La historia es de Espa?a

Cuando el partido agonizaba, cuando faltaban 30 segundos para que Rusia se proclamara campe¨®n de Europa, cuando unos ya levantaban los brazos y los otros parec¨ªan bajarlos, apareci¨® Sergio Lozano, jugador de la selecci¨®n espa?ola y del Bar?a. Un disparo, un gol y cambio de la historia. Espa?a igual¨® el duelo, gole¨® en la pr¨®rroga (1-3) y conquist¨® el sexto t¨ªtulo europeo -solo se han disputado ocho- a lo grande.

Se le resist¨ªa a Sergio Lozano el gol en la final, sobre todo porque en el primer acto dispuso de grandes ocasiones, pero le fall¨® la punter¨ªa. No desistieron los de Jos¨¦ Venancio, que acorralaron a los rusos con sucesivos remates, punterazos y golpeos ajustados, pero ni Us¨ªn, ni Torras, que estaba en todas, pudieron festejar el tanto. Aguantaba, en cualquier caso, el tipo el equipo de Sergey Sokorovich, ordenado, al ritmo del pie de Cirilo y con la vertiginosidad que imprim¨ªa Pula al juego. Y fue el propio Pula, ya en la segunda mitad, el que conect¨® un disparo soberbio que se col¨® en la porter¨ªa de Luis Amado. El ¨²nico agujero que dej¨® en esa jugada y en todo el partido.

No se rindi¨® Espa?a en momento alguno, incluso cuando el reloj se?alaba el final a la vuelta de la esquina. Mudo el aficionado porque ya daba por descontada la derrota, apareci¨® Sergio Lozano, que se ali¨® con la suerte para marcar el gol. Fue el principio del fin para Rusia, que en la pr¨®rroga no pudo contener al ataque espa?ol, que encontr¨® de nuevo en el futbolista del Bar?a el mejor estilete para resolver el entuerto y el partido. Dos goles y un t¨ªtulo. O eso parec¨ªa hasta que Rusia, volcada con todo, dio la replica. Algo que asust¨® a todos menos a Amado, que baj¨® la persiana a su porter¨ªa y que logr¨®, con el contrario encima y sin portero, el tercer gol de Espa?a y el sexto laurel en su historia.