El Liverpool, campe¨®n por los pelos
El equipo de Dalglish, incapaz de retorcer al Cardiff, alza la Copa de la Liga gracias a la tanda de penaltis
La heroica siempre fue un traje que le sent¨® bien al Liverpool, definido por las hombradas, por batallas memorables resueltas a su favor. No vari¨® la historia en la final de la Carling Cup [Copa de la Liga] ante el Cardiff, equipo de Championship (Segunda) que plant¨® m¨¢s que cara con lo poco que ten¨ªa y que exigi¨® la tanda de penaltis para resolver el apasionante entuerto. Laurel para el Liverpool, que gan¨® por los pelos y al fin repara las fisuras de su vitrina, seca desde 2006, cuando se impuso en la FA Cup.
Pases en horizontal en campo ajeno, disparos desde la frontal de Downing, Adam y Gerrard solo escupidos por Heaton, espl¨¦ndido de reflejos y torpe en los balones a¨¦reos. Toque y pase cerca del ¨¢rea, Luis Su¨¢rez como referencia universal. Balones colgados al ¨¢rea hu¨¦rfanos de remate. Saques de esquina y f¨²tbol de ataque y gol. Jauja para cualquiera, incluso para el Liverpool, que carece de un quarterback con pases definitivos. Pero para llegar a esa situaci¨®n, el equipo de Dalglish las pas¨® canutas. Tanto, que cuando consigui¨® adelantarse, ya en la pr¨®rroga, se relaj¨® en grado superlativo, encaj¨® una diana y concedi¨® el resultado al azar, a la ruleta de los penaltis. Le fue bien, m¨¢s que nada porque los palos ¨Ca disparo de Miller y Gestede, m¨¢s el error definitivo de Anthony Gerrard, el primo del famoso y del rival- repelieron dos disparos y le devolvieron la gloria.
CARDIFF, 2 - LIVERPOOL, 2
Cardiff: Heaton; McNaughton (Blake, m. 107), Hudson (Gerrard, m. 99), Turner, Taylor; Cowie, Gunnarsson, Whittingham, Gestede, Mason (Kiss, m. 95); y Miller. No utilizados: Marshall; Earnshaw, Conway y Naylor.
Liverpool: Reina; Johnson, Skrtel, Agger (Carragher, m. 87), Jos¨¦ Enrique; Henderson (Bellamy, m. 58), Adam, Gerrard, Downing; Carroll (Kuyt, m. 103) y Su¨¢rez. No utilizados: Doni; Spearing, Maxi Rodr¨ªguez, Kuyt y Kelly.
Goles: 1-0. M. 19. Maison define un pase interior de Miller. 1-1. M. 60. Skrtel resuelve un barullo en el ¨¢rea. 1-2. M. 108. Kuyt dispara dos veces para batir a Heaton. 2-2. M. 118. Turner, a la salida de un c¨®rner.
?rbitro: Mark Clattenburg. Mostr¨® la cartulina amarilla a Henderson.
Wembley. 80.000 espectadores. Se lleg¨® a la tanda de penaltis, resuelta por el Liverpool (3-2).
Tan r¨¢pido quiso ir el Liverpool al principio que se convirti¨® en lento y previsible, superado por su propio ¨ªmpetu hasta el punto de que no acert¨® en el pase ni en el remate. A todo trapo. Como si cada jugada fuera la ¨²ltima. Demasiada irreflexi¨®n para anudar a un rival que le val¨ªa con subir la cremallera en defensa para trazar unos contragolpes fortuitos, para morder de vez en cuando. La efusividad del Liverpool la expres¨® Gerrard porque no acert¨® a la hora de ponerle pausa al juego. No le ayud¨®, en cualquier caso, la primera jugada del duelo, cuando se marc¨® una carrera de a¨²pa, a toda prisa, resuelta con un zapatazo de Johnson que solo la cruceta fue capaz de desacreditar. Fue una obra de arte sin firma; la mejor ocasi¨®n del Liverpool, que intuy¨® un partido expr¨¦s cuando se requer¨ªa juego de cocci¨®n.
Sin exigencias en la composici¨®n, c¨®modo con el papel de secundario, el Cardiff interpret¨® a las mil maravillas la jugada, sin realce ni alardes. Fue un equipo tan r¨¢cano como pragm¨¢tico, que desatendi¨® por completo al cuero y se justific¨® con contragolpes espor¨¢dicos. Obviada la medular como punto fronterizo, el bal¨®n recorr¨ªa el largo de Wembley como una exhalaci¨®n, siempre en busca de la cabeza de Gestede, en la prolongaci¨®n de Miller. Les sali¨® la propuesta porque al Liverpool, de nuevo, le devor¨® la urgencia. Fue cuando el Cardiff le comi¨® el terreno y cuando Agger, vehemente e infantil, sali¨® de sitio para taponar el disparo de Miller. Un error porque anul¨® el chut, pero no el pase interior a Mason. Disparo raso a la red, previo t¨²nel sobre Reina.
La heroica siempre fue un traje que le sent¨® bien a los 'reds', definidos por batallas memorables resueltas a su favor
El gol, sin embargo, fue la espoleta del Liverpool y la perdici¨®n del Cardiff, que defendi¨® con ocho ¨Cdescolgados Miller y Gestede-, todos dentro del ¨¢rea. Una debilidad que regal¨® segundos en la manufacturaci¨®n contraria. Tiempo para la pausa, para el pase negado, para que Luis Su¨¢rez reclamara su cuota de protagonismo, futbolista de brega, conquistador de los espacios imposibles. No necesita de mezclas, sino que a veces le alcanza con su pelea. Como en esa ocasi¨®n que penaliz¨® un despiste del zaguero y solt¨® un latigazo con la zurda que Heaton desbarat¨® con las manoplas. Como en ese c¨®rner que se anticip¨® y que acab¨® con el esf¨¦rico en el poste. El rechazo, hecho el embrollo en el ¨¢rea, favoreci¨® a Skrtel, que resolvi¨® con otro ca?o al portero. Vuelta a la vida del Liverpool, que, a falta de una catapulta en la zona de tres cuartos, se refugi¨® en las segundas jugadas, donde Gerrard se expresa como un superdotado. Pero le falt¨® tino en el remate y a Heaton le sobraron los reflejos.
Con el guion escrito, se descontaban los minutos para que el Liverpool se llevara el trofeo a casa. Pero eso era demasiado f¨¢cil, poco para los de Dalglish. As¨ª que asust¨® doblemente Kenny Miller, desafortunado en el remate, cuando lo f¨¢cil era enchufarla, y se lleg¨® a la pr¨®rroga. Chut de Johnson, disparo de Bellamy, punteo de Gerrard¡ cantinela ya vista sin premio. Hasta que sali¨® Kuyt al campo, que no tampoco da una bola por perdida, que chut¨® mal y tras el despeje rival, volvi¨® a chutar a gol. No era el final porque el Cardiff atin¨® a echar el gancho en un c¨®rner, oportunista Turner. El juicio era la tanda de penaltis. Y por los pelos y los palos, el Liverpool sum¨® su octava corona de la Carling Cup, m¨¢s que ning¨²n otro.
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