El nuevo modelo a seguir
Es mucho m¨¢s f¨¢cil jugar como el Chelsea que como el Bar?a y mucho m¨¢s plausible para un equipo normal
Partidazo ma?ana. Lo habr¨ªa sido aunque los dos equipos estuvieran a mitad de la tabla, sin ning¨²n trofeo de por medio. Pero ocurre que el resultado determinar¨¢, casi con total seguridad, el campe¨®n de la Liga inglesa. Lo interesante ser¨¢ ver si uno de los dos elige imitar el nuevo esquema t¨¢ctico que, de pronto, ha reemplazado al del Barcelona como modelo ganador.
Se miden ma?ana el Manchester City y el Manchester United. La ¨²ltima vez que jugaron, el City gan¨® por 6-1, la peor derrota sufrida por el United en Old Trafford desde 1955. En caso de ganar, la victoria ser¨ªa doblemente dulce para el United. Habr¨ªa logrado la revancha y ensanchar¨ªa su ventaja en la Premier a seis puntos con solo dos partidos restantes. Un empate tampoco ser¨ªa un mal resultado para el equipo de Alex Ferguson.
¡°Fue horrible; fue un suicidio¡±.
Alex Ferguson, entrenador del Manchester United, tras su ¨²ltimo partido contra el Manchester City.
Lo que nos lleva a preguntarnos si el entrenador escoc¨¦s optar¨¢ por jugar contra el vecino City como lo hizo el Chelsea esta semana contra el Barcelona en la semifinal de la Champions. Mucho se ha dicho sobre el juego exuberante, ofensivo, ball¨¦tico, total del Bar?a de Pep Guardiola, de c¨®mo ha marcado un hito en la evoluci¨®n del f¨²tbol y tal. Bien..., pero el juego del Chelsea; el que elimin¨® al Bar?a de la Champions no en un partido, sino en dos; el que conquist¨® al mejor equipo del mundo..., ?no ser¨¢ digno de imitar tambi¨¦n?
Digno o no, lo cierto es que es mucho m¨¢s f¨¢cil jugar como el Chelsea que como el Bar?a y mucho m¨¢s plausible para un equipo normal. Para empezar, no se necesita una plantilla de jugadores capaces de controlar o pasar el bal¨®n, de correr, regatear o incluso pensar. Y ni siquiera hay que estar en buenas condiciones f¨ªsicas. Es m¨¢s, cuanto m¨¢s grandotes y gordos los jugadores, mejor. Las sesiones de entrenamiento en este sistema tampoco deber¨ªan ser muy largas por temor a que los jugadores adelgacen (?ngel, El Fideo, Di Mar¨ªa no tendr¨ªa cabida en este sistema) ni demasiado frecuentes. Con una media horita de estiramientos el d¨ªa antes de un partido ir¨ªan que chutan.
Bueno, a ver... En el nuevo f¨²tbol que pregona el Chelsea tiene que haber un jugador que s¨ª sea capaz de chutar y correr e incluso de regatear. Uno, nada m¨¢s, con quiz¨¢ un suplente en caso de lesiones. As¨ª que la soluci¨®n podr¨ªa ser que aquel jugador y su sustituto se sometieran a una preparaci¨®n f¨ªsica intensiva, tipo Rafael Nadal, al margen de la de los luchadores de sumo que componen el resto del equipo, la mayor parte de cuyos d¨ªas los consumir¨ªan jugando a la Play (pasatiempo favorito de la mayor¨ªa de los futbolistas profesionales y otros ni?os peque?os) o comiendo kentucky fried chicken.
Esto s¨ª ser¨ªa una revoluci¨®n en el f¨²tbol: cada equipo jugando con una formaci¨®n 10-1, centro del campo inexistente y goles menos frecuentes que un hoyo en uno en el golf
M¨¢s all¨¢ de si el United opta por imitar al Chelsea ma?ana, la cuesti¨®n de fondo tiene que ser si, dado lo atractivo y ameno de este modelo, lo acabar¨¢n copiando todos los dem¨¢s equipos. M¨¢s a¨²n teniendo en cuenta que estamos en crisis y que casi todos los clubes, especialmente en Espa?a, est¨¢n endeudados. Habr¨ªa que pagar un buen sueldo al jugador que corre y a su suplente, eso s¨ª. Ah¨ª los clubes se disputar¨ªan la contrataci¨®n de los Didier Drogba, los Cristiano Ronaldo, los Messi, los Fernando Torres. Pero a los otros 10 del equipo inicial se les podr¨ªa pagar un sueldo de funcionario medio o soldado raso, ya que lo ¨²nico que tendr¨ªan que aprender es a desplegarse de manera ordenada, como ¨¢rboles en un bosque, en el ¨¢rea grande y nunca, jam¨¢s, pisar fuera de sus rectangulares fronteras. Es probable incluso que, con el tiempo, el juego d¨¦ un salto evolutivo m¨¢s y los 10 magn¨ªficos se concentren todos en el ¨¢rea chica a la espera de las embestidas del llanero solitario rival.
Esto s¨ª ser¨ªa una revoluci¨®n en el f¨²tbol: cada equipo jugando con una formaci¨®n 10-1, centro del campo inexistente (con el tiempo, se podr¨ªa llegar a reducir el largo del terreno de juego de 100 a 50 metros) y goles menos frecuentes que un hoyo en uno en el golf.
Quiz¨¢ Pep Guardiola ha intuido que este es el f¨²tbol del futuro y por eso anunci¨® esta semana que se iba. Quiz¨¢ Jos¨¦ Mourinho lo haya visto tambi¨¦n y por eso anunci¨® que se quedaba.
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