Sin finura, Puyol saca el l¨¢tigo

A falta de finura, el Bar?a recuper¨® el camino a trav¨¦s del esp¨ªritu indomable de Puyol. El capit¨¢n marc¨® de un cabezazo, como en la eliminatoria anterior ante el Madrid en el Bernab¨¦u, para acabar con la zozobra azulgrana en Mestalla. Despu¨¦s de que el Valencia, seg¨²n el plan previsto por Unai Emery, impusiera la velocidad de su banda izquierda. El Bar?a ha perdido la magia hasta en el tiro de penalti de Messi, desviado esta vez por Diego Alves, pero mantiene la personalidad de su capit¨¢n para sufrir ante un rival tan intenso como el de Emery. A este se le puede reprochar poco, si acaso el peso insuficiente de Banega en la construcci¨®n del juego en el centro del campo.

Mestalla bram¨® contra el ¨¢rbitro cuando Pinto toc¨® el bal¨®n con la mano fuera del ¨¢rea al salir para tapar a Soldado, a quien tambi¨¦n derrib¨® con las piernas por delante. Esa acci¨®n retrataba las intenciones del Valencia: robar y salir a toda m¨¢quina, tratando de activar a su n¨®mina de velocistas: Piatti, Jordi Alba y Mathieu. El cuadro de Emery no pretend¨ªa elaborar, sino profundizar con pases largos a la espalda de la zaga azulgrana. All¨ª le envi¨® la pelota Jordi Alba a Mathieu, tan intercambiables en las posiciones de lateral y extremo que son dif¨ªciles de detectar. As¨ª que Mathieu alcanz¨® la l¨ªnea de fondo y barri¨® una mirada hacia el centro del ¨¢rea. El pase atr¨¢s le sali¨® de perlas por un botecito del bal¨®n antes de caer en los pies de Jonas, que dispar¨® al palo largo. Ante la alegr¨ªa de Mathieu al medirse al atrevido Alves, Guardiola hab¨ªa decidido cambiarle de pareja de baile, sentando al brasile?o a favor de abrir al mucho m¨¢s recio Puyol al lateral derecho. Tampoco este pudo frenar al franc¨¦s en ese intercambio infinito con Jordi Alba.

Llevado por la euforia, el Valencia crey¨® tener al Bar?a contra las cuerdas. Esa impresi¨®n dio hasta que Isaac Cuenca, partiendo del pico derecho del ¨¢rea, se dio un garbeo en horizontal sorteando defensas hasta encontrar el desmarque interior de Alexis. Asfixiado Messi, siempre esposado por un par defensas, el Bar?a necesitaba a alguien diferente con capacidad de desborde. Fue Cuenca.

Solo ante la porter¨ªa, el tiro esquinado del chileno Alexis se top¨® con la parada milagrosa de Diego Alves. El meta brasile?o resumi¨® en un par de minutos lo mejor y lo peor de su repertorio. Al consiguiente centro de c¨®rner, se qued¨® a media salida y Puyol, entrando al segundo palo, cabece¨® picado a gol. Nada que ver con sus espectaculares tantos desde el punto de penalti a Alemania o al Madrid en el reciente cl¨¢sico en el Bernab¨¦u. Esta vez entr¨® de m¨¢s atr¨¢s, libr¨¢ndose de la marca de V¨ªctor Ruiz, y picando con rabia hacia adentro. A falta de finura, bienvenido fue para los azulgrana el car¨¢cter infalible de Puyol.

Ya con la igualada, el Bar?a reserv¨® fuerzas y esper¨® a que el Valencia llevara la iniciativa del encuentro, a la espera del partido de vuelta en el Camp Nou. Guardiola se desga?itaba en la banda instando a sus jugadores a que se abrieran, abroncando sobre todo a Cuenca, huyendo el chico en su camino hacia al centro del pegajoso marcaje de Mathieu.

Guardiola trat¨® de refrescar al equipo que se bloque¨® en El Madrigal y el sacrificado fue alguien tan capital como Xavi, se?al de que el t¨¦cnico azulgrana quer¨ªa dar un golpe de mano desde la alineaci¨®n. Emery, por su lado, lo intent¨® sorprender con el zurdo Piatti por primera vez por el extremo derecho. A pie cambiado. Con menos participaci¨®n de la requerida, fue sustituido por Feghouli.

V¨ªctor Ruiz sufri¨® una tortura a la hora de elegir d¨®nde y c¨®mo salir a parar a Messi. Siempre tarde, por supuesto. Ante el descanso de la zaga local, La Pulga fue encontrando cada vez m¨¢s espacios para matar. Y m¨¢s compa?eros completamente solos, como Thiago, que recibi¨® la patadita de Miguel. El penalti se dispon¨ªa a ejecutarlo Messi tras recibir un consejo secreto de Piqu¨¦. O lo aconsej¨® mal o no le hizo caso. Pero Diego Alves imit¨® a Javi Varas y se agigant¨®, despejando el disparo. Messi ha fallado siete de los 27 lanzamientos de penalti que ha lanzado con el Barcelona. Y Alves repesc¨® su fama de parapenaltis.

Mestalla volvi¨® a vibrar, esta vez de felicidad, coreando el nombre del meta brasile?o. Le dur¨® poco. La doble ruleta de Puyol en un ataque azulgrana tuvo un efecto disuasorio entre el valencianismo: si Puyol era capaz de esto... El partido se le iba y Emery busc¨® en Tino Costa el aliento que le faltaba ya a Albelda. Ya en el campo, Dani Alves envi¨® el bal¨®n al palo tras una preciosa pared con Messi. Pero el duelo estuvo m¨¢s equilibrado hasta el final, a la espera de la sentencia en el Camp Nou.

Valencia 1 - F.C. Barcelona 1