El toquecito de Busi
Guardiola reivindica al medio como int¨¦rprete de la escuela de Cruyff por su circulaci¨®n de bal¨®n
Sergio Busquets (Bad¨ªa, 1988) no es un futbolista cualquiera, por mucho que con frecuencia pase desapercibido entre tanto artista como le rodea. Jugador de una pieza, se?alado en el vestuario del Barcelona como heredero natural de Puyol y Xavi porque inspira tanto respeto entre los veteranos como ascendente entre los jugadores de su generaci¨®n, Busi es el l¨ªder silencioso del equipo, y dif¨ªcilmente se quedar¨¢ hoy en el banco del Camp Nou. La raz¨®n es sencilla. ¡°Sin Busi no podr¨ªamos jugar como lo hacemos¡±, justifica Guardiola, que articula el equipo a su alrededor, tal vez porque sigue sintiendo el juego desde la posici¨®n del 4 aunque ahora lo haga sentado en el banquillo azulgrana.
¡°Sus compa?eros saben que para que ellos sean protagonistas, le necesitamos a ¨¦l. Siempre suma¡±, dice el entrenador. ¡°Juega pensando en los dem¨¢s, en su club, en sus compa?eros, para que el equipo est¨¦ siempre bien organizado¡±, le reconoce Del Bosque, el seleccionador nacional.
Admite Guardiola que Busquets ha convertido en rutina la vieja consigna que Cruyff le repet¨ªa cada ma?ana cuando le dio la mano para subir al primer equipo, obsesionado como estaba en la necesidad de que aquel ni?o de Santpedor tocara siempre de primera y con los dos pies, indistintamente, para que el bal¨®n circulara r¨¢pido y evitara as¨ª el contacto con el rival. ¡°Si te hacen falta, la culpa es tuya. ?Juega m¨¢s r¨¢pido!¡±, le insist¨ªa. Da la circunstancia de que en Tercera Divisi¨®n descubri¨® que el hijo de Busi, aquel portero con el que convivi¨® en las ¨¦pocas del dream team, sublimaba la idea cada vez que tocaba la pelota.
Ha aplazado para un mejor momento el lanzamiento de su web y su entrada en Twitter
Resulta com¨²n alabar el juego de Busquets por el equilibrio que le da al equipo, pero Guardiola reivindica tambi¨¦n su facilidad para desequilibrar al rival, convencido de que tan valiosa es su capacidad para recomponer a su equipo cuando pierde el bal¨®n como el don para desordenar al rival cuando le toca jugarlo. ¡°Le basta con un toquecito, es suficiente. Nunca se luce, siempre lo hace f¨¢cil¡±, se admira Xavi, su primer valedor en el vestuario. ¡°Los que entienden de f¨²tbol saben que Busi es el mejor¡±, a?ade rotundo.
Tan discreto en el campo como en su vida privada, tipo desconfiado y cabal, Busquets se siente c¨®modo sin m¨¢s ruido a su alrededor que las risas de sus amigos y sus sobrinos, compa?eros de sus ratos fuera del club. ¡°Tiene los mismos tatuajes y los mismos amigos que cuando le conoc¨ª en el filial. Me gusta su silencio, su modestia, que no viva tanto en el papel como alguno de sus compa?eros¡±, explica Guardiola al hablar de Busquets, ese que nunca da respuesta a la primera, sino que se lo piensa, consulta, mira, valora y solo entonces decide antes de dar el paso o no. Todo lo contrario en el campo, donde act¨²a mitad por intuici¨®n, mucho por oficio y siempre mueve ficha antes de que el contrario tenga tiempo a tapar su pase.
¡°Un segundo es un metro ganado al rival¡±, le insist¨ªa Cruyff a Guardiola. ¡°Busi no tarda ni un segundo, cuando recibe ya sabe qu¨¦ va a hacer, qu¨¦ ha de hacer. Y siempre elige lo m¨¢s f¨¢cil y pr¨¢ctico para el equipo¡±, le reconoce Tito Vilanova. ¡°Mi ¨²nico m¨¦rito es eso, hacerlo facilito y r¨¢pido. No es un f¨²tbol muy vistoso, pero es necesario¡±, admite Busi, que reconoce: ¡°Estoy para solucionar problemas al equipo¡±.
Busi, a quien le gusta tan poco ponerse bajo los focos que ha parado el lanzamiento de su web personal y su entrada en Twitter hasta encontrar mejor momento, no olvidar¨¢ que su peor partido contra el Madrid se jug¨® en Nyon, tras la semifinal de la Champions del curso pasado, cuando Florentino P¨¦rez inst¨® a la UEFA a castigarle, acus¨¢ndole de insultos racistas a Marcelo. Acusado por algunos de simular faltas, de ser un teatrero, lo que m¨¢s le doli¨® aquellos d¨ªas fue saber que Mourinho estaba detr¨¢s de la faena, porque sabe que su padre fue de los mejores amigos que tuvo Mou cuando trabaj¨® para el Bar?a.
Vuelve el Madrid al Camp Nou y ah¨ª estar¨¢ Busi, que solo se ha perdido un cl¨¢sico desde agosto del 2008, el de ida en la Supercopa. Suma ya 10 y solo ha perdido uno, la final de la Copa. Invicto en los cuatro que ha jugado en el Camp Nou, (acumula un marcador de 9-1), de Busi se espera que haga hoy lo que mejor sabe: liderar desde la sombra al Bar?a de Guardiola. O sea, un cl¨¢sico.
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