El Bar?a claudica en Pamplona
Los azulgrana dejan la Liga a merced del Madrid al perder contra un Osasuna contundente y efectivo
No sabe jugar el Barcelona al l¨ªmite cuando es exigido sobre todo por la clasificaci¨®n de la Liga y tambi¨¦n por el adversario, como ayer Osasuna, que complet¨® un partido redondo. Los azulgrana acabaron por despe?arse en Pamplona. Tanto tiempo al borde del precipicio, parec¨ªa imposible mantener el equilibrio por mucho tiempo m¨¢s, aunque la esperanza sea lo ¨²ltimo que se pierde. Bast¨® con un mal paso y Osasuna hizo el resto: empuj¨® a los barcelonistas, que se estamparon sobre las rocas. El campeonato queda ahora a merced del Madrid, que lleva siete puntos de ventaja y un partido menos, el que disputa hoy contra el Levante en el Bernab¨¦u.
Ven¨ªa el Barcelona de meter la cabeza en la final de la Copa, pero la cruda realidad que le acompa?¨® hasta Pamplona le llevaba de nuevo ante la angustia de la Liga. No ten¨ªa margen de error. Al Bar?a le quedaba una bala en su rev¨®lver y se dispar¨® en un pie. A tres grados bajo cero, ante un equipo dispuesto a pelear por cada bal¨®n hasta el l¨ªmite y en un campo duro y pelado como una piedra, le falt¨® nervio, perdi¨® el control del juego, el bal¨®n, el partido y pr¨¢cticamente el t¨ªtulo en 45 minutos nefastos, expresi¨®n perfecta de lo que viene siendo el plantel este a?o lejos del Camp Nou.
OSASUNA, 3 - BARCELONA, 2
Osasuna: Fern¨¢ndez; Bertr¨¢n, Sergio, Fla?o, Raitala; Cejudo, Pu?al; Nekounam, Ra¨²l Garc¨ªa (Dami¨¤, m. 88), Nino (Lolo, m. 77); y Lekic (Ibrahima, m. 70). No utilizados: Riesgo, Calleja, Lamah y Timor.
Barcelona: Vald¨¦s; Alves, Piqu¨¦ (Cesc, m. 70), Puyol (Cuenca, m. 46), Abidal; Thiago, Mascherano, Sergi Roberto; Pedro (Tello, M. 46), Messi y Alexis. No utilizados: Pinto, Adriano, Xavi e Iniesta.
Goles: 1-0. M. 4. Lekic. 2-0. M. 22. Lekic. 2-1. M. 51. Alexis. 3-1. M. 56. Ra¨²l Garc¨ªa. 3-2. M. 72. Tello.
?rbitro: Paradas Romero. Expuls¨® a Mascherano con doble amarilla (m. 90) y amonest¨® a Sergi Roberto, Alexis, Alves y Ra¨²l Garc¨ªa (se pierden el pr¨®ximo partido), Pu?al y Vald¨¦s.
Reyno de Navarra: 17.500 espectadores.
El Bar?a fue un equipo irreconocible desde la alineaci¨®n, con un centro del campo en el que no estaban Iniesta, Cesc ni Xavi, los tres en el banquillo, ni tampoco Busquets, de baja. Se jug¨® la vida con Thiago y Sergi Roberto, dos j¨®venes procedentes del filial, y Mascherano como pivote. No mezcl¨® el medio campo con los delanteros ni con la defensa. Guardiola recuper¨® la te¨®rica zaga titular -despu¨¦s de dos partidos en el banquillo, Alves asom¨® en escena- y apost¨® en el ataque por el regreso de Pedro, curado de sus problemas musculares. Adem¨¢s, us¨® de entrada a Messi por el flanco derecho del campo, el que mejor estaba y facilitaba mejor conducci¨®n, y busc¨® con Alexis estirar al equipo como nueve.
No funcion¨® el invento porque el Bar?a interpret¨® mal el partido, atascado desde el primer pase, falt¨® de la tensi¨®n que requer¨ªa el duelo. As¨ª que se estamp¨® el campe¨®n. Vivir al borde del precipicio es lo que tiene. Le cost¨® tanto al Bar?a meterse en el partido, jug¨® tan mal y atac¨® con tanto desorden que en la primera parte tir¨® dos veces a puerta y encaj¨® dos goles, pues concedi¨® todas las facilidades del mundo.
A los cuatro minutos, Ra¨²l Garc¨ªa se adelant¨® a Puyol y habilit¨® a Lekic, que fusil¨® a Vald¨¦s. En el minuto 21 fue Piqu¨¦ quien cerr¨® mal su zona en un centro desde la izquierda y fue de nuevo Lekic el que remat¨® a bocajarro. Tuvo suficiente el equipo de Mendilibar con presionar bien, mantener cierto orden defensivo y no perdonar sus oportunidades. El resto lo puso el Bar?a, que nunca supo reaccionar, conmocionado por los dos golpes osasunistas y por su propia sinraz¨®n.
No vale la excusa del campo, por mal que estuviera el c¨¦sped, porque la raz¨®n de la derrota remite antes a la perdida de la esencia, el bal¨®n, y a la traici¨®n a la idea que le ha hecho grande: la solidaridad de sus jugadores. No hay peor s¨ªntoma para este Bar?a de Guardiola que correr sin ning¨²n sentido y eso es precisamente lo que hizo ayer.
En el descanso Guardiola zarande¨® el plato: sac¨® a Tello y Cuenca y quit¨® a Pedro, evidentemente fuera de ritmo, y a Puyol; retras¨® a Mascherano, adelant¨® a Alves y centr¨® a Messi a la espalda de Alexis. Asumidos todos los riesgos, daba igual perder por dos que por cinco, as¨ª que abri¨® el campo y se descamis¨®, listo para morir matando.
Pero al Barcelona se le atraganta la ¨¦pica por falta de costumbre. Aunque a los cinco minutos marc¨® Alexis despu¨¦s de un centro de Cuenca, a los diez remat¨® Osasuna con un gol de Ra¨²l Garc¨ªa, que se adelant¨® otra vez a Piqu¨¦, meti¨® la punta de la bota y le dio la puntilla a un equipo que termin¨® siendo v¨ªctima de su propia sinraz¨®n, castigado por sus propios errores en el peor partido que se recuerda en tiempo.
No se le puede negar al equipo la voluntad y las ganas de remontar el duelo ni el esfuerzo de los j¨®venes del filial y eso fue lo que le permiti¨® so?ar con un empate despu¨¦s de que, al filo de la media hora, Tello acortara distancias. Para entonces, sin embargo, los da?os ya eran irreversibles, Messi continuaba sin encontrar la porter¨ªa y revalidar el titulo de la Liga se hab¨ªa convertido pr¨¢cticamente en una utop¨ªa para los azulgrana, abatidos por segunda vez, y puede que definitiva, en la Liga.
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