El Zaragoza alimenta la fe
Un gol de Lafita en el descuento mantiene la esperanza del equipo ma?o y condena al Sporting (1-2)
"S¨ª se puede". El c¨¢ntico de la afici¨®n del Zaragoza reson¨® en El Molin¨®n con la convicci¨®n de los deshauciados que ven la luz despu¨¦s de vivir en las tinieblas. Por tercer partido consecutivo, la moneda cay¨® del lado ma?o, el menos malo de un partido horrible, en el que el Sporting certific¨® que Javier Clemente ya no est¨¢ para milagros.
Como hace una semana, frente al Atl¨¦tico de Madrid, el Zaragoza gan¨® dos puntos en el descuento. Uno de sus mejores jugadores, Lafita, puso el pie para desviar el centro de Zuculini, un premio para el equipo que hab¨ªa puesto m¨¢s sobre el c¨¦sped. El Sporting, agarrotado, ni siquiera supo subirse a la ola del inesperado gol de Eguren en un c¨®rner.
SPORTING, 1 - ZARAGOZA, 2
Sporting: Juan Pablo; Orfila (Canella, m. 64), Eguren, Hern¨¢ndez, Lora; Rivera; De las Cuevas, Andr¨¦ Castro (Trejo, m. 64), Nacho Cases, Adri¨¢n Colunga; y Barral (Sangoy, m. 74). No utilizados: Cu¨¦llar; G¨¢lvez, Sergio y Ayoze.
Zaragoza: Roberto; ?lvarez, Mateos, Paredes, Abraham; Dujmovic (Zuculini, m. 53), Pinter; Lafita, Apo?o, Obradovic; y Postiga (Aranda, m. 67). No utilizados: Leo Franco; Da Silva, Edu Oriol, Micael y Luis Garc¨ªa.
Goles: 0-1. M. 36. Helder Postiga. 1-1. M. 49. Eguren. 1-2. M. 90. Lafita.
?rbitro: Teixeira Vitienes. Amonest¨® a Lora, Iv¨¢n Hern¨¢ndez, Rivera, Paredes, Pablo ?lvarez, Pinter, Apo?o, Lafita y Mateos.
El Molin¨®n. Unos 28.000 espectadores.
Las alineaciones dieron carta de naturaleza al partido del miedo. A los dos equipos s¨®lo les serv¨ªa la victoria, tres puntos imprescindibles para recortar, pero las palabras de la semana eran desmentidas por los hechos del s¨¢bado. Clemente y Jim¨¦nez armaron a sus equipos, por encima de todo, para no equivocarse, como si con un gol se acabara todo.
Despu¨¦s de 36 insufribles minutos, se equivoc¨® el Sporting. Lo represent¨® Eguren, un centrocampista reconvertido a defensa por las bajas de Bot¨ªa y Gregory. El uruguayo incumpli¨® uno de los primeros mandamientos de los centrales, el de salir para marcar la l¨ªnea despu¨¦s de un rechace. No lo hizo y Mateos, que se hab¨ªa quedado de palomero tras un lanzamiento de falta, habilit¨® a Helder Postiga, que col¨® el bal¨®n entre las piernas de Juan Pablo.
Pese a su mala primera parte, Clemente mantuvo a Eguren tras el descanso. Y, por esos gui?os del f¨²tbol, un cabezazo del uruguayo en un c¨®rner pareci¨® levantar a un equipo y una afici¨®n entregados. S¨®lo lo pareci¨®. Salvo alg¨²n escarceo de De las Cuevas, un oasis en un equipo peleado con el bal¨®n, el Sporting nunca estuvo cerca de la remontada. Y al final, cuando ya parec¨ªa que el empate condenaba a los dos, lleg¨® el 1-2, la promesa de la gloria para el Zaragoza, la cercan¨ªa del infierno para el Sporting.
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