El Rayo reina en la confusi¨®n
Los de Sandoval se imponen con apuros a un Sevilla inoperante en un duelo espeso
Con m¨¢s br¨ªo que juego, con m¨¢s tino que merecimiento, el Rayo Vallecano se impuso a un Sevilla inoperante en un partido desordenado. En una ma?ana destemplada cargada de desprop¨®sitos, el pulso se resolvi¨® por picard¨ªa y los de Sandoval aprovecharon mejor los regalos de un rival mustio cuando ejerce de visitante.
Tres d¨ªas despu¨¦s de salir del Atl¨¦tico, Reyes cog¨ªa el AVE de vuelta a Madrid para estrenarse como titular con el Sevilla en su visita a Vallecas. A medio camino entre la dosificaci¨®n de esfuerzos y la intenci¨®n de espolear el sistema nervioso de su equipo, Marcelino hizo un hueco al utrerano en el once inicial buscando compensar las cuotas de desborde y la profundidad que quedaban libres con la baja de Jes¨²s Navas, ausente por una contractura en el b¨ªceps femoral de la pierna izquierda. Pero no le funcion¨® el plan.
RAYO, 2 - SEVILLA, 1
Rayo Vallecano: Dani; Tito, Arribas, Jordi Figueras, Casado; Movilla (Diamanka, m.57), Javi Fuego; Trashorras, Michu, Piti (Rayco, m.69); y Tamudo (Lass, m.55).
Sevilla: Javi Varas; Coke, Fazio (Medel, m.53), Spahic, Fernando Navarro; Escud¨¦; Luna (Kanout¨¦, m.54), Rakitic, Perotti; Reyes (Trochowsky, m.76) y ?lvaro Negredo.
Goles: 1-0: M.45 Michu; 2-0: M.50 Tamudo; 2-1: M.61 Escud¨¦.
?rbitro: Gonz¨¢lez Gonz¨¢lez (comit¨¦ castellano-manchego). Amonest¨® a Casado, Arribas y Diamanka del Rayo, y a Fazio, Escud¨¦, Fernando Navarro y Negredo del Sevilla.
10.146 espectadores en el Estadio de Vallecas.
Desde el pitido inicial, el nuevo fichaje sevillista recorri¨® con m¨¢s entusiasmo que criterio todo el frente de ataque de su equipo. Busc¨® el bal¨®n por ambas bandas, acompa?¨® a Negredo como segundo punta, se retras¨® hasta el centro del campo para buscar el bal¨®n y lanz¨® varias faltas y alg¨²n c¨®rner. M¨¢s ruido que nueces. Su hiperactividad no mejor¨® el juego del conjunto de Marcelino que ha hecho de la irregularidad su forma de vida en lo que va de Liga y que a estas alturas solo suma un triunfo fuera del Pizju¨¢n. Con un dibujo abigarrado y un juego espeso, el Sevilla se qued¨® en un mero inventario de buenas intenciones que apenas le sirvi¨® para exhibir un dominio est¨¦ril todo el partido. Puro espejismo.
Con el paso de los minutos, la efervescencia de los visitantes fue decayendo conforme Fazio evidenciaba las carencias de su repertorio. Central aplicado y resuelto, el argentino hace agua como arquitecto del juego sevillista cuando adelanta su corpach¨®n de 195 cent¨ªmetros al puesto de mediocentro. Sin tacto ni pausa en la construcci¨®n la apuesta sevillista languideci¨® conforme sucumb¨ªa al patad¨®n y el Rayo comenz¨® a equilibrar el pulso. Los de Sandoval encontraron el premio del gol incluso antes de merecerlo.
En la ¨²ltima intentona antes del descanso, Casado colg¨® un bal¨®n inocente sobre el ¨¢rea sevillista y el desprop¨®sito conden¨® al Sevilla. La acci¨®n que requer¨ªa a lo sumo un despeje funcionarial devino en esperpento. Varas reclam¨® la pelota, Fazio hizo intenci¨®n de despejar y en el ¨²ltimo instante se agach¨® y el portero, desairado y sorprendido, dej¨® escapar el bal¨®n de manera inocente. La indecisi¨®n entre Varas y Fazio la aprovech¨® Michu con viveza para lograr su s¨¦ptimo gol en lo que va de campeonato y encarrilar la ma?ana.
El gol reforz¨® la hoja de ruta rayista, sin parang¨®n cuando se trata de recurrir al juego directo. A la vuelta de la caseta y con el Sevilla intentando a¨²n descifrar el manual de instrucciones, Tamudo hurg¨® en la herida. El delantero aprovech¨® un pase en largo de Piti a la espalda de los centrales para fusilar a Varas con firmeza y punter¨ªa. Sin argumentos sobre el c¨¦sped para recomponer el desaguisado, Marcelino recurri¨® al banquillo. Medel y Kanout¨¦ dieron el relevo a Fazio y Luna pero, antes de que los cambios ejercieran alguna influencia sobre el juego, la endeblez del Rayo concedi¨® al Sevilla la oportunidad de reengancharse al partido.
La zaga rayista se durmi¨® a la salida de un c¨®rner y Escud¨¦ remach¨® a la red un meritorio despeje de Dani Jim¨¦nez a tiro de Rakitic. Quedaba media hora por delante y la inercia empujaba al Sevilla a acorralar al Rayo en busca de un empate como mal menor. Los locales, incapaces de gobernar el choque, se preparaban de nuevo para la agon¨ªa y el sobresalto en su en¨¦simo final apretado. Pero entonces, Reyes grip¨® y dej¨® hu¨¦rfanos de sustento a Negredo y Kanout¨¦. El extremo se retiro renqueante a falta de veinte minutos y el arre¨®n de los de Marcelino se perdi¨® en un quiero y no puedo intrascendente.
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