Compulsivo Soldado
La llamada de Del Bosque llega en la peor racha del delantero, que ha marcado un gol en los ¨²ltimos seis partidos de Liga
Seis partidos de Liga y un solo gol debe suponer un trauma para un goleador compulsivo y de rachas. Para Roberto Soldado (1985, Valencia) no resulta extra?o encadenar partidos encontrando las redes contrarias en cada remate o, por el contrario, estar negado por una larga temporada con el gol. ¡°Har¨¦ todo lo posible para que la racha cambie lo antes posible¡±, coment¨® Soldado en Twitter, donde ayer atend¨ªa a sus seguidores que le felicitaban por el regreso a la selecci¨®n espa?ola cinco a?os despu¨¦s.
La baja forma de Fernando Torres y la ausencia por lesi¨®n de David Villa ha propiciado la esperada llamada de Del Bosque, que insuflar¨¢ ¨¢nimos a un delantero visceral y ciclot¨ªmico que en apenas temporada y media se ha ganado el afecto de Mestalla y de sus compa?eros. Tal es as¨ª, que ya ejerce de segundo capit¨¢n en el Valencia. Y de todos quiso acordarse Soldado cuando recibi¨® la noticia de su vuelta a la selecci¨®n. ¡°Os pod¨¦is imaginar lo contento que estoy. Doy las gracias al Valencia, a la afici¨®n y a mis compa?eros¡±. En el vestuario de la ciudad deportiva de Paterna la plantilla del conjunto ch¨¦ core¨® el nombre del Soldado una vez sabida la lista de Del Bosque.
Sin quererlo, el rumbo de David Villa ha determinado el de Soldado. Ambos re¨²nen cualidades y caracter¨ªsticas similares. La marcha del atacante asturiano al Bar?a en el verano del 2010, abri¨® la posibilidad a Soldado de fichar por el Valencia, el equipo de su tierra, un club con m¨¢s exigencia, un escaparate mayor para sacar a relucir del todo sus armas de goleador mostradas en Osasuna y, sobre todo, en Getafe, tras formarse en la cantera del Madrid. A los 25 a?os ya hab¨ªa madurado lo suficiente como para merecer un equipo con m¨¢s alcurnia y aspiraciones. Sin embargo, el comienzo de Soldado en el Valencia no fue todo lo productivo que se esperaba. Unai Emery tampoco lo consideraba titular indiscutible y lo alternaba en el once con Aduriz. A Soldado, impaciente por demostrar su val¨ªa, le pod¨ªa la precipitaci¨®n y le faltaba continuidad en el terreno de juego para coger las medidas a las porter¨ªas contrarias.
Sin quererlo, el rumbo de David Villa ha determinado el del delantero del Valencia
Como un gui?o al destino, el punto de inflexi¨®n en la carrera de Soldado se produjo en Getafe la temporada pasada. Llegada la jornada 30 de Liga, el delantero valenciano apenas hab¨ªa anotado seis goles. Terminado el encuentro contaba con diez. Cuatro tantos a su exequipo. Fue la liberaci¨®n de Soldado, la dosis necesaria de confianza que necesitaba para sentirse importante, el empuje definitivo para un futbolista que sue?a y se desespera con el gol. De ah¨ª al final de temporada, el delantero que a los 14 a?os dej¨® el colegio Don Bosco de Valencia para marcharse al Madrid, consigui¨® marcar ocho goles m¨¢s para terminar con 18. Con la misma seguridad y con la porter¨ªa entre ceja y ceja, Soldado arranc¨® tambi¨¦n embalado la presente temporada en la que lleva anotados 12 tantos en la Liga. Y le ha llegado la oportunidad de la selecci¨®n en su peor momento. Las cosas de un goleador compulsivo.
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