Una goleada a fuego lento

Tres delanteros de pedigr¨ª, cuatro azotes y a los cuartos de final tras un partido a fuego lento, muy medido por un Madrid m¨¢s calculador que de costumbre. Suficiente para despachar al CSKA, que tuvo la presencia que le concedi¨® su rival, que le dio vidilla al principio y al final. Nada que le alarmara. Con la caballer¨ªa al frente, Higua¨ªn, Cristiano y Benzema (85 goles entre los tres este curso) le apuntillaron sin necesidad de que su equipo sacara brillo al encuentro. Para Mourinho hay d¨ªas en los que se trata de ganar. Y punto. Bien que sabe circular por Europa, donde no consiente alegr¨ªas.

Hay futbolistas cuyos m¨¦ritos no tienen fin, como si nadie se ocupara jam¨¢s de rebobinar su hoja de servicios. Para ellos solo existe el presente. Para Higua¨ªn, por ejemplo, siempre en el microscopio, siempre sometido a un debate interno y externo. Una realidad demasiado cruda porque pocos han tenido la fe del Pipa, excelente futbolista, competidor feroz. Lleg¨® al Madrid en un mercado invernal, bajo la tutela de otra directiva, con solo 19 a?os y d¨ªas antes de que Ronaldo, ni m¨¢s ni menos, dejara la entidad. Desde entonces, enero de 2007, el argentino ha discutido el puesto con una eterna n¨®mina de delanteros: Ra¨²l, Van Nistelrooy, Robinho, Cassano, Soldado, Negredo, Saviola, Huntelaar, Cristiano, Benzema y Adebayor. Indesmayable, gol a gol, puntual en los 98 tantos que lleva como madridista, Higua¨ªn activ¨® anoche al Madrid camino de los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Con su punter¨ªa, el Pipa fue el microondas del Madrid, que se puso de inicio los grilletes. Desde que el Bar?a se asomara por Chamart¨ªn, jam¨¢s el equipo de Mourinho se hab¨ªa congelado tanto. Al t¨¦cnico portugu¨¦s le gusta negociar cuando llegan las eliminatorias. No importa el rival. Desconfiado como es, no rebaj¨® un ¨¢pice al d¨¦bil CSKA. Sin el fuego que le distingue, fr¨ªo, contemplativo y con un exceso de cautelas, al Madrid le cost¨® entrar en el partido. Lo aprovech¨® su adversario para lanzar el primer aviso de la noche. Doumbia, en carrera, dentro del ¨¢rea y de frente a Casillas, remat¨® alto. Musa, otro velocista africano importado por Mosc¨², tambi¨¦n se arrim¨® hacia Casillas. Ramos y Pepe, firmes y atentos, sostuvieron al equipo en el primer tramo.

Con el CSKA a su aire, ventilado en todas las zonas del campo por el retraimiento local, el encuentro se abri¨® con un guion imprevisto. Al Madrid le costaba tener la pelota, cerrar los espacios, dar hilo al juego. Solo Cristiano, para el que no hay riendas, aceleraba. Suya fue la primera aproximaci¨®n a la porter¨ªa de Chepchugov. Kak¨¢ remat¨® duro y raso, pero desviado. La trama termin¨® a la segunda aparici¨®n de Kak¨¢ en el ataque. Khedira, como si fuera ?zil, le asisti¨® de forma ejemplar de lado a lado del ¨¢rea. El brasile?o evit¨® el fuera de juego y conect¨® de maravilla con Higua¨ªn, el m¨¢s certero entre una selva de piernas. Una distinci¨®n de goleador puro. No necesita relacionarse con el juego. Lo suyo es el punto final.

Higua¨ªn hizo algo m¨¢s que adelantar al Madrid. Su diana alter¨® el rumbo del partido. Fortaleci¨® al Madrid y desti?¨® al CSKA, que comenz¨® a metabolizar su verdadero papel. En ventaja, el conjunto espa?ol encontr¨® la v¨ªa de Marcelo, se anim¨® ?zil, dej¨® huellas Kak¨¢ y Cristiano siempre estuvo. El Madrid liber¨® algo sus temores y se le vio m¨¢s c¨®modo. Por si quedaban dudas, de vuelta del descanso, Cristiano las despej¨® con un disparo desde fuera del ¨¢rea que bot¨® en las narices de Chepchugov. La pelota sac¨® la lengua al meta ruso, de manos blandas, y se emboc¨® en la red. Pocos minutos antes, Xabi Alonso recibi¨® la tarjeta amarilla que le impedir¨¢ jugar la ida de los cuartos de final. Mala se?al para Mourinho, en cuyo puesto no tiene relevos salvo una inmediata resurrecci¨®n de Sahin.

Con dos goles y el freno puesto, el Madrid rem¨® hacia la siguiente fase con m¨¢s solvencia que f¨²tbol. El resultado, por encima del juego. No hay Mourinho m¨¢s pragm¨¢tico que el de la Copa de Europa, un tr¨¢nsito en el que sabe muy bien c¨®mo manejarse. Arrim¨¢ndose lo justo, hace faena. Y m¨¢s con la n¨®mina de delanteros que suele apadrinar. En Madrid gobierna a tres del olimpo. Con CR, Higua¨ªn y Benzema, el gol es una rutina. Con los tres al frente sucumbi¨® el CSKA.

A la fiesta de los dos primeros se a?adi¨® el franc¨¦s, sustituto del Pipa. Con su primer toque a la pelota hizo bingo. Solidario como es, en el ¨²ltimo suspiro se entreg¨® a Cristiano, al que concedi¨® el cuarto tanto de su equipo. Tres delanteros para cuatro goles en una noche en la que solo se trataba de brindar con el marcador. As¨ª lo festej¨® Mourinho, que antes de refugiarse en el vestuario se dirigi¨® con aplausos a los hinchas m¨¢s radicales.