El M¨¢laga disfruta a costa del Zaragoza
Los de Pellegrini duermen en Europa tras el susto inicial frente al colista
La inercia de la l¨®gica futbol¨ªstica se acab¨® imponiendo en La Rosaleda, donde el M¨¢laga se fue al vestuario clasificado provisionalmente para la Champions y el Zaragoza, que ven¨ªa con la permanencia a 11 puntos de distancia, se hundi¨® a¨²n m¨¢s en el fondo de la tabla. El 5-1 fue, sin duda, un resultado enga?oso. Los de Pellegrini vivieron durante una hora ansiosos y con la misma escasa claridad de ideas que les ha martirizado durante toda la temporada. Sin embargo, tras ver inclinarse el partido a su favor gracias a un golpe de suerte en forma de un gol en propia puerta de Da Silva en el minuto 67, los locales se dedicaron a un desarrollar un futbol hedonista y disfrut¨®n.
M?LAGA, 5 ¨C ZARAGOZA, 1
M¨¢laga: Caballero; Sergio S¨¢nchez (Demichelis, m. 55), Weligton, Mathijsen, Monreal; Toulalan, Cazorla, Recio (Joaqu¨ªn, m.56), Isco; Rond¨®n y Seba Fern¨¢ndez (Maresca, m.76). No utilizados; Kameni; Eliseu, Buenonotte y Van Nistelrooy.
Zaragoza: Roberto; P. ?lvarez, Lanzaro, Da Silva, Obradovic; Pint¨¦r, E. Oriol, Abraham (J. Carlos, m. 57), Micael; Lafita (Postiga, m. 74) y Aranda (L. Garc¨ªa, m. 74). No utilizados: L. Franco; Paredes, Zupulini y Dujovic.
Goles. 0-1. M. 23. Aranda. 1-1. M. 45. Seba Fern¨¢ndez. 2-1. M. 67. Da Silva, en propia puerta. 3-1. M. 77. Demichelis. 4-1. M. 79. Isco. 5-1. M. 8. Rond¨®n.
?rbitro: Turienzo Alvarez. Amonest¨® a Toulalan, Lanzaro, Pint¨¦r y Pablo ?lvarez.
27.000 espectadores en La Rosaleda.
Enfrente, el Zaragoza, un club en situaci¨®n econ¨®mica desesperada, sufr¨ªa un castigo desproporcionado. Los de Manolo Jim¨¦nez plantearon un partido muy serio en lo defensivo y valiente en el ataque, pero tras el autogol de Da Silva al desviar a la red un pase de Isco a Seba, se vinieron abajo en lo moral y en lo f¨ªsico. Empezaba entonces el festival malaguista: en el 76, Demichelis se veng¨® de su primera suplencia este a?o con un gol de cabeza nada m¨¢s entrar al campo. El 4-1, tres minutos m¨¢s tarde, cuando el M¨¢laga ya se hab¨ªa sacudido del todo la presi¨®n, lo marc¨® Isco a bocajarro tras un pase de Rond¨®n con dos bicicletas incluidas. El propio venezolano dio la puntilla al Zaragoza a dos minutos del final.
Pese a la contundencia del marcador, el primer tiempo tuvo algo de mal sue?o para el M¨¢laga. Los locales, empe?ados en el juego directo y olvidados de la combinatoria, no consegu¨ªan filtrar pases en la defensa del Zaragoza, a la que Lanzaro y Obradovic invistieron de disciplina. El encuentro arranc¨® con un tanteo gris¨¢ceo, en el que los de Pellegrini trataban de apretar sin excesiva vehemencia, mientras los aragoneses se defend¨ªan con bastante comodidad y se sacud¨ªan la presi¨®n con movimientos verticales. El tedio del inicio se rompi¨® m¨ªnimamente en el minuto 13, cuando Roberto ¨Cverdadero baluarte zaragocista- ataj¨® un tiro de Seba desde el centro del ¨¢rea.
El partido transcurr¨ªa con escaso brillo cuando en el minuto 23, Aranda ¨Cmalague?o pero no malaguista- llev¨® el primer disgusto a una Rosaleda acostumbrada a iniciar los encuentros en desventaja. El delantero m¨¢s n¨®mada del f¨²tbol espa?ol se resarci¨® de lo que considera un mal trato habitual de la afici¨®n de su ciudad conectando, al borde del fuera de juego, un pase de Lafita desde la banda derecha.
La seriedad defensiva del Zaragoza, impropia de un equipo situado colista a 11 puntos de la permanencia, se completaba con los buenos oficios de Roberto. El gigante fuenlabre?o, con enormes reflejos, sac¨® un parad¨®n de un remate franco pegado al palo derecho de Mathijsen. El M¨¢laga no cejaba en la presi¨®n frente al compacto Zaragoza, pero siempre sin claridad. La ansiedad comenzaba a apoderarse de los de Pellegrini cuando, en el ¨²ltimo segundo del primer acto, Seba trajo el alivio. El batallador uruguayo se desmarc¨® de los centrales y desde sus 167 cent¨ªmetros remat¨® de cabeza un pase de Isco desde la banda izquierda, territorio pr¨¢cticamente virgen hasta ese momento.
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