Clemente pone al Sporting a mil
Con un estilo aguerrido, el equipo gijon¨¦s contrarresta al Sevilla
Un partido jugado al l¨ªmite sobre el c¨¦sped acab¨® en un combate de boxeo en el t¨²nel de vestuarios. El Sporting llev¨® al partido donde le interesaba, a la fricci¨®n, al cuerpo a cuerpo, y toda la tensi¨®n acumulada explot¨® tras el pitido final, recibido por la grada con un grito de felicidad. Desde ayer, Javier Clemente ya no podr¨¢ decir que su vestuario es una colecci¨®n de "mingafr¨ªas", como defini¨® en su momento a los del Athletic de Bilbao. Los visitantes de El Molin¨®n ya saben lo que les espera ante este Sporting que demostr¨® que, m¨¢s que el descenso, parece jugarse la vida.
SPORTING, 1- SEVILLA, 0
Sporting: Juan Pablo; Pedro Orfila, Bot¨ªa, Gregory, Canella; G¨¢lvez, Andr¨¦ Castro (Nacho Cases, m. 80); Mendy, Trejo, Adri¨¢n Colunga (Bilic, m. 74); y Barral (Lora, min. 63). No utilizados: Cu¨¦llar; Ayoze, De las Cuevas y Carmelo.
Sevilla: Palop; Coke, Cala (Campa?a, m. 57), Escud¨¦, Fernando Navarro; Fazio, Rakitic (Trochowski, m. 73); Jes¨²s Navas, Reyes (Baba, m. 67), Perotti; y Manu del Moral. No utilizados: Varas; Luna, Deivid y Guarente.
Goles: 1-0. M. 32. Andr¨¦ Castro cruza un remate desde una esquina del ¨¢rea peque?a.
?rbitro: Estrada Fern¨¢ndez. Tarjetas a Trejo, Adr¨¢n Colunga, G¨¢lvez, Bilic, Bot¨ªa, Fernando Navarro, Escud¨¦, Perotti y Fazio
El Molin¨®n. Unos 27.000 espectadores
Inferior como bloque, Javier Clemente plante¨® el partido como una batalla individual, futbolista por futbolista. Sembr¨® el c¨¦sped de duelos hombre contra hombre, con espectaculares persecuciones en el caso de Gregory con Del Moral, G¨¢lvez con Reyes, Canella con Navas o Pedro Orfila con Perotti. Cada sportinguista ten¨ªa un rival al que anular, incluso el estilista Trejo, encargado de entorpecer la salida de bal¨®n de Fazio. O sea, los pajaritos disparando a la escopetas.
Todo ello aderezado con un estilo muy f¨ªsico, de contacto, procurando que ning¨²n sevillista se sintiera c¨®modo. Y, a diferencia de lo que ocurri¨® en el Camp Nou, con mentalidad, arrestos y bazas suficientes para hacer da?o cuando alg¨²n sportinguista cazaba su pieza. La velocidad de Mendy y Colunga en las bandas, la pausa de Trejo y el empuje de Barral generaron m¨¢s peligro que el f¨²tbol de sesda del Sevilla.
En la primera media hora, Palop justific¨® la vuelta a la titularidad con tres paradas de m¨¦rito, hasta que Andr¨¦ Castro encontr¨® un hueco inimaginable tras controlar en el ¨¢rea peque?a, sin apenas ¨¢ngulo, un gran pase de Colunga. El Sevilla, que hab¨ªa avisado antes del 1-0 con un cabezazo de Perotti al palo y un disparo de Del Moral alto, se arremang¨® y fue de verdad a por la porter¨ªa de Juan Pablo. Reyes, uno de los m¨¢s controlados, apareci¨® de repente para lanzar un misil que palme¨® el portero y, a continuaci¨®n, reclamar un penalti de Trejo, que no estaba en su h¨¢bitat natural.
La segunda parte remiti¨® a uno de esos partidos heroicos, de los que tanto sabe hist¨®ricamente El Molin¨®n, con los once sportinguistas dispuestos a defender el golito con u?as y dientes. Le cedi¨® el bal¨®n y el campo al Sevilla, pero cada jugador visitante no tuvo ni un segundo para pensar. Pese al toque de corneta defensivo, los de M¨ªchel tuvieron sus oportunidades y seguro que a?oraron a Negredo y Kanout¨¦, sus dos delanteros ausentes.
Con la lengua fuera, los jugadores del Sporting tiraron de orgullo y alguna que otra triqui?uela para amarrar el resultado. Incluso tuvo un par de contras, gracias a esa bala negra llamada Mendy, para sentenciar. Pero hubo sufrimiento hasta el final, con esos cinco interminables minutos de descuento, seguidos por la bronca entre unos y otros que, a tenor de las carreras, sigui¨® en el t¨²nel de vestuarios.
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