "Nos permite tener m¨¢s horas de entrenamiento", sostienen.
En el dise?o, el trabajo preventivo es absolutamente personal. El resto se trabaja por l¨ªneas y no lo hace igual un delantero que un defensa. Realizan lo mismo, con menos o m¨¢s repeticiones, y as¨ª el zaguero compensa lo que no hace en el campo y viceversa. Pero nunca un jugador hace los ejercicios solo. Como m¨ªnimo, trabajan en parejas y, en la medida de lo posible, siempre con bal¨®n. Luego, sin embargo, el trabajo se ajusta a los jugadores en dosis individualizadas. Asumiendo, en cualquier caso, que la capacidad de rendimiento est¨¢ en la cabeza, controlan mucho el lactato, hacen pruebas constantemente, y eso tambi¨¦n va a parar al ordenador, un dato que sirve para reajustar. "Principalmente, somos gente del futbol y Pep valora tanto lo cient¨ªfico como la intuici¨®n. Muchas veces lo cient¨ªfico solo viene a corroborar lo que se huele, lo que se intuye", despeja Altimira, que reconoce a los jugadores como "muy pencaires (currantes)": "Muchas veces hay que frenarles porque van a saco. Les encanta entrenarse".
"Cuando les explicas las razones, notas que se interesan, que les gusta saberlo. Son muy agradecidos" dice Buenaventura, que mam¨® el f¨²tbol en casa (su padre trabaj¨® en el Betis m¨¢s de 40 a?os en tareas t¨¦cnicas) y jug¨® hasta juveniles, cuando se fue a estudiar al INEF de Madrid. Trabaj¨® en 1988 con Senekowitsch en el C¨¢diz del M¨¢gico Gonz¨¢lez, luego con Esp¨¢rrago en el Valladolid y en el Espanyol con Bielsa, que se lo llev¨® al Mundial con Argentina. Despu¨¦s viaj¨® a Italia, donde se especializ¨® en la preparaci¨®n personal, en especial en el vestuario del Inter de C¨²per, aunque no pertenec¨ªa al club. Conoc¨ªa a Guardiola por amigos comunes y porque le dio clases en el curso de entrenadores. Desde entonces, este tuvo claro que trabajar¨ªan juntos. Y le llam¨®. "Tuve esa suerte", dice.
El grupo encaj¨® por profesionales y buena gente. "Tratamos de conocer cada vez mejor los aspectos individuales y obrar en consecuencia, en funci¨®n de los detalles", dice Buenaventura. En eso ayuda mucho el gimnasio, en el que se trabaja la compensaci¨®n de los grupos musculares y los periodos de asimilaci¨®n de fuerza. A eso se dedica Cos, a apretar o soltar el tornillo seg¨²n los resultados de un test o cuando una lesi¨®n, por peque?a que sea, lo requiere. Cos y el gimnasio son la intervenci¨®n inmediata. Al gimnasio hace tres a?os que ya no se va a dormir. "Solo s¨¦ que con los jugadores hay que tener cuidado, que no hagan m¨¢s de lo que deben. Les he tenido que echar del gimnasio", admite. Punto y seguido del trabajo de campo, lugar dedicado a la prevenci¨®n de lesiones y una fase importante de recuperaci¨®n, del gimnasio al ordenador hay un paso, cerr¨¢ndose el c¨ªrculo.
Los cuatro saben que poner en marcha al equipo est¨¢ temporada fue un milagro y que sin las ganas de los jugadores y la paciencia de Guardiola no habr¨ªa sido posible. A todos les alegra el cuerpo escuchar dos frases en el vestuario: "Estoy bien" y "hoy, ?qu¨¦ toca?". Ayer, en Yokohama, escucharon las dos. Por lo que a ellos respecta, los chicos est¨¢n listos para otra noche de acci¨®n.
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