El 's¨ªntoma Piqu¨¦'

El Barcelona regres¨® ayer de Colonia con el s¨®leo derecho de Xavi da?ado y la cara de cabreo de Piqu¨¦. El padre del jugador, que viaj¨® con el de Cesc F¨¤bregas, departi¨® durante un momento con Manuel Estiarte, la persona de m¨¢xima confianza de Pep Guardiola en el vestuario del Camp Nou. La charla, protagonizada por los tres, fue informal, nada protocolaria. No hay tema que comentar desde el Bar?a. El club se remite a las declaraciones amorosas del entrenador despu¨¦s de que descartara al central para el partido contra el Bayer Leverkusen.

Guardiola reitera p¨²blicamente su admiraci¨®n hacia Piqu¨¦. Le tiene por un futbolista especialmente competitivo, ¨²nico para la salida del bal¨®n, vital para la suerte del equipo, como ya qued¨® constancia la pasada temporada. "Sin Piqu¨¦, se nos ca¨ªa el invento", lleg¨® a afirmar el segundo entrenador Tito Vilanova en una entrevista concedida a este diario en junio pasado. Protagonista del curso, el defensa central azulgrana acab¨® tan fatigado que aprovech¨® muy bien las vacaciones y le cost¨® en verano ponerse en forma para la actual temporada. Todav¨ªa no la ha recuperado.

No anda fino Piqu¨¦ y de alguna manera Guardiola le se?al¨® en el Bayer Arena. El entrenador es muy exigente con el futbolista y el martes le hizo saber, cuando ni siquiera le sent¨® en el banquillo, que ten¨ªa que espabilar y, sobre todo, precisaba centrarse en el juego. Ambos mantienen una relaci¨®n muy directa, alguna vez incluso tensa, siempre franca. Quiere el t¨¦cnico que Piqu¨¦ est¨¦ siempre a punto, como corresponde a uno de los mejores centrales del mundo, y no sea tan selectivo en sus actuaciones. Acostumbra a ser decisivo en los partidos de gran calado y se abandona a veces en los de menos cartel.

As¨ª ocurri¨®, por ejemplo, en Pamplona, y de ah¨ª que seguramente el entrenador quisiera picar al futbolista en la Liga de Campeones. Fuentes pr¨®ximas al t¨¦cnico sostienen que Guardiola posiblemente no sab¨ªa que Piqu¨¦ hab¨ªa tenido un accidente en un aparcamiento antes de ir hacia Colonia. Incluso aventuran que, de saberlo, igual le hubiera dejado en el banco y no en la tribuna.

Al entrenador no le ocupa la relaci¨®n de Piqu¨¦ con Shakira, y en el equipo azulgrana coinciden en que el jugador se organiza mejor desde que vive en pareja y tiene una vida m¨¢s estable. Incluso recibe regularmente clases sobre econom¨ªa. Alrededor de los mejores futbolistas siempre hay mucha leyenda urbana, y m¨¢s en el caso de Piqu¨¦, que siempre cuenta con los consejos de Puyol y ha perdido el contacto diario con Milito, que nunca le dej¨® pasar una.

Guardiola, como cualquier entrenador, solo le pide que siempre est¨¦ a punto para jugar al l¨ªmite mientras que el vestuario a veces considera que el t¨¦cnico es m¨¢s duro con ¨¦l que con cualquier otro jugador. El entrenador quiso que se visualizara que no contaba con Piqu¨¦ para enfrentarse al Bayer para estimular la competencia de la plantilla. Ya no se trata de rotar para dar descanso a los presuntos titulares, sino de elegir en cada partido a los mejor preparados. Hasta el momento se daba por seguro que Puyol y Piqu¨¦ formaban el d¨²o perfecto en el eje de la zaga. Tambi¨¦n lo ten¨ªa muy claro Mascherano. Ahora, en cambio, las cosas han variado con el mensaje enviado por Guardiola al vestuario a partir de Piqu¨¦, que guarda silencio, m¨¢s enfadado que preocupado.

No hay m¨¢s ego consentido en el vestuario del Camp Nou que el de Messi, que ya lleva diez partidos consecutivos jugando los noventa minutos. El argentino mejor¨® en Leverkusen actuaciones pasadas como la de Pamplona. Tambi¨¦n recuper¨® su condici¨®n de indiscutible el portero Vald¨¦s y se constat¨® que Mascherano funciona mejor de central que de medio centro. Las reapariciones de Busquets e Iniesta han aliviado por lo dem¨¢s la mec¨¢nica del juego y ahora mismo solamente hay cierta inquietud por la evoluci¨®n de la lesi¨®n de Xavi. Guardiola intenta que cada cosa vuelva a su lugar y se muestra feliz por el ¨¦xito en Bayer Arena de Alexis.

El chileno y Cesc, los dos fichajes de la temporada en el Bar?a, se han integrado muy bien en el vestuario y en el equipo. El problema est¨¢ ahora en saber gestionar el papel del n¨²cleo duro del vestuario, m¨¢s desgastado y exigido despu¨¦s de cuatro a?os.