Sin cabida para la especulaci¨®n

En una ma?ana radiante, casi veraniega, que invitaba al recreo y el disfrute, Villarreal y Athletic se dedicaron a jugar al f¨²tbol con pasi¨®n y alegr¨ªa y deriv¨® en un partido de verdad, lleno de emoci¨®n, mucho f¨²tbol y goles, con dos equipos decididos al ataque, concebidos ambos para agradarse y gustar. El Athletic tiene un aire apuesto y encantador, con el sello personal de Marcelo Bielsa, que est¨¢ dando brillo a la excelente camada de Lezama. El Villarreal tambi¨¦n destila aires de grandeza cuando se asemeja al que hasta hace poco fue. El conjunto de Molina volvi¨® a demostrar que tiene m¨¢s juego que puntos, pero se encontr¨® con un Athletic ambicioso que marcar¨¢ una ¨¦poca para recordar. El empate final no hizo justicia. Ambos equipos merecieron llevarse los tres puntos. Una oda al f¨²tbol.

Descansando Fernando Llorente medio acto, solo Toquero en el ataque daba cierto poso al aguerrido Athletic de anta?o. A pesar de las ausencias de Muniain y De Marcos, que en la anterior jornada provocaron la amonestaci¨®n para reposar de tanta tralla, el Athletic de Bielsa es otro Athletic, un equipo liviano, vertical y alegre. Por ello es que hasta ocho de sus futbolistas forman parte de la selecci¨®n espa?ola entre la absoluta y la ol¨ªmpica, debido a que el actual juego del conjunto vasco atiende al predicamento de La Roja. Iraola, Susaeta y, sobre todo, Ander Herrera tienen un esp¨ªritu vitalista y jovial. Y as¨ª lo hicieron ver en el inicio del Athletic en El Madrigal.

El Villarreal est¨¢ en camino de reencontrar sensaciones. Y para ello nada mejor que encomendarse a sus cl¨¢sicos, a sus futbolistas con m¨¢s experiencia y peso en el equipo. Y no hay nadie m¨¢s sabio y con m¨¢s trayectoria en el conjunto castellonense que Marcos Senna, que a sus 35 a?os ha recuperado el f¨ªsico y con ¨¦l su f¨²tbol. El brasile?o nacionalizado espa?ol abri¨® el camino para el Villarreal a los diez minutos de iniciarse el encuentro, que presentaba as¨ª una hermosa postal. Senna env¨ªo a la red de la porter¨ªa vasca un magistral lanzamiento de falta desde la frontal del ¨¢rea. Posteriormente, en una nueva falta botada tambi¨¦n por el centrocampista, Iraizoz tuvo que hacer equilibrismo para evitar un nuevo gol del capit¨¢n amarillo. Para no ser menos que su hom¨®logo, inmediatamente despu¨¦s, Diego L¨®pez, en un gran escorzo desvi¨® el lanzamiento del rojiblanco David L¨®pez.

El partido estaba vivo, un continuo ir y venir con mucho ritmo y pasi¨®n, un canto al f¨²tbol de ataque, una gozada para el espectador neutral. El Athletic no se resignaba a su suerte y en la filosof¨ªa del Villarreal no existe la especulaci¨®n. Nadie se impon¨ªa a nadie, lo que daba m¨¢s emoci¨®n y a?ad¨ªa interrogantes sobre el resultado final. La entrada de Llorente en el descanso por David L¨®pez ofrec¨ªa m¨¢s registros al ataque del conjunto de Bielsa, sobre todo en el juego a¨¦reo. Por si acaso, Molina ya se hab¨ªa curado en salud desde el inicio con la titularidad de Zapata, un central con m¨¢s envergadura que Musacchio. Llorente no tard¨® en conectar su primer cabezazo que a un paso estuvo de provocar la igualada. Fue el primer aviso. Al segundo, como no, de cabeza, cant¨® bingo tras un centro preciso de Toquero cual gran extremo.

El empate abr¨ªa un nuevo escenario en el que nadie estaba conforme. Y llegaron los errores. Una p¨¦rdida de bal¨®n de ?ngel en el centro del campo propici¨® una contra de libro concluida por Susaeta con la ayuda de Diego L¨®pez. Con gran esfuerzo y mucho f¨²tbol, el Athletic hab¨ªa levantado un partido vital para sus aspiraciones de estar la pr¨®xima temporada en la Liga de Campeones. La alegr¨ªa le dur¨® lo justo. Esta vez fue a Iraizoz al que le falt¨® destreza para detener un tiro lejano. El rechazo lo emboc¨® un Nilmar recuperado para la causa amarilla. Al final result¨® un equilibrio hermoso.