¡°El Plan ADO ya no es suficiente¡±

Joan Llaneras (1969) es, con cuatro medallas, el deportista espa?ol con m¨¢s metales de la historia. El mallorqu¨ªn rememora el oro en puntuaci¨®n y la plata en madison, logradas en Pek¨ªn, dos pruebas que han sido eliminadas para los Juegos de Londres.

Pregunta ?Qu¨¦ recuerdos tiene de Pek¨ªn?

Respuesta. Que aquello ocurri¨® hace mucho tiempo, pero que, desgraciadamente, ha pasado muy r¨¢pido.

P. ?C¨®mo afront¨® la competici¨®n?

R. Sab¨ªa que eran mis ¨²ltimos Juegos (ten¨ªa ya 39 a?os) y hab¨ªa alargado mi carrera solo por ellos y por la ilusi¨®n de despedirme del vel¨®dromo desde lo m¨¢s alto. As¨ª que conseguirlo fue una alegr¨ªa tremenda. Y m¨¢s, teniendo en cuenta que los a?os anteriores no hab¨ªan sido nada buenos.

P. Se resarci¨® de la medalla de plata en Atenas¡­

R. En Atenas, en efecto, no disfrut¨¦ nada de la medalla, estaba mosqueado porque no me dejaron hacer pareja con Isaac G¨¢lvez, y con ¨¦l lo habr¨ªamos hecho mucho mejor a¨²n.

P. ?Cu¨¢l de las dos medallas valora m¨¢s?

R. En Pek¨ªn llevaba conmigo la ausencia y la pena de la muerte de G¨¢lvez (fallecido por una ca¨ªda en los Seis D¨ªas de Gante en noviembre de 2006, ante la mirada aterrada de Llaneras). La primera medalla, el oro en puntuaci¨®n, fue muy trabajada y muy dura de conseguir. La segunda, la plata en madison, fue m¨¢s bien una loter¨ªa. Con Toni Tauler de pareja en sustituci¨®n de G¨¢lvez solo nos la pod¨ªamos jugar a una carta. Tauler es muy fuerte, pero poco t¨¦cnico y nada r¨¢pido. Nos jugamos la carta y sali¨® bien.

P. ?Se siente reconocido despu¨¦s de sus triunfos?

R. Estamos en un pa¨ªs en el que solo cuentan los ¨¦xitos ol¨ªmpicos. Tambi¨¦n en otros pa¨ªses son as¨ª, pero al menos cuentan con cultura ol¨ªmpica. Hablo sobre todo de los pa¨ªses anglosajones, y tambi¨¦n de Francia. Cuando viajo a Francia siempre me gusta comprar L¡¯?quipe, que me sirve para comprobar qu¨¦ distinta es su cultura deportiva. Viajando a Pek¨ªn, precisamente, hicimos escala en Par¨ªs. Baj¨¦ del avi¨®n, compr¨¦ L¡¯?quipe y as¨ª lo vi: todas las p¨¢ginas, menos las dos ¨²ltimas, estaban dedicadas a los Juegos Ol¨ªmpicos. ?Cu¨¢ndo veremos algo as¨ª en la prensa deportiva espa?ola?

P. ?Cree que sin las medallas se le tendr¨ªa igualmente valorado?

R. Evidentemente, con solo mis siete t¨ªtulos mundiales nunca habr¨ªa tenido lo que me han dado las medallas ol¨ªmpicas ni el orgullo de ser el deportista espa?ol con m¨¢s medallas ol¨ªmpicas, cuatro. Es una se?al tambi¨¦n de mi resistencia.

P. ?C¨®mo ve las pruebas de ciclismo en pista para Londres?

R. Me da pena y rabia que hayan borrado precisamente la puntuaci¨®n y el madison del programa ol¨ªmpico. Pena porque tambi¨¦n son las dos pruebas que m¨¢s llenan siempre el vel¨®dromo, las entradas que antes se agotan y se lo han quitado a los aficionados. Rabia, porque hacen da?o al deporte y a su historia. Pero estoy seguro de que se han dado cuenta de que lo han hecho mal y habr¨¢ cambios despu¨¦s de Londres. Han primado sobre todo la velocidad, que es como si en atletismo quitaran las pruebas de fondo. Dicen que es que son complicadas de seguir, que no son f¨¢ciles, pero contaban con mucha afici¨®n.

Me da pena y rabia que hayan borrado la puntuaci¨®n y el Madison del programa ol¨ªmpico

P. ?Cu¨¢l es su labor hoy en d¨ªa?

R. Trabajo para que la semilla que plant¨¦ eche fruto de una vez. Estoy al frente del centro del vel¨®dromo de Palma.

P. Se cumplen 20 a?os los Juegos de Barcelona, ?qu¨¦ ha cambiado desde entonces?

R. Los tiempos han cambiado. Tuvimos una inyecci¨®n tremenda de dinero de cara a los Juegos de Barcelona 92 y yo mismo me considero un hijo de aquellos tiempos. Eran finales de los a?os ochenta y ya ten¨ªamos concentraciones en altura y todo. De aquello solo quedan restos. El Plan ADO ya no es suficiente. Nos faltan centros en los que trabajar con la gente joven.

P. El vivero de ciclistas para las pruebas en pista es escaso, ?qu¨¦ futuro tiene por delante?

R. No, el problema no es encontrar j¨®venes de 16, 17 a?os, que quieran hacer pista. El problema es mantenerlos, que sigan trabajando, que tengan la paciencia suficiente para seguir cuando les decimos que su trabajo solo comenzar¨¢ a dar fruto a los tres o cuatro a?os.