Pocius vence al miedo

En un duelo ciclot¨ªmico, el Madrid pas¨® de zarandear al Bar?a a verse abocado a un final en el alambre donde la moneda le sali¨® cara gracias al ¨ªmpetu de Pocius. El alero lituano, ajeno al p¨¦simo expediente reciente de los blancos ante su eterno rival, reclam¨® el bal¨®n cuando m¨¢s quemaba, tumb¨® la resistencia azulgrana y de paso recuper¨® el liderato.

El respeto marc¨® el comienzo del pulso. Laso reforz¨® los diques de contenci¨®n de su quinteto inicial con Su¨¢rez y Pocius para sujetar la embestida de Mickael y Eidson. El plan le funcion¨® a medias porque Mickael arranc¨® efervescente y firm¨® cuatro de los seis primeros puntos del Bar?a en tres minutos. Pero en ese mismo tiempo acumul¨® dos faltas personales que le levaron al banquillo. Los blancos dieron entonces un suspiro de alivio y rompieron a sudar. Tomic (con 8 puntos sin fallo y tres rebotes en el primer cuarto) y Mirotic se hicieron con los mandos en la pintura y con un parcial de 6-0 el Madrid dio el primer estir¨®n en el marcador (16-12, a dos minutos para el final del primer cuarto).

Ofuscados desde el per¨ªmetro, ambos equipos se ve¨ªan obligados a masticar cada ataque. Los primeros 11 intentos desde la l¨ªnea de 6,75 se estrellaron en los aros (0 de 6 para los blancos y 0 de 5 para los azulgrana). Pero Marcelinho quit¨® el tap¨®n. Un espectacular triple del base brasile?o, secundado por dos m¨¢s de Eidson, afinaron el ataque del Bar?a y situaron a los de Xavi Pascual por delante en el marcador (28-30 a 4.30 para el descanso). Para entonces, Ndong se hab¨ªa vuelto incontenible para la defensa blanca. El p¨ªvot senegal¨¦s sosten¨ªa al Bar?a ante el apag¨®n de un Lorbek renqueante. Pero entonces Carroll desenfund¨® su fusil.

Su irrupci¨®n result¨® un cataclismo para el partido. No hab¨ªa jugado en el primer cuarto, pero cuando Laso le rescat¨® de la silla no par¨® de anotar. 11 puntos en 10 minutos con tres triples consecutivos sin fallo alteraron los biorritmos de un choque tenso e igualado hasta entonces. El Madrid se desmelen¨®, comenz¨® a correr y cuando el alboroto dio relevo a la pausa los blancos dispararon su colecci¨®n de rebotes (21-13 al descanso). Abrumado por la producci¨®n ofensiva de Carroll, el Bar?a se tambaleaba sobre el parquet al borde del descanso. Un parcial de 20-6 en apenas cuatro minutos dispar¨® la diferencia de los madridistas hasta los 12 puntos (48-36 al descanso).

A la vuelta de los vestuarios, el Bar?a apret¨® los dientes para recomponer la figura. Hu¨¦rfanos de los argumentos sobrenaturales de Navarro, los azulgrana se agarraron de nuevo a Pete Mickael, siempre iluminado ante el Madrid. A¨²n con las rodillas maltrechas, el alero es un l¨¢tigo y sus puntos levantaron a los de Xavi Pascual, que pasaron de encajar 30 puntos en el segundo cuarto a dejar el casillero del Madrid en 14 en el tercero. De la mano de Mickael creci¨® Marcelinho en la direcci¨®n y la diferencia qued¨® reducida a cuatro puntos (62-58, a 10 minutos para el final).

Las dudas del Madrid crec¨ªan de forma proporcional a la confianza del Bar?a. Los de Laso pasaron en 10 minutos de elegir esmoquin para la fiesta a rescatar el mono de trabajo. La defensa azulgrana se propuso vender caro el triunfo, sujet¨® al per¨ªmetro blanco e igual¨® los rebotes. La primera canasta de Lorbek sirvi¨® al Bar?a para igualar el partido a 68 puntos a cuatro minutos para el final.

En el territorio del miedo, Pocius oposit¨® a h¨¦roe y, con cuatro puntos y dos rebotes providenciales del lituano, el Madrid venci¨® a sus fantasmas.