El teatro de los sue?os existe
El Mirand¨¦s, un 'segunda b', supera al Espanyol gracias a la fe y la garra
El respeto se gana, el miedo se impone. Y el Mirand¨¦s se lo ha ganado todo al mismo tiempo. Es m¨¢s que un equipo, es la representaci¨®n m¨¢xima del sue?o del que nadie quiere despertar, Es la ambici¨®n personificada. Capaz de derribar el muro del Espanyol en el ¨²ltimo suspiro, con el ¨²ltimo aliento, con un cabezazo de C¨¢sar Caneda que puso Miranda en pie. Ah¨ª iba un equipo que ha hecho de la an¨¦cdota una realidad constante. En el descuento, agotado, casi deshecho, encontr¨® el camino de la semifinal cuando se antojaba un brusco despertar.
Costaba ver a un Espanyol tan asustado, tan apocado, tan precavido, tan minado por un rival presuntamente menor, poblado de futbolistas que en muchos casos ven¨ªan del trabajo al campo de juego para acariciar la gloria, para enfrentarse a un sue?o. El sue?o de una ciudad que convirti¨® Anduva en su particular teatro de los sue?os. Tiene ese aire ingl¨¦s el viejo campo mirand¨¦s y tiene aire ingl¨¦s la afici¨®n, que canta y canta, anima y anima, sin desmayo y que ayer carg¨® contra el ¨¢rbitro dolida por el castigo que le infligi¨® Mateu Lahoz en el partido de ida.
MIRAND?S, 2 - ESPANYOL, 1
Mirand¨¦s: Nauzet; Garmendia, C. Caneda, Corral, R. Garc¨ªa; M. Martins, N. Garro (Lambarri, m. 56); H. Mujika (Borrell, m. 69), Iribas (Muneta, m. 73), P. Infante; y Alain. No utilizados: A. Murcia; y A. Blanco.
Espanyol: Casilla; Gal¨¢n, R. Rodr¨ªguez, H. Moreno, D¨ªdac; Forl¨ªn, Baena; Weiss, Alb¨ªn (Thievy, m. 63), Romaric (Verd¨², m. 73); y Rui Fonte. No utilizados: Edgar; J. L¨®pez y C. G¨®mez.
Goles: 0-1. M. 47. Rui Fonte. 1-1. M. 57. Pablo Infante. M. 92. C¨¦sar Caneda.
?rbitro: Ayza G¨¢mez. Amonest¨® a Garmendia, Weiss, Gal¨¢n y D¨ªdac.
Lleno en Anduva: 6.000 espectadores. Clasificado el Mirand¨¦s por el valor doble de los goles marcados en campo ajeno en caso de empate global (4-4).
El f¨²tbol del Mirand¨¦s no tiene nada de ingl¨¦s y, en la Copa, poco que ver con el juego directo que suele practicarse en la Segunda Divisi¨®n B. Le cost¨® poquito tiempo robar el bal¨®n al Espanyol, desdibujado por un difuminado Romaric y jugando con un solo ojo, el que mira a Weiss como ¨²nico recurso. No era mal recurso, visto lo mismo. Si algo suele dilucidar los choques desiguales es el cambio de velocidad. Y en eso Weiss s¨ª demuestra los dos escalones que separan al Mirand¨¦s del Espanyol. Su primera carrera rastre¨® todos los escondrijos del Mirand¨¦s, retir¨® las telara?as de la banda derecha y exigi¨® lo mejor de Nauzet, casi junto al poste. No fue gol, pero el premio vino tras el despeje, cuando Baena asisti¨® a Rui Fonte para que marcara junto al poste.
Un minuto y una jugada hab¨ªan despertado a un Espanyol dormido durante la primera mitad. El Mirand¨¦s no hab¨ªa necesitado ni apretar los dientes para tener acceso al territorio de Casilla, un portero con una planta imponente. Parec¨ªa que el Espanyol solo lat¨ªa por el miedo a Pablo Infante, el s¨ªmbolo del Mirand¨¦s, el calvo de oro de la ribera burgalesa del r¨ªo. Fue su trabajo en la primera mitad asustar desde el costado para que, en realidad, fuera Alain, el punta punta, quien destrozara a los centrales espanyolistas. M¨¢s que ocasiones, eran como juegos de estrategia, psicol¨®gicos, en busca del disparo definitivo.
Y percuti¨® el Espanyol porque Weiss dijo basta. Pero Infante, estaba por all¨ª, ya con la mirada afilada y la pierna fresca. El Mirand¨¦s es dif¨ªcil de derribar. Y hall¨® el gol en una acci¨®n individual del bancario de Quincoces. Su disparo, bien concebido, cont¨® con la ayuda de un rebote para superar los brazos de Casilla.
Vuelta a abrir el tel¨®n del teatro. Vuelta al agobio espa?olista, al tes¨®n del Mirand¨¦s, que volv¨ªa a apelar al viejo grito de ?ah¨ª va el Ebro! que anima cualquier riada en busca de la clasificaci¨®n. El Espanyol cre¨ªa hab¨ªa encauzado sus m¨¢rgenes y dragado su ¨¢rea. Pero no lo hab¨ªa hecho. Y cuaj¨® el sue?o del equipo de los sinequipos. El ¨²ltimo golpe de honda de David derrib¨® al fin a Goliat.
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