¡®Nueves¡¯ falsos y 'nueves' de verdad
Espa?a tritura a Venezuela (5-0) con los goles de Iniesta, Silva y Soldado, que firm¨® los tres ¨²ltimos
El toque, bien, y el gol, primero, para los nueves falsos. Despu¨¦s, para Soldado. No estaba Xavi de inicio, pero los rondos no se resintieron. No estaban Villa ni Torres, los dos delanteros que lideraron los ataques en la Eurocopa y el Mundial conquistados en 2008 y 2010 y eso s¨ª lo acus¨® Espa?a durante varios momentos. Dos bajas muy sensibles que Llorente no puede suplir porque sus caracter¨ªsticas no son las id¨®neas para ese f¨²tbol tan tocado y de tanto entrar y salir a los espacios de los centrocampistas. Las virtudes del delantero del Athletic son otras, muy v¨¢lidas tambi¨¦n, pero m¨¢s propias para la combinaci¨®n centro-remate. Todas las ocasiones que tuvo de marcar nacieron as¨ª. Dos cabezazos bien ganados por el aire, aunque blandos. Llorente no puede tirar las diagonales de Villa ni romper con la potente zancada de Torres. Acciones basadas en la velocidad, en el cambio de ritmo necesario para culminar esas vertiginosas circulaciones. Fue muy significativo que los dos primeros goles fueran de dos de los supuestos nueves falsos, esa figura que Del Bosque tiene tan presente en su pizarra. La labor de Llorente en cuanto al desgaste que someti¨® a los centrales venezolanos es irreprochable, pero su mezcla con esos centrocampistas tan diab¨®licos no fue tan buena. Es complicado que se le pueda filtrar un pase por abajo a la espalda de los centrales. Por arriba, s¨ª, pero casi siempre tiene que recibir de espaldas, y, aunque ese manual lo domina a la perfecci¨®n, no es tan da?ino. Min¨® a Amorebieta y Vizcarrondo, aunque no tuvo consecuencias directas con el gol.
ESPA?A, 5 ¨C VENEZUELA, 0
Espa?a: Casillas; Arbeloa, Piqu¨¦, Sergio Ramos (Puyol, m. 60), Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso (Xavi, m. 60); Iniesta (Cazorla, m. 46), Cesc (Muniain, m. 74), Silva (Navas, m. 60); y Llorente (Soldado, m. 46). No utilizados: Reina, Vald¨¦s; Iraola, Javi Mart¨ªnez, Thiago y Mata.
Venezuela: Hern¨¢ndez; Quijada (R. Feltscher, m. 71), Vizcarrondo, Amorebieta, Rosales; Vitali (Flores, m. 81), Rinc¨®n, Arango (Greco, m. 88), Julio ?lvarez (C¨¦sar Gonz¨¢lez, m. 59); S. Rond¨®n (F. Feltscher, m. 77) y Miku (T¨²?ez, m. 66). No utilizados: Romo; Gonz¨¢lez, M. Rond¨®n y Orozco.
Goles: 1-0. M. 37. Iniesta. 2-0. M. 39. Silva. 3-0. M. 49. Soldado. 4-0. M. 53. Soldado. 5-0. M. 84. Soldado.
?rbitro: Treimanis (Letonia). Expuls¨® con tarjeta roja directa a Amorebieta (m. 64) y amonest¨® a Cesc.
Unos 25.000 espectadores en La Rosaleda.
Los tantos empezaron a caer con la aparici¨®n por sorpresa de Iniesta y Silva. Los dos, ejecutados desde la frontal. Dos toques muy precisos. El de Iniesta, con el interior del pie derecho y sin excesiva violencia. El de Silva, tambi¨¦n con la parte interna de su bota izquierda tras una pared con Cesc y un culebreo que zanj¨® con ese chut abajo, tan esquinado como da?ino.
Esta Silva en plena ebullici¨®n. Sin temor alguno a encarar. Lleva la pelota pegada a su zurda. Con la cabeza alta. Una estampa que destila clase a borbotones. No hay quien le saque la pelota. Ha recuperado la forma que meses antes del Mundial llev¨® a Del Bosque a decir que con ¨¦l Espa?a pod¨ªa tener a su Messi. La historia del crecimiento de Silva se escribe desde la dificultad: en el Eibar, para salir a flote en un club modesto; en el Celta, para confirmarse, y en el Valencia, para catapultarse. A Inglaterra, a la fren¨¦tica Premier, se ha ido para consagrarse como uno de los mejores centrocampistas ofensivos. La confianza que le tienen sus compa?eros es ciega. Sintoniza bien con todos sus iguales. Con Iniesta, con Cesc o con Cazorla. Le da igual uno que otro si le devuelven la pelota tensa y precisa para tirar paredes. En esa suerte, Espa?a es una delicia porque es capaz de ejecutarlas en el lugar m¨¢s complicado, la frontal.
Silva fue decisivo para abrir la lata de la acad¨¦mica Venezuela, que en los primeros 40 minutos cumpli¨® a la perfecci¨®n su papel de sparring. Plant¨® dos l¨ªneas de cuatro y a los dos puntas por detr¨¢s de la del centro del campo. Cerraba bien porque basculaba con sentido y coordinaci¨®n. Con el bal¨®n poquito, salvo un par de contras iniciales. Le dio a Espa?a el monopolio de la pelota y se conmin¨® a que no tuviera su d¨ªa con el gol. Un suicidio, hasta cierto punto l¨®gico porque al nivel que ayer tocaron los futbolistas de Del Bosque es complicado que se le escapen los partidos. A los 65 minutos ya llevaba 675 pases.
Con la lata ya reventada por los nueves de mentira le lleg¨® su turno a Soldado, otro nueve de referencia, pero con m¨¢s movilidad que Llorente. Aunque su forma de golear fue la misma que intent¨® el punta rojiblanco. Caz¨® tres remates. El primero, tras una combinaci¨®n endemoniada de t¨¦cnica y velocidad. Trazaron dos tri¨¢ngulos que acabaron en gol con tacones y espuelas. La segunda muesca de Soldado fue muy suya. Un desmarque al primer palo en velocidad y remate a un toque. Fall¨® el penalti que el mismo provoc¨®, pero de su particular duelo con Llorente sali¨® ganador. Incluso marc¨® otro tanto. Muniain, que debut¨®, tuvo en sus botas cerrar el marcador que abrieron los nueves falsos.
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