Maurice de Muer, el director que gui¨® a Oca?a al triunfo
Era jefe de filas del Bic cuando el espa?ol se hizo con el Tour de 1973
?Luis Oca?a era uno que sal¨ªa a entrenarse con un grupo de ciclistas, y cuando estos, viendo acercarse una tormenta, por ejemplo, o un vendaval, dec¨ªan de ir a la izquierda para evitarlo, ¨¦l se empe?aba en seguir por la derecha, y solo se iba, aunque terminara empapado o pidiendo ayuda. Muy pocos directores fueron capaces de hacerse obedecer por ese corredor genial, soberbio, orgulloso, cabezota. Uno de ellos, quiz¨¢s, el que mejor le supo entender, fue Maurice de Muer, su director en el Bic, que muri¨® el 4 de marzo en una residencia de ancianos en Seillans, en el sur de Francia. Ten¨ªa 90 a?os.
La fuerza de De Muer, su poder de convicci¨®n, derivaba, quiz¨¢s, de su genio, de su mal genio que, recuerda Bernard Th¨¦venet, uno al que condujo a la victoria en dos Tours, era volc¨¢nico, manifestado en grandes voces, y fugaz, dosificado en broncas de 15 minutos seguidas de largos periodos de placidez. Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, quien antes de dirigir el Reynolds y el Banesto de Perico e Indurain fue ciclista emocionado en el Bic, se acuerda de las broncas, claro, y tambi¨¦n de un hombre casi atildado, que prestaba gran cuidado y atenci¨®n a c¨®mo vest¨ªa, a c¨®mo se peinaba, aunque al volante del coche del Bic siempre se le viera en pantaloncito corto y sin camiseta, torso desnudo, y siempre, todo el a?o, muy, muy moreno, piernas y cuerpo bronceados. ¡°Era lo que ahora se llama un metrosexual¡± dice Ech¨¢varri. Aparte de por su fuerte car¨¢cter, a De Muer los que le conocieron tambi¨¦n le recuerdan por su genio estrat¨¦gico, por su audacia t¨¢ctica, por su estilo atacante que tanto se conjugaba con el car¨¢cter y el instinto agresivo en la carretera de Oca?a tambi¨¦n. Cuentan que por las noches, en los hoteles, su mujer, Jacqueline, que le acompa?aba en todo momento, desplegaba sobre la cama un mapa de carreteras y entre ambos se?alaban los lugares ideales para atacar al d¨ªa siguiente. Eran los tiempos anteriores al pinganillo, claro, a los tel¨¦fonos m¨®viles, a los GPS. ¡°Era todo o nada¡±, recuerda Th¨¦venet. ¡°Solo la victoria contaba¡±.
Nacido en Potigny, en Calvados, al norte de Francia, De Muer fue un corredor de clase y pocas victorias en los a?os 40, siempre con el maillot del Peugeot. Sus triunfos m¨¢s recordados son una Par¨ªs-Camembert (1944) y un segundo puesto en una Par¨ªs-Niza (1946). Como director comenz¨® en 1961 al frente del Pelforth de Anglade y Jan Janssen, equipo en el que estuvo hasta 1968, justamente el a?o en que Janssen, con el maillot nacional de Holanda, gan¨® el Tour. En sus seis a?os al frente del Bic, en el que junto a Oca?a o Ech¨¢varri corrieron otros espa?oles, como P¨¦rez Franc¨¦s y Aranzabal, De Muer guio al conquense a casi dos victorias en el Tour. La del 71 le huy¨®, te?ida de sangre, por una ca¨ªda en el col de Mente en la ¨²ltima etapa pirenaica, cuando Merckx ya estaba derrotado; la segunda, la del 73, la agarr¨® con fuerza tremenda. En 1975 el Bic dej¨® el pelot¨®n y De Muer pas¨® a dirigir el equipo con el que hab¨ªa corrido de joven, el Peugeot, famoso por el dibujo ajedrezado de su maillot blanco. Fue all¨ª donde gan¨® dos Tours a trav¨¦s de las piernas j¨®venes de Th¨¦venet, el franc¨¦s que acab¨® con el mito de Merckx y Gimondi en las cuestas de Pra Loup. En 1982, ya con 62 a?os de edad, De Muer colg¨® el volante y se retir¨® a vivir a Seillans, en el Var, en la comarca cercana a la Costa Azul en la que los equipos franceses concentraban a sus corredores para pasar el invierno.
Todos los directores de la ¨¦poca, toda una generaci¨®n del ciclismo ¡ªGeminiani, el ¨²nico superviviente, Caput, Plaud, Stablinski¡ª, acabaron construy¨¦ndose all¨ª casas. La de Maurice de Muer ardi¨® en septiembre pasado, lo que le conden¨® a una residencia de ancianos, donde solo resisti¨® unos meses. ¡°Estaba un poco cansado¡±, dice Jean Marie Leblanc, corredor suyo en el Pelforth y en el Bic y posteriormente periodista en L'?quipe y director del Tour.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.