Una certeza y dos dudas
Escaldado en la Copa, Osasuna se tom¨® cumplida revancha del Barcelona en la Liga. A los navarros les doli¨® que los azulgrana se enredaran en la ida con la hierba y el dolor de panza de Messi, cuya intervenci¨®n result¨® decisiva para convertir en an¨¦cdota la vuelta. Las mismas circunstancias que entonces jugaron en su contra, ayer estuvieron de parte del equipo de Mendilibar. El partido fue especialmente desagradable para el Bar?a por el fr¨ªo, el viento, el campo y por su manifiesta incapacidad para interpretar el juego. Equipo aseado y muy se?or, no dio pie con bola en el cuadril¨¢tero del Reyno de Navarro. Acostumbrado a la bonanza, ha perdido ¨¦pica y, por tanto, le cuesta jugar al l¨ªmite, remontar partidos, perseguir al Real Madrid.
La clasificaci¨®n exig¨ªa una atenci¨®n m¨¢xima y el partido demandaba una intensidad, agresividad y competitividad especiales por el escenario y el rival. Y, sin embargo, los azulgrana no se enteraron hasta el descanso. Tiraron medio partido a la basura y cuando se corrigieron el encuentro ya no ten¨ªa remedio, por las disfunciones propias y por la determinaci¨®n con la que se aplic¨® Osasuna, poderoso y efectivo en las ¨¢reas, siempre dispuesto a poner un gol m¨¢s que su rival en el marcador.
A fin de cuentas, el partido fue un resumen de la temporada del Bar?a en la Liga: le ha costado entrar en faena cada vez que ha viajado. Ocurri¨® en San Sebasti¨¢n, Valencia, Bilbao, Cornell¨¤, Vila-real, Getafe y Pamplona. As¨ª que no se trata de una cuesti¨®n coyuntural, sino m¨¢s bien estructural, por m¨¢s que la segunda derrota del campeonato pueda significar el punto final a sus aspiraciones de revalidar el t¨ªtulo.
No form¨® el Bar?a con el mejor equipo posible en un d¨ªa sin margen de error, y seguramente reservar a Iniesta, F¨¤bregas y Xavi, cuando no pod¨ªa jugar por lesi¨®n Busquets, se puede considerar una temeridad, sobre todo si se tiene en cuenta la capacidad goleadora de la segunda l¨ªnea (25) y la facilidad de los volantes para combinar con Messi. Ocurre que las concesiones fueron m¨¢s defensivas y ofensivas que de los centrocampistas, y tanto en la zaga como en ataque se juntaron los titulares.
Muy tierno, el equipo se parti¨®, no supo presionar arriba y se equivoc¨® cuando trat¨® de salir con el bal¨®n jugado desde su cancha, circunstancia que le llev¨® a acumular hasta 33 p¨¦rdidas en el descanso. Apenas tuvo posesi¨®n de bal¨®n, no se impuso en una sola jugada dividida, no acab¨® las jugadas y se alej¨® demasiado del marco navarro. No mezclaron bien en la divisoria Thiago, Mascherano y Sergio Roberto, el mismo tr¨ªo que funcion¨® en la vuelta de la Copa, y, por tanto, tienen su cuota de responsabilidad. No son, sin embargo, los culpables de la derrota si se atiende a la reacci¨®n que tuvo el equipo con la entrada de Tello y Cuenca y se recuerda las jugadas de los goles encajados y tambi¨¦n los no marcados, especialmente comprometedoras para los centrales y para el falso nueve.
La respuesta de los j¨®venes fue mejor que la de varios veteranos. El plan B enmend¨® el A. El problema es que ya no se ganan partidos solo con Vald¨¦s y Messi. El portero, fall¨®n en el 3-1, no encajaba tres tantos desde la visita al Inter de Mou -median 80 encuentros- y Messi (37 goles) no encuentra la porter¨ªa fuera del Camp Nou. Y es ah¨ª donde nacen las dudas de Guardiola en las alineaciones y respecto a su renovaci¨®n. Tiene una fe ciega en los noveles y, en cambio, a veces le cuesta motivar a los m¨¢s expertos. Asegur¨® Piqu¨¦ que la Liga se le har¨ªa larga al Madrid sin reparar que una derrota como la de ayer la hace pr¨¢cticamente imposible para el Barcelona.
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