El Zaragoza est¨¢ vivo
Un penalti en el descuento reactiva al equipo Jim¨¦nez y penaliza a un Atl¨¦tico sin f¨²tbol ni ambici¨®n (1-0)
No quiso jugar el partido el Atl¨¦tico porque le suele alcanzar con dos contragolpes para descomponer al rival, porque la pelota solo le interesa cuando la ve reposar en la red contraria. Tiene el pase y el gancho para definir, lo que vale un imperio. Pero le falt¨® cabeza y ambici¨®n, incluso f¨²tbol, para derribar al Zaragoza, el hasta entonces colista de la Liga, que carece de los adjetivos y piropos del rival, pero que va sobrado de obstinaci¨®n y tozudez, adem¨¢s de voluntad y sue?os. En el descuento, cuando se daba por descontado el empate, Postiga se col¨® en el ¨¢rea, le gan¨® la posici¨®n a God¨ªn y antes de centrar, recibi¨® la entrada del central, tan infantil como descerebrada. Poca cosa. Pero lo suficiente para ser penalti. Apo?o ejecut¨® la pena m¨¢xima y lo convirti¨® en la mayor de las alegr¨ªas, sobre todo porque deja de ser el farolillo rojo ¨Csupera por el momento a Racing y Sporting, con un partido menos-, despu¨¦s de tropecientas jornadas y se coloca provisionalmente a tres puntos de la salvaci¨®n. Castigo para el Atl¨¦tico, rampl¨®n como pocos; premio para el Zaragoza, con licencia para so?ar.
ZARAGOZA, 1 ATL?TICO, 0
Zaragoza: Roberto; Lanzaro (Edu Oriol, m. 66), Mateos (Juan Carlos, m. 80), Paredes, Obradovic; Pint¨¦r, Apo?o; Luis Garc¨ªa, Dujmovic (Micael, m. 49), Abraham; y Postiga. No utilizados: Leo Franco; Da Silva, Barrera, Jorge Ort¨ª y Aranda.
Atl¨¦tico: Courtois; Perea, God¨ªn, Dom¨ªnguez, Filipe Luis; Assun??o (Mario Su¨¢rez, m. 61), Koke (Fran M¨¦rida, m. 64); Salvio (Diego, m. 70), Adri¨¢n, Arda Turan; y Falcao. No utilizados: Asenjo; Miranda, Sa¨²l y Pizzi.
Goles: 1-0. M. 94: Apo?o de penalti
?rbitro: Undiano Mallenco. Mostr¨® la cartulina amarilla a Salvio, Paredes, Koke, Diego y God¨ªn
La Romareda. 27.000 espectadores.
Como no tiene nada a sus espaldas, el Zaragoza es de esos equipos que ya no atiende al retrovisor, que se expresa con ese punto de desesperaci¨®n y urgencia que tanto electrifican los duelos, que tanto los abre y hace degustar como novedosos, m¨¢s que nada porque no juega al despiste ni a la defensiva, sino con fiereza y al abordaje. Le funcion¨® ante el Villarreal, a punto estuvo de darle resultado contra Osasuna y le alcanz¨® para sacudir al Valencia cuando contaba con uno menos sobre el c¨¦sped. Pero el Atl¨¦tico pareci¨® ser otra historia porque es un equipo herm¨¦tico e inmune a la voluntad ajena, capaz de descorchar la modorra con su ejercicio defensivo, aseado y puntual en las coberturas, excelente en la presi¨®n de las zonas calientes, magn¨ªfico en situaciones comprometidas. Sesiones de sesteo hasta que lo decide Arda Turan, el pase definitivo y casi ¨²nico del equipo. Pareci¨® ser una historia ya vista y repetida porque se aguardaba a la pifia del Zaragoza y al arre¨®n del Atl¨¦tico para cerrar el encuentro, pero por una vez no le alcanz¨® con dos contras porque a Falcao la punter¨ªa le hizo una jugarreta.
Present¨® Simeone varios cambios en su equipo, exigido porque Juanfran y Gabi estaban sancionados. Perea se adecu¨® al lateral derecho y Koke retras¨® un pelo su posici¨®n para jugar de la mano con Assun??o. Un doble pivote as¨¦ptico, sin chicha ni limon¨¢; A Assun??o el bal¨®n le resbala de las botas y a Koke le vino holgado el puesto ¨Cpor m¨¢s que se haya desplegado ah¨ª durante su carrera- porque necesita libertad de movimientos y ver de cerca el hueco para filtrar la asistencia concluyente, para hacer de quarterback sin retorcer el cuello a cada ocasi¨®n, pendiente de si deja tal o cual hueco para la contra rival. Sin enlazar con Turan, el ingenio, el Atl¨¦tico se ensombreci¨® hasta el punto de que pareci¨® un equipo del mont¨®n, lejos del cach¨¦ que se le presupone, pero m¨¢s acorde con la clasificaci¨®n en la que anda atornillado, fuera de la zona europea.
La pelota la pidi¨® y la gobern¨® el Zaragoza, que plante¨® el partido en una baldosa, conforme a la idea de Manolo Jim¨¦nez de implantar la tensi¨®n colectiva que desahogue a una zaga de tiritona f¨¢cil. Casi siempre en campo ajeno, inconveniente que tampoco desmadej¨® al equipo de Simeone, poco ambicioso con la pelota entre los pies, definido por el contragolpe y por el remate puntual pero certero. Como en ese bal¨®n que hurt¨® Arda Turan a Dujmovic, pase al movimiento de Adri¨¢n y zapatazo a la escuadra. En el rechazo, Falcao conect¨® otro chut que se estamp¨® en el poste. Gota de sudor en la frente de Roberto; dinamita pura sofocada por el capricho de la fortuna.
Como no tiene nada a sus espaldas, el Zaragoza es de esos equipos que ya no atiende al retrovisor
M¨¢s protagonismo se cobr¨® el Zaragoza en el ¨¢rea rival. Se cont¨® un disparo flojo de Juan Carlos, un remate lejano y rocambolesco de Postiga de cabeza y un latigazo desviado de Obradovic, una ilusi¨®n que asemej¨® desbravarse con el paso del tiempo, solo rebatida por una grada que anim¨® sin cesar. Era, sin embargo, la hora del Atl¨¦tico, siempre fiero y penalizador ante las flaquezas adversarias. Su ardor, contagiado por el manual de Simeone, no tiene fin, del pitido inicial al ¨²ltimo, no hay pelota mala. Atac¨® Filipe Luis por el costado sin que Falcao pudiera ponerle el lazo en el remate acrob¨¢tico, prob¨® Arda un disparo que no enfoc¨® la porter¨ªa y Diego se present¨® como la alternativa al pase categ¨®rico. Pero no lleg¨®. De tanto dormir el partido, el Atl¨¦tico no se despert¨® a tiempo. Y God¨ªn expres¨® la p¨¢jara, el partido que jugaron en pijama. Un penalti que nunca debi¨® cometer ¨Cle hubiese valido con taponar el sitio- y un gol que sonroja al Atl¨¦tico y su propuesta. Pero eso, poco le importaba ya al Zaragoza, extasiado porque est¨¢ vivo, porque Apo?o marc¨® y aclar¨® que la Liga no se ha acabado antes de tiempo.
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